Capítulo 49

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Esta vez me concentré un poco más para lograr comprender lo que ocultaba la bola de cristal, y me encontré con algo extraño.

- Veo, un cuervo y… solamente eso – dije rápidamente.

- Segura, mi niña.

- Si.

- Déjame ver – tomo la bola de cristal y la empezó a contemplar – Veo un cuervo como tu dijiste, el cual esta enredado con una serpiente – me miro – Eso es raro – volvió su mirada a la bola de cristal – Pero hay un pequeño resplandor alrededor de estos, forma un corazón.

- ¿Eso qué quiere decir? – pregunto Harry.

- Es… el destino de tu amor – me dijo emocionada – Tu destino ya está marcado, tu amor ya está en tu camino.

- ¿Se va a casar con una serpiente? – pregunto burlón Ron.

- Yo solo vi un cuervo – dije tratando de disimular.

- Mi niña, presiento en ti un poco del noble arte de la adivinación, pero si sigues con esa actitud, es muy probable que se nuble tu ojo interior.

- Esto es muy tonto – y así como Hermione yo también me fui de la clase de Adivinación.

(...)

Las vacaciones de Semana Santa no resultaron lo qué se dice relajantes, los de tercero nunca habían tenido tantos deberes.

Blaise Zabini parecía encontrarse al borde del colapso nervioso y no era el único.

- ¿A esto lo llaman vacaciones? - grito Blaise Zabini una tarde, en la sala común - Los exámenes están a mil años de distancia, ¿qué es lo que pretenden?

Pero nadie tenía tanto trabajo como Hermione, aun sin Adivinación, cursaba más asignaturas que ningún otro.

Tenía ojeras como Lupin y parecía en todo momento estar a punto de echarse a llorar.

Ron y yo nos encargamos de la apelación en el caso de Buckbeak, cuando no hacíamos los deberes, buscábamos en enormes volúmenes que tenían títulos como Manual de psicología hipogrífica o ¿Ave o monstruo? Un estudio de la brutalidad del hipogrifo.

Harry mientras tanto, tenía que combinar sus deberes con el diario entrenamiento de Quidditch, por no mencionar las interminables discusiones de tácticas con Wood.

El partido entre Gryffindor y Slytherin tendría lugar el primer sábado después de las vacaciones de Semana Santa, Slytherin iba en cabeza y sacaba a Gryffindor doscientos puntos exactos.

Toda la casa de Gryffindor estaba obsesionada por el partido, no habían ganado la copa de Quidditch desde que el legendario Charlie Weasley (el segundo de los hermanos de Ron) había sido buscador.

Malfoy, no había vuelto a molestar a Harry, solo lo miraba serio, a pesar de eso, Harry no había olvidado el intento de Malfoy de sabotearle en el partido contra Ravenclaw, pero era el asunto de Buckbeak lo que le daba más ganas de vencer a Malfoy delante de todo el colegio.

Nadie recordaba un partido precedido de una atmósfera tan cargada, cuando las vacaciones terminaron, la tensión entre los equipos y sus respectivas casas estaba al rojo.

En los corredores estallaban pequeñas peleas que culminaron en un desagradable incidente en el que un alumno de cuarto de Gryffindor y otro de sexto de Slytherin terminaron en la enfermería con puerros brotándoles de las orejas.

La víspera del partido por la noche, en la sala común de Slytherin, se abandonaron todas las actividades habituales.

Marcus Flint, el capitán del equipo de Slytherin, había reunido a el equipo, y mientras discutían las jugadas, se burlaban de los del equipo de Gryffindor, Malfoy solo escuchaba todo lo que decían, pero no parecía muy contento.

POV DRACO

Desde que Abi me golpeo, no hemos vuelto a hablar, desde ese día también espero la respuesta de mi padre.

Es muy evidente que no va a cambiar de opinión, pero Abi supo que lo intenté, y enserio lo hice con buenas intenciones.

Tampoco eh querido molestar a San Potter, no quiero que Abi este mas enojada conmigo, debo admitir que no he olvidado lo que me hizo en la casa de los gritos, yo sé que él estaba ahí.

Esta mañana recibí por fin la carta de mi padre, donde estaba más que claro que no cambiaría de opinión, ya que no era el único que lo había querido convencer, el padre de Abi, Anthony Lestrange, también le había insistido, pero no pudo convencerlo.

Me pase todo el día pensando en cómo decírselo a Abi, ya en la noche, cuando Marcus Flint nos reunió para hablar del partido en contra de Gryffindor, note que Abi estaba en la Sala Común.

Todavía sentía culpa por hacerla sentir mal, ella se levantó del sofá y se fue para su cuarto, cuando la junta termino, me encerré en mi cuarto y me acosté sin ánimos de dormir.

No pude dormir en toda la noche, a la mañana siguiente me levanté más temprano de lo habitual y me puse mi uniforme del equipo.

Salí de mi cuarto, la sala común estaba vacía, unos segundos después salió Abi de su cuarto, ese era el momento para decírselo.

- Abi – se detuvo y volteo a verme, fui hasta donde ella estaba – Tengo algo que decirte.

- Es sobre Buckbeak ¿cierto?

- Si… no son buenas noticias.

- Si mi padre no pudo convencerlo, era más que obvio que no cambiaría de opinión.

- Sé que estuvo mal lo que hice, por favor, perdóname, el hipogrifo no tiene que pagar por algo tan absurdo como esto.

- Me alegra que lo reconozcas – sonrió ligeramente – Intenta ganar este partido, no quiero trampas.

- No te preocupes – le sonreí – Lo hare por ti.

- Bien… Tengo que ir a desayunar.

Era evidente que seguía molesta conmigo, pero por ella intentaría ganar la Copa de Quidditch, costara lo que costara.


Espero y les este gustando la historia.

Quise publicar el capítulo hoy por el cumpleaños de los gemelos Weasley
💙

Slytherin's MasterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora