Capítulo 55

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- Vale, ¡quédate quieta, Scabbers!

Seguimos caminando, procuraba no oír el sordo rumor de las voces que sonaban detrás de nosotros.

Pero Ron volvió a detenerse.

- No la puedo sujetar... Calla Scabbers, o nos oirá todo el mundo.

La rata chillaba como loca, pero no lo bastante fuerte para eclipsar los sonidos que llegaban del jardín de Hagrid. Las voces de hombre se mezclaban y se confundían. Hubo un silencio y luego, sin previo aviso, el inconfundible silbido del hacha rasgando el aire.

- ¡Ya está! - susurró a Harry - ¡No me lo puedo creer!

- ¿Enserio? ¿Enserio… lo han hecho? – pregunte paralizada.

Los últimos rayos del sol arrojaron una luz sanguinolenta sobre los terrenos, en los que las sombras se dibujaban muy alargadas. A nuestras espaldas se escuchó un aullido salvaje.

- ¡Hagrid! – susurramos Harry y yo.

Sin pensar en lo que hacía, me di la vuelta al igual que Harry, pero Ron y Hermione nos detuvieron.

- No podemos - dijo Ron blanco como una pared - Se verá en un problema más serio si se descubre que lo hemos ido a visitar...

- ¿Cómo... han podido...? —pregunte jadeando - ¿Cómo han podido?

- Vamos - dijo Ron.

Reemprendimos el camino hacia el castillo, andando muy despacio para no ser descubiertos. La luz se apagaba, cuando llegamos a campo abierto, la oscuridad se cernía sobre nosotros como un embrujo.

- Scabbers, estate quieta - susurró Ron, llevándose la mano al pecho.

La rata se retorcía como loca, Ron se detuvo nuevamente, obligando a Scabbers a que se metiera del todo en el bolsillo.

- ¿Qué te ocurre tonta? Quédate quieta... ¡AY! ¡Me ha mordido!

- ¡Ron cállate! – susurre - Fudge se presentará aquí dentro de un minuto...

- No hay manera.

Scabbers estaba aterrorizada. Se retorcía con todas sus fuerzas, intentando soltarse de Ron.

- ¿Qué le ocurre? – pregunte.

Crookshanks se acercaba a nosotros sigilosamente, arrastrándose y con los grandes ojos amarillos destellando pavorosamente en la oscuridad, no sabía si el gato nos veía o se orientaba por los chillidos de Scabbers.

- ¡Crookshanks! - gimió Hermione - ¡No, vete, Crookshanks! ¡Vete!

Pero el gato se acercaba más...

- Scabbers... ¡NO!

La rata escapó por entre los dedos de Ron, se echó al suelo y huyó a toda prisa, de un salto, Crookshanks se lanzó tras el roedor, y antes de que pudiéramos detenerlo, Ron se salió de la capa y se internó en la oscuridad.

- ¡Ron! – le llamamos los tres.

Salí de la capa de invisibilidad y comencé a seguir a Ron, Harry y Hermione nos seguían con la capa.

- Abi regresa – me hablaban.

Después de un rato los dos se quitaron lo capa.

- Aléjate de él... aléjate... Scabbers, ven aquí...

Escuche un golpe seco.

- ¡Te he atrapado! Vete, gato asqueroso.

Casi chocaba contra Ron, estaba tendido en el suelo, Scabbers había vuelto a su bolsillo y Ron sujetaba con ambas manos el tembloroso animal.

- Vamos Ron, volvamos a cubrirnos - dijo Hermione jadeando.

- Dumbledore y el ministro saldrán dentro de un minuto – le dije.

Pero antes de que pudiéramos volver a ponernos la capa, antes incluso de recuperar el aliento, escuche los pasos de unas patas gigantes. Algo se acercaba en la oscuridad, un enorme perro negro de ojos claros.

El perro había dado un gran salto y sus patas delanteras golpeando a Harry en el pecho, provocando que cayera al suelo.

Buscaba mi varita, pero no podía sacarla, escuche rugir al animal, preparándose para un nuevo ataque.

Ron se levantó, cuando el perro volvió a saltar contra nosotros, Ron empujó a Harry hacia un lado y el perro mordió el brazo estirado de Ron.

Harry embistió y agarró al animal por el pelo, pero éste arrastraba a Ron con tanta facilidad como si fuera un muñeco de trapo.

De pronto algo me golpeo con mucha fuerza que me hizo caer al suelo, escuche a Harry y Hermione chillar de dolor y caer también, por fin logre sacar mi varita.

- ¡Lumos! - susurre.

La luz de la varita iluminó un grueso árbol, habían perseguido a Scabbers hasta el sauce boxeador, y sus ramas crujían como azotadas por un fortísimo viento y oscilaban de atrás adelante para impedir que nos aproximáramos.

Al pie del árbol estaba el perro, arrastrando a Ron y metiéndolo por un hueco que había en las raíces. Ron luchaba denodadamente, pero su cabeza y su torso se estaban perdiendo de vista.
Corrí rápido tras Ron, evitando las ramas del sauce, pero una de ellas me derribo de un golpe.

- ¡Ron! - grite.

Lo único que podían ver ya de Ron era la pierna con la que el muchacho se había enganchado en una rama para impedir que el perro lo arrastrara. Un horrible crujido cortó el aire, la pierna de Ron se había roto y el pie desapareció en aquel momento, seguido de Crookshanks.

Intente cruzar de nuevo al sauce y por fin lo logre, dejando atrás a Harry y Hermione nuevamente, en este momento me preocupaba más Ron.




















¡Santa Cachuca!
Se está poniendo bueno jajaj
💙

Slytherin's MasterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora