Abraham
Hoy era un día normal en el trabajo, todo tranquilo, no muchos clientes, solamente ordenando y limpiando como siempre. Por eso la mayoría del tiempo el local, permanecía reluciente ya que no había nada más que hacer aparte de limpiar y limpiar. Aunque cabe recalcar que por esa razón, la dueña me felicitaba cada que venía a supervisar.
Actualmente, trabajaba en esta cafetería llamada Moka la cual destacaba por ser también parte biblioteca. Tenía un estilo bastante retro y a la vez elegante, siempre con música suave de fondo, asientos de madera de roble al igual que las mesas, lámparas colgantes en todo el techo, paredes color café oscuro, negro y algunos detalles blancos, estantes de madera llenos de libros de diferentes temas y tipos de literatura ordenados alfabéticamente y por categoría. Para mí, era muy bonito pasar una tarde y estudiar o estar con amigos en un ambiente tranquilo. Puedes rentar o incluso comprar un libro mientras te bebes un buen café y comer un pastelillo. En lo personal era muy cómodo hacer mis deberes universitarios aquí ya que siempre predominaba el silencio.
Yo atendía mesas, la caja registradora y colocaba la música que normalmente no contaban con letra, simplemente era melodía o instrumental, para no llegar a distraer a los lectores que llegaban. Algunas de las canciones que sonaban por la bocina, yo hacía sus covers instrumentales o incluso mis composiciones, las cuales realizaba en mi tiempo libre obviamente, éstas solo eran solos de guitarra o piano, sin lírica. A veces cantaba, pero nunca grababa mi voz por vergüenza, solamente me atrevía a grabar los instrumentos. Era muy liberador para matar el tiempo extra, amaba la música desde muy pequeño y había asistido a clases de canto hace un par de años, sin embargo, nunca fue algo que me he tomado en serio. Era más un hobby personal, no creía ser muy bueno aunque, de igual manera disfrutaba haciéndolo.
Estaba colocando un par de libros nuevos que nos llegaron hace un par de horas mientras que mi compañera Angie se encontraba limpiando el mostrador y organizándolo un poco, acomodando algunos recipientes e ingredientes con los que preparábamos las bebidas y postres.
-Abraham ¿podrías ir a la bodega y traer más copias del libro nuevo? ya se nos están acabando y ya sabes que se venden como pan caliente -me avisó mi compañera sin despegar su vista del mostrador el cual estaba limpiando con dedicación para que quedase reluciente.
-vale, ya voy -dejé lo que estaba haciendo y me dirigí a la bodega. Todo se veía algo polvoriento el lugar, me provocaba un poco de irritación en la nariz tanto polvo. Debíamos limpiar un poco aquí y organizar algunas cajas regadas a lo largo de toda la habitación. Este era el lugar al que menos le prestábamos atención, aunque no debería ser así ya que si no limpiábamos, lo más probable era llamar ratas que vinieran a roer los libros y arruinarlos por completo.
Entré y aparté algunas de las polvorientas cajas, así ensuciándole las manos, pero no le presté atención a ese detalle, solo me molesté en sacudir un poco la caja y tomarla para salir de ahí rápidamente. Cuando estuve afuera, escuché la campanilla de la puerta. Vi entrar a una niña de entre siete a nueve años; piel blanca, ojos mieles, pelo castaño oscuro y muy largo. Parecía hasta muñequita de porcelana más por su vestimenta la cual era conformada por un vestido celeste y zapatillas; era muy bonita, pero estaba sola.
Dirigí mi vista a sus manos y observé que traía un cachorro de peluche color café y blanco, creo que era un pug y lo abrazaba con efusividad. La pequeña tenía los ojos ligeramente hinchados y rojos. ¿Qué le habrá pasado? ¿Se habría perdido del lado de su mamá en el camino o algo?
-hola linda ¿con quién andas? –escuché la voz de Angie del otro lado del mostrador dirigiéndose hacia la pequeña.
-con mi papá -respondió tímidamente.
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Hermana
Teen Fiction¿Cómo una pequeña niña de apenas ocho años podrá pasar por tanto a su corta edad? Ser abandonada por su madre y ser maltratada por su padre es demasiado para un ser tan pequeño y frágil como Sol. No poder jugar ni siquiera con niños de su edad ni di...