Capítulo 48

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- Mirar la bola de cristal es un arte muy sutil - explicó en tono soñador - No espero que ninguno vea nada en la bola la primera vez que mire en sus infinitas profundidades, comenzaremos practicando la relajación de la conciencia y de los ojos externos - Ron empezó a reírse de forma incontrolada y tuvo que meterse el puño en la boca para ahogar el ruido - Con el fin de liberar el ojo interior y la superconciencia. Tal vez, si tienen suerte, algunos llegaran a ver algo antes de que acabe la clase.

Sentía muy tonto mirar la bola de cristal sin comprenderla, intentaba vaciar mi mente de pensamientos que continuamente pasaban por ella, por ejemplo «qué idiotez».

No me ayudaba que Ron continuamente rompiera en risitas mudas ni que Hermione chascara la lengua sin parar.

- ¿Han visto ya algo? – pregunte después de mirar la bola en silencio durante un cuarto de hora.

- Sí, aquí hay una quemadura - dijo Ron, señalando la mesa con el dedo - A alguien se le ha caído la cera de la vela.

- Bien hecho Watson – le dije a Ron.

- ¿Quién es ese? – me pregunto.

Hermione y yo soltamos una risita.

- Esto es una horrible pérdida de tiempo - dijo Hermione entre dientes - En estos momentos podría estar practicando algo útil, podría ponerme al día en encantamientos estimulantes.

Acompañada por el susurro de la falda, la profesora Trelawney pasó por nuestro lado.

- ¿Alguien quiere que le ayude a interpretar los oscuros augurios de la bola mágica? - susurró con una voz que se elevaba por encima del tintineo de sus pulseras.

- Yo no necesito ayuda - susurró Ron - Es obvio lo que esto quiere decir, que esta noche habrá mucha niebla.

Harry, Hermione y yo estallamos en una carcajada.

- ¡Vamos! - nos llamó la atención la profesora Trelawney.

Al mismo tiempo que todo el mundo se volvía hacia nosotros, Parvati y Lavender nos miraban escandalizadas.

- Están perjudicando nuestras vibraciones clarividentes - Se aproximó a nuestra mesa y observó la bola de cristal - ¡Aquí hay algo! - susurró la profesora Trelawney, acercando el rostro a la bola, que quedó doblemente reflejada en sus grandes gafas - Algo que se mueve... pero ¿qué es?

- Niebla ¿Tal vez? – me burle, lo profesora me miro mal – Oh ya se ¿algo malo va a pasar?

- Muchacho... - La profesora Trelawney suspiró mirando a Harry - Está aquí, más claro que el agua, sí, querido muchacho... está aquí acechándote, aproximándose... el Gr...

- ¡Por Dios santo! - exclamó Hermione - ¿Otra vez ese ridículo Grim?

La profesora Trelawney levantó sus grandes ojos hasta la cara de Hermione, se incorporó y la contempló con ira.

- Siento decirte que desde el momento en que llegaste a esta clase ha resultado evidente que careces de lo que requiere el noble arte de la adivinación. En realidad, no recuerdo haber tenido nunca un alumno cuya mente fuera tan incorregiblemente vulgar.

Hubo un momento de silencio.

- Bien - dijo de repente Hermione, levantándose y metiendo en la mochila su ejemplar de Disipar las nieblas del futuro - Bien - repitió, echándose la mochila al hombro y casi derribando a Ron de la silla - ¡Me voy!

Y ante el asombro de toda la clase, Hermione se dirigió con paso firme hacia la trampilla, la abrió de un golpe y se perdió escaleras abajo.

La clase tardó unos minutos en volver a apaciguarse, parecía que la profesora Trelawney se había olvidado por completo del Grim.

Se volvió de repente desde a nuestra mesa, respirando hondo a la vez que se subía el chal transparente.

- ¡Aaaaah! - exclamó de repente Lavender, sobresaltando a todo el mundo - ¡Aaaah, profesora Trelawney, acabo de acordarme! Usted la ha visto salir ¿no es así, profesora? «En torno a Semana Santa, uno de ustedes nos dejará para siempre» Lo dijo usted hace milenios, profesora.

La profesora Trelawney le dirigió una amable sonrisa.

- Sí, querida. Ya sabía que nos dejaría la señorita Granger, una siempre tiene la esperanza, sin embargo, de haber confundido los signos... El ojo interior puede ser una cruz ¿saben?

Lavender y Parvati parecían muy impresionadas y se apartaron para que la profesora Trelawney pudiera ponerse en su mesa.

- Hermione se la está buscando ¿verdad? - susurró Ron a Harry, con expresión sobrecogida.

- Bueno tampoco es para que Hermione pierda su tiempo en esta asignatura – dije como si nada.

- ¿Y tú porque no te has ido?

La profesora Trelawney, volvió a irrumpir en nuestra mesa, y no me dejo contestarle a Ron.

- Mi niña – me llamo – Puedes decirme que vez es en la bola de cristal.

- Bien.

Esta vez me concentré un poco más para lograr comprender lo que ocultaba la bola de cristal, y me encontré con algo extraño.





💙

Slytherin's MasterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora