42. Apartamento

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Abraham

A la hora de haberle contado todo de Sol a Scarlett, otra plática surgió y me relató lo que en realidad sucedió cuando la pequeña nació... no podía dejar de pensar en esa historia. Toda la tarde que ella se la pasó con Sol, lo único que tenía en mente era eso.

Llegamos a casa y mi pensamiento se centraba todavía en aquello. Me repetía la historia una y otra vez como una canción pegadiza que me atormentaba.

Probablemente ella estaba igual con lo que sabía acerca del maltrato de Sol ya que en ese momento cuando se lo dije su reacción fue bastante calmada, pero se notaba la rabia que emanaba de sus ojos al saber por lo que había pasado su hija.

La historia del "abandono" de sol fue esta:

Había tenido un romance pasajero con el padre de Sol, el tipo tenía 27 solo ocho años mayor que ella, estaba recién divorciado, con dinero, sin hijos y muy atractivo a la vista de su yo de aquel entonces. Se veían de vez en cuando y quiso algo más con él, algo serio a pesar de su mal genio. Él la rechazó al proponérselo. Sin embargo él no se libró de ella porque Sol salió fruto de sus encuentros y se enteró a las pocas semanas de haber sido rechazada por él. No le dijo nada al hombre de inmediato. Le ocultó su embarazo por los nueve meses a él y a sus padres. Al nacer la niña, se enamoró de la pequeña, no obstante apenas tenía diecinueve años y no podía mantenerla sola. Vivía en un departamento pagado por su tía (la antigua dueña de moka) y no ganaba lo suficiente para mantenerla. Necesitaba tiempo y dinero; no poseía de ninguno de los dos, así que con mucho dolor en el pecho la dejó con él para una vida mejor.

Después de eso, se marchó al otro lado de España a seguir adelante sin dejar de pensar en la pequeña ni un solo día de su vida. Actualmente vivía aquí con la herencia de esta cafetería la cual había sido su idea abrir en primer lugar y ahora era dueña. También era abogada y junto con su prometido ganaban una fortuna mensualmente. Dijo arrepentirse de su decisión de un principio, pero prometió hacer todo lo posible por ayudarla así como yo lo estaba haciendo.

No estaba de más decir que también me agradeció por lo que he hecho por ella hasta ahora al cuidarla.

Ya solo quedaba recibir respuesta de la prueba de ADN para así poder alejarla de su padre. Según ella, quería ver ese 100% positivo en el papel. Aunque esa prueba fue por sugerencia de su prometido ya que si quería volver a conseguir su custodia, eso ayudaría bastante. Yo le conseguí aquel cabello, no fue nada difícil hacerlo ya que lo encontré en mi almohada y luego se lo entregué en una bolsita plástica.

El resto del fin de semana, fue bastante relajante apartando ese asunto.

Al comienzo de la semana, Sol y mamá pasearon bastante, mientras yo seguía trabajando con Gigi. Gracias a eso, tuve muchísimo tiempo para estudiar y hacer cosas de más cuando no estaba preparando bebidas ni atendiendo mesas. Incluso obtuve un día libre y eso me daba aún más tiempo para mí mismo en donde me dediqué a escribir y componer algunas canciones que se encontraban incompletas o no tenían melodía. Comencé a considerar el hecho de grabar un demo, pero no estaba seguro que iba a gustarle a alguien, esperaba y sí. Quizás durante las vacaciones podría ir a alguna disquera a hablar con algún productor para que al menos viese mi trabajo.

Una semana pasó, era domingo por la noche, Sol y mamá no habían llegado así que mientras las esperaba, no pude evitar el hecho de ver las últimas publicaciones de Angie a redes sociales. Sé que esto me hacía mucho mal, pero no podía evitarlo. A pesar del tiempo que había pasado, no he dejado de quererla. Creo que nunca podría dejar de hacerlo después de aquella noche del club.

 Creo que nunca podría dejar de hacerlo después de aquella noche del club

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AngieP_13: Un nuevo día estilo New York 🤩

Leí la descripción y volví a la fotografía. Se veía tan perfecta con el cabello revuelto así como en mis sueños. Me alegraba por ella y por poder cumplir su sueño de estar en Nueva York. Su partida no me entristecía del todo. Aunque la echaba mucho de menos.

Muchas veces.

¿Qué digo?

Muchísimas veces me tentaba a enviarle un mensaje, saber cómo estaba, cómo lo estaba pasando y si le gustaba la ciudad. Lo que sea, quería saber de ella, llamarla y escuchar su voz sin embargo eso solo haría más grande la herida.

No sé cuánto tiempo me quedé admirándola y recordando el roce de sus labios contra los míos, llegué a un punto en donde hasta podía sentir su tacto. Así de enamorado me tenía. Esto de superarla no sería de un día para otro.

Luego de bostezar con cansancio, me levanté de ahí. El timbre sonó en ese momento, así que corrí a abrir pensando en que serían Sol y mamá, pero no eran ellas. Era Gigi con los ojos hinchados y rojos. Tiritaba de frío ya que solo llevaba una camiseta fina de tirantes, unos shorts cortos y unas sandalias estilo griego. Me preocupé de inmediato y la dejé pasar. Corrí a la cocina a preparar un té y también fui arriba por una manta.

Bajé nuevamente y la cubrí con ella. Gigi estaba callada y sollozaba en silencio. Se lanzó a mis brazos y sollozó por largos minutos sobre mi hombro. El té incluso se encontraba frío cuando se lo pasé.

-¿Qué pasó? -le pregunté cuando dejó el té a un lado nuevamente.

-mi hermano... él... él... -trató de hablar, pero sus sollozos no la dejaban. Traté de calmarla nuevamente.

-respira y dime que pasó. -dije tomando sus manos para calmarla.

-lo encontraron...

-¿quienes?

-los traficantes a quienes les compró droga... lo apuñalaron y le dieron una paliza en la entrada de la casa y ahora está en el hospital... mis padres... me culparon y yo... los odio. -fruncí el ceño ante sus palabras.

-¿Por qué te culparon? Tú estuviste ayudando a tu hermano todo este tiempo, no eres responsable de sus acciones.

-lo sé, pero creen que yo fui la que llamó a los traficantes para que le dieran una buena paliza a Adrián y así darle una especie de "lección". -dijo y sorbió su nariz.

-eso no tiene sentido.

-mis padres no tienen sentido... no están bien de la cabeza y ahora no sé qué hacer con todo esto, dijeron no volverme a ayudar con su dinero, no sabes lo que me cuesta ganar lo suficiente para pagar mi comida y la renta, ellos pagaban las cuotas de la universidad y ya solo me hacían falta dos años para graduarme, ¿cómo le haré ahora? -dijo y enredó sus manos en su rizada cabellera revuelta.

-tranquila que para todo hay solución. -dije y la abracé de nuevo. -me alegra que hayas venido conmigo. Eso significa que ahora me tienes confianza.

-eres el amigo más cercano que tengo aquí. Fuiste la primera persona en que pensé y tuve suerte de que no vivieras lejos.

-mejor te llevaré a casa y mañana iremos a algún lugar para buscar soluciones ¿te apetece?

-no, no quiero volver a esa casa. Ahí están ellos. -dijo y observó su taza ya vacía de té. -la verdad no quiero volver ahí a menos que sea a buscar mis cosas para largarme.

-entonces... ¿qué tal si te quedas en mi apartamento hasta que encuentres uno nuevo? De todas formas me estoy quedando aquí con mi madre y Sol. No me molestaría que te quedaras ahí un tiempo. -le ofrecí sin pensarlo dos veces.

-no tienes por qué hacerlo... creo que sería pedirte demasiado.

-no me lo pediste y de todas formas, no creo que encuentres algo más que una habitación de hotel a casi media noche.

-está bien... aceptaré... eres un gran amigo. -sonrió y me abrazó nuevamente. Luego de un rato más, la llevé hasta allá.

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