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El concierto había sido grandioso, Maya y Monae lo disfrutaron muchísimo, cantaron a todo pulmón y grabaron lo más que pudieron. Harry cantó como los mismísimos ángeles y su toque cómico fue lo mejor de la noche.

La mejor parte, lo que Monae estaba esperando desde hace años, estaba por llegar, le dieron indicaciones a las hermanas para mantenerse en la fila, faltaba muy poco para conocer a Harry Styles. Mientras más cerca estaba menos lo podía creer, sentía que sus piernas flaqueaban al saberse en la misma habitación que él, no podía verlo, habían muchas personas por encima de ella, hasta que poco a poco fueron disminuyendo y lo vió. Sintió que el mundo a su alrededor se desplomaba, se quedó paralizada en su lugar, tuvo que llevarse una mano al pecho para saber si aún latía su corazón, lo hacía, estaba viva y temía despertar del sueño, amaba a Harry Styles, no le interesaba si era famoso o no, si era rico o pobre, le gustaba él solo como persona y añoraba conocerle, añoraba poder charlar con él por horas, riendo y compartiendo miedos y secretos, virtudes y defectos. Pero nadie la entendía. Ella creía que al ir madurando su extraña obsesión por un artista se esfumaría, hasta que comprendió que no era un capricho de niña, era amor, muy real, nadie más debía comprender, solo ella.

◾️◾️◾️

—Harry viene la chica de los boletos, ya sabes qué hacer. Los fotógrafos les tomarán todas las fotografías posibles, lo que resta lo hará ella, asegúrate de hacerla sentir agradecida contigo.

Harry estaba tan cansado que no pudo evitar lanzar una mirada furiosa a Jeff, no le molestaba conocer a sus fans, pero el concierto había sido agotador y lo único que deseaba era descansar, las intenciones de su manager no le agradaban para nada, estuvo a punto de lanzar una maldición, pero giró la cabeza y la vio, fue como una bocanada de aire fresco, ella estaba solo parada ahí con sus ojos bien abiertos y una expresión de adoración. Harry sonrió y le tendió la mano, la chica reaccionó y se acercó a él.

—Hola, soy Monae —Dijo tímidamente tomando su mano—. Es un gusto conocerte, y-yo siempre soñé con esto.

Harry sonrió por la ternura que la chica proyectaba, sus ojos brillaban, jamás había visto ojos oscuros tan bellos, era mucho más bajita que él y sintió tantas ganas de tomarla en brazos que tuvo que dar un paso atrás.

—Hola Monae, es un gusto conocerte. Aprecio mucho que hayas aceptado venir y es grato saber que aún existen personas tan honestas y amables como tú —Sonrió—. ¿Te parece si seguimos con las fotos?

—¡Claro! Disculpa estoy en shook o algo —Sonrió nerviosa.

Los fotógrafos tomaron innumerables fotografías, y llegó el momento de despedirse, lo que para ella habían sido como horas, apenas habían sido minutos, pero el estar cerca de él eso era, el tiempo se detenía, y no existía nada más a su alrededor, también lo sentía solo al escuchar su música.

En el camino de vuelta a casa Monae solo podía revivir el momento en su mente. Al tumbarse esa noche en su habitación decidió ver sus fotos, eran bastante normales, sonriendo a la cámara, abrazados, solo platicando y demás, habían tres en especial que llamaron su atención, y estaba segura de que buscaría la manera de enmarcarlas para siempre, la primera: ambos girando su cabeza hacia el otro, mirándose a los ojos, o eso parecía. La segunda: Harry besaba su mejilla y la tercera: un abrazo que se veía tan cálido, se recordó en sus brazos y cerró los ojos, era una sensación que jamás olvidaría, el aroma tan dulce que Harry desprendía aún lo sentía impregnado en sus fosas nasales, sin duda sería algo que guardaría por el resto de sus días en su mente, esa noche durmió tan plena y feliz como nunca antes.

A la mañana siguiente despertó algo tarde, se sentía cansada de repente. Bajó a la cocina para merendar algo, Maya se encontraba ahí ya desayunando.

—Buenos días, bella durmiente, te dejé comida en el horno, no hace mucho que la terminé, seguro sigue tibia.

—Gracias Maya —Sonrió y dio un beso en la cabeza a su hermana—. Que grandioso día tuve ayer, aún no puedo creerlo —Sacó la comida del horno y se sentó junto a su hermana—. Ayúdame, quiero subir las fotografías de ayer a mi Instagram, ¿puedes elegirlas? Las que más te gusten.

Maya observó con detenimiento las fotos y eligió las tres favoritas de Monae, además dos más en el concierto, ella se las había tomado, en una Monae estaba de espaldas observando a Harry, en la otra volteó a la cámara, de fondo podía verse a Harry cantando con la pasión que lo caracteriza. Subió sus fotografías con una tierna descripción

"Los sueños si se cumplen, este hombre es el ser más maravilloso en la Tierra, no lo merecemos."

Etiquetó a Harry aunque sabía que era imposible que la notara. Recibió likes y comentarios de sus amigos, ex compañeros y hasta de personas que no conocía. Se asombró al ver la cantidad de personas que le escribían, no le tomó tanta importancia y se dispuso a ducharse.

—¡Mon, Mon! —Entró alterada al baño.

Monae se sobresaltó al escuchar a su hermana.

—¡Qué mierda te pasa, me asustaste Maya!

—¿Acaso no has visto quien dio like a tus fotos? ¡Te vas a morir!

Monae salió de la ducha y se cubrió con la toalla. —No juegues así, o será otra la muerta.

—Míralo tu misma pescadilla —Rió y salió del baño. Monae corrió a su habitación y tomó rápidamente su celular.

Habían páginas de fans que compartían las fotos y describían lo que había pasado, entró a su publicación y revisó los likes, Maya no mentía, Harry Styles había dado like, no lo podía creer, ni siquiera en sus sueños más locos lo imaginó.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora