Fui directo a los lavabos, me remoje la cara, escuche una pequeña risa a mis espaldas, voltee y me encontré a Myrtle.
- ¿Estas llorando Abi? – me pregunto con su peculiar tono de voz chillón.
- No, ¿Qué quieres Myrtle?
- Yo llegué aquí antes que tu, cuando escuché que abrieron la puerta, vine a ver de quien se trataba ¿No deberías estar en clase?
- Tal vez – le dije sin importancia.
- No te veía desde el año pasado ¿Por qué estas triste? – me sonrió burlonamente.
- No estoy triste.
- Claro que si, a mí no me engañas.
- Bueno, solo un poco.
- Si decides morirte, te estaré esperando aquí – me miro muy feliz – Serias una muy buena amiga.
- Gracias Myrtle – le sonreí amigable, ya que su comentario me había hecho sentir un poco mejor.
Paso el tiempo, Myrtle y yo seguimos platicando, hasta que se dio la hora del almuerzo y baje al Gran Comedor, Harry y Ron ya se encontraban ahí, se miraban muy raros.
- Hola chicos – los mire extrañada - ¿Qué les pasa?
- Yo me siento bien – dijo Ron con una gran sonrisa.
- Yo igual – dijo Harry.
- No me digan, Flitwick les enseño el encantamiento estimulante.
- ¿Cómo lo supiste? – dijo Ron muy emocionado.
- Lo supuse – dije sarcásticamente.
Cuando casi terminábamos de almorzar, al parecer el efecto del encantamiento estaba empezando a desaparecer en los chicos.
- ¿No has visto a Hermione Abi? – me pregunto Harry.
- No – dije sin entender – ¿No estaba con ustedes? – en todo el rato que llevábamos en el Gran Comedor no me había percatado de la ausencia de Hermione.
- Si… pero cuando llegamos con el profesor Flitwick ya no estaba con nosotros – dijo Ron preocupado.
- ¿No le habrá hecho nada Malfoy? - comentó Harry.
- No creo – dije sin interés.
- ¿Cómo estas tan segura? – Me pregunto Ron.
- Estuvo conmigo un momento.
- ¿QUÉ? – dijo Harry - ¿Y por qué? ¿Te hizo algo?
- No.
- Entonces ¿Por qué estuvo contigo? – pregunto Ron.
- Dice estar arrepentido de lo que hizo.
- ¿Si? Pues no le creo nada – dijo Harry.
- Es un mentiroso – dijo Ron.
- Mando una carta a su padre donde le pedía que retirara todos los cargos sobre Buckbeak.
- ¿Enserio Malfoy hizo eso? – Ron se miraba sorprendido al igual que Harry.
- Algo debe estar tramando.
- No creo Harry.
- Eso, o tal vez lo golpeaste muy fuerte – dijo Ron mientras se comía una pieza de pollo.
Acompañe a los chicos a su sala común, para buscar a Hermione, yo me quede afuera esperándolos, hasta que salieron los tres. Hermione ya me había contado su secreto para asistir a todas las clases así que supuse que se había quedado dormida, ya que su cara lo decía todo.
Mientras nosotros subíamos a la torre norte para la clase de Adivinación, Hermione fue a hablar con el profesor Flitwick.
A los veinte minutos se reunió con nosotros, todavía confusa, a los pies de la escalera que llevaba a la clase de la profesora Trelawney.
- ¡Aún no me puedo creer que me perdiera la clase de encantamientos estimulantes! ¡Y apuesto a que sale en el examen! ¡El profesor Flitwick me ha insinuado que puede salir!
Subimos juntos y entramos en la oscura y sofocante sala de la torre, en cada mesa había una brillante bola de cristal llena de neblina nacarada.
Los cuatro nos sentamos juntos en la misma mesa destartalada.
- Creía que no veríamos las bolas de cristal hasta el próximo trimestre - susurró Ron, echando a su alrededor una mirada, por si la profesora Trelawney estaba cerca.
- No te quejes, esto quiere decir que ya hemos terminado con la quiromancia, me ponía enfermo verla dar respingos cada vez que me miraba la mano – dijo Harry.
- ¡Buenos días a todos! - dijo una voz conocida y a la vez indistinta.
La profesora Trelawney hizo su habitual entrada teatral, surgiendo de las sombras, Parvati y Lavender temblaban de emoción, con el rostro encendido por el resplandor lechoso de su bola de cristal.
- He decidido que empecemos con la bola de cristal algo antes de lo planeado - dijo la profesora Trelawney, sentándose de espaldas al fuego y mirando alrededor - Los hados me han informado de que en su examen de junio saldrá la bola, y quiero que reciban suficientes clases prácticas.
Hermione dio un bufido, al igual que yo.
- Bueno de verdad... los hados le han informado... —dijo, sin preocuparse de bajar la voz.
- ¿Quién pone el examen? ¡Ella! ¡Qué predicción tan asombrosa! – dije algo irritada.
Era difícil saber si la profesora Trelawney nos había escuchado, ya que su rostro estaba oculto en las sombras.
Sin embargo, prosiguió como si no se hubiera enterado de nada.
- Mirar la bola de cristal es un arte muy sutil - explicó en tono soñador - No espero que ninguno vea nada en la bola la primera vez que mire en sus infinitas profundidades, comenzaremos practicando la relajación de la conciencia y de los ojos externos - Ron empezó a reírse de forma incontrolada y tuvo que meterse el puño en la boca para ahogar el ruido - Con el fin de liberar el ojo interior y la superconciencia. Tal vez, si tienen suerte, algunos llegaran a ver algo antes de que acabe la clase.
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Slytherin's Master
FantasyEl tercer año escolar esta apunto de comenzar en Hogwarts el Colegio de Magia y Hechicería para Abigail Lestrange, una joven sangre pura. Compartiendo año nada más y nada menos que con el trío de oro y un chico rubio que no es para nada de su agrado...