Slytherin's Master

Capítulo 28

Lunes en la mañana, hoy salía Harry de la enfermería, llegue al Gran Comedor, Malfoy que estaba con Crabbe y Goyle, se burlaban de Gryffindor por haber perdido contra Hufflepuff, y por fin se había quitado las vendas y lo había celebrado parodiando la caída de Harry.

Y ni Harry, Ron o Hermione se encontraban ahí.

- No puedo creer como esos idiotas perdieron contra Hufflepuff - se reía Malfoy - ¿Y vieron cómo se calló Potter?

- Ya fue suficiente Malfoy – fui hasta donde estaba sentado quedando enfrente de él - No es gracioso – dije seria.

- Pues para nosotros sí Lestrange ¿o no chicos? – Crabbe y Goyle asintieron como tontos.

- Tal vez no gano Malfoy, pero yo estoy segura que ganara la copa de Quidditch.

- ¿Segura Lestrange? Potter no es tan buen jugador como para ganarnos, y menos ahora sin su escoba.

- Entonces ¿Por qué no jugaste contra él? – una pequeña sonrisa apareció en mi rostro.

- Estaba lesionado – respondió serio.

- No, tu fingías estar lesionado que es muy diferente – Crabbe y Goyle miraban serios la plática.

- No puedes probarlo – volvió a sonreír.

- Esa sonrisa no te durara mucho, cuando Gryffindor gane la copa de Quidditch yo seré la primera en restregártelo en tu cara.

- ¿Tan segura estas Lestrange? Gryffindor no ha ganado en años.

- Por supuesto que ganaran – dije sin dudarlo un momento.

- ¿Y si apostamos? – su sonrisa era más grande.

Crabbe y Goyle también sonrieran.

- ¿Qué quieres perder Malfoy? ¿La dignidad? – me burle.

- Tu piensa mi castigo y yo pensare el tuyo…

- Ya lo pensé – dije interrumpiéndolo.

- Bien ¿Qué es?

- Si yo gano – me incline sobre la mesa – Tu usaras un bonito broche que diga “Soy un estúpido” que yo misma de muy buena forma te regalare… por una semana.

- Bien – estaba calmado y muy confiado – Y si yo gano… Serás mi esclava por una semana y harás todo lo que te pida.

- Acepto – Dije sin más.

Estaba muy confiada en que Harry ganaría este año, yo lo sabía. Él me tendió la mano, para que cerráramos el trato.

- Lo siento, me acabo de lavar las manos – di media vuelta y me fui.

Harry y los demás ya se encontraban en el Gran Comedor así que fui con ellos.

- ¿Por qué hablabas con Malfoy? – me pregunto Ron curioso.

- Hicimos una apuesta.

- ¿Y por qué apostaron? – pregunto Hermione sonriendo.

- Aposte a que Gryffindor gana la copa de Quidditch - Todos me voltearon a ver.

- Dime que aposto perder su rubia cabellera – pregunto muy feliz Fred.

- Oh mejor aún, a cambiarse de escuela – dijo también muy feliz George.

- No lo había pensado…

- Si sabes que ya no tengo mi escoba ¿verdad Abi? – habló Harry serio.

- No necesitas una buena escoba para ganar Harry – le dije seria.

- No soy nada sin esa escoba Abi.

- Si no eras nada sin tu escoba, entonces no te la merecías *referencia*– Harry no me respondió, se quedó pensando.

- Bueno y ¿qué apostaste entonces? – pregunto impaciente Ron.

- Ahora que lo pienso, no fue algo tan bueno – dije decepcionada – creo que primero les hubiera preguntado, sus opciones no eran tan malas.

- Tuvo que ser algo divertido al menos – dijo Fred.

- Bueno le dije que, si perdía, se pondrá un broche que diga “Soy un estúpido” por una semana.

- Bueno con eso me conformo – dijo George feliz – aunque pudiste pedirnos ayuda.

- ¿Y qué pasa si tu pierdes? – pregunto Harry ya más tranquilo.

- Seré su esclava por una semana – dije sin interés.

- ¿Estas, segura de la apuesta Abi? – pregunto no muy confiada Hermione.

- Esperen… ¿no confían ni en su equipo?

- No, no es eso…

- Hermione – la interrumpí – no soy tonta, no habría hecho esta apuesta si no estuviera segura de ello, yo sé que van a ganar.

Les sonríe a todos, y ellos me miraron muy felices.

- Pero hasta que eso pasé, tendrán que seguir soportando a Wood – dije burlándome.

- Tenías que arruinar el momento – dijo Ron tomando su jugo de calabaza.

(…)

La mayor parte de la clase de pociones, Malfoy se la paso imitando por toda la mazmorra a los Dementores.

Llegó un momento en que Ron no pudo soportarlo más y le arrojó un corazón de cocodrilo grande y viscoso, le dio en la cara y consiguió que Snape le quitara cincuenta puntos a Gryffindor.

- Si Snape vuelve a dar la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, me pondré enfermo - explicó Ron – Miren quien está en el aula.

Los cuatro nos asomamos y fue como si el día se iluminara después de días de fuerte lluvia.

- ¡Estupendo!

El profesor Lupin había vuelto al aula, ciertamente, tenía aspecto de convaleciente, las togas de siempre le quedaban grandes y tenía ojeras.

Sin embargo, sonrió a los alumnos y ellos inmediatamente empezaron a quejarse sobre el comportamiento de Snape durante la enfermedad de Lupin.

Tuvimos una clase muy agradable, el profesor Lupin había llevado una caja de cristal que contenía un hinkypunk, una criatura pequeña de una sola pata que parecía hecha de humo, enclenque y aparentemente inofensiva.

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