EPÍLOGO: Monae Lladza

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Tenía la impresión de que cada vez sonaban más fuertes los gritos de euforia. El amor de mi vida desde que tenía 12 años seguía siendo un fenómeno mundial 15 años después. Harry seguía llenando estadios y no podía estar más orgullosa de él, los años le sentaban de maravilla y su música sonaba cada vez mejor.

Este era el último concierto de su gira, tomaría un descanso, viajaríamos por el mundo y escribiría más música. Acompañarlo en sus sueños, tal como él hace conmigo, es lo que más disfrutamos hacer, estos últimos 4 años juntos han sido los más maravillosos de mi vida entera. Harry cantaba mi canción favorita, viéndome directamente a los ojos y con una sonrisa deslumbrante como cada vez que la interpretaba. Le devolví la sonrisa sonrojándome como si fuera la primera vez que lo viera dedicarme una canción.

Pronto los recuerdos comenzaron a fluir, retrocedí hasta nuestro primer encuentro, era una fan ansiosa de verlo, es increíble pensar en todo el camino que hemos recorrido, jamás podría haberme imaginado que algo tan irreal, algo que estuvo presente en mis sueños por tantos años, se volvería una realidad.

Recordé nuestra primera discusión, sin duda hemos madurado bastante, la comunicación ha incrementado y ahora sabemos resolver los problemas juntos, mejor que antes. El peor día de mi vida vino a mi mente, aquel donde escuché toda la verdad. Hice una mueca involuntariamente y luego solté una pequeña risa, Harry me miró divertido y solo atiné a lanzarle un beso.

Dejé que más recuerdos vinieran a mi mente, el terrible dolor que sentí cuando me alejé de Harry y lo sola que me sentía en España. Volteé a mi lado, Antonio me regresó la mirada, sonreía sosteniendo la mano de su nueva compañera de vida, Gemma, mi cuñada. Se habían conocido en uno de los viajes que Harry y yo hicimos a España hace dos años. Los recursos para nuestro hospital comunitario se habían agotado, Harry se volvió accionista mayoritario, ayudándonos a terminar la obra, fue el mejor regalo de cumpleaños para mi, y ahora era muy querido por los niños de la comunidad, no por ser Harry Styles el cantante, sino por ser Harry Styles el hombre que les brindó apoyo y medicinas a todos. No podía estar más enamorada de este maravilloso hombre.

Seguía deleitándome con la melodiosa voz del amor de mi vida, sonreí y pude notar como sus ojos centellearon al verme. Recordé aquella noche que asustada le confesé con voz temerosa las sospechas de un posible embarazo. Todo el temor se había esfumado cuando pude ver cómo una sonrisa se expandía por toda su cara y sus ojos comenzaban a inundarse. Involuntariamente toqué mi plano vientre. Esa vez solo había sido un falso positivo, y con tristeza recordé la decepcionada mirada de Harry, él realmente quería ser padre. Después de ese día, seguíamos intentando concebir, pero no sucedía, lo reconfortaba recordándole que el destino siempre tenía un plan para nosotros.

Presté mayor atención a Harry cuando lo escuché hablar, no supe en qué momento había acabado de cantar.

—¡Muchas gracias por venir esta noche! Soy Harry Styles y estoy muy feliz de tocar para ustedes. Nos queda una canción más, una de mis álbumes antiguos —La multitud gritó haciendo a Harry sonreír—. Esta noche es muy importante para mi, es por ello que necesito que canten conmigo muy fuerte, para mi querida esposa, ¡Feliz aniversario, cariño! Caminaría por el fuego por ti.

Antonio me codeó suavemente y Harry lanzó un beso hacia mi antes de iniciar a cantar y la multitud se volvió loca. Después de tanto tiempo juntos el mundo aceptaba muy bien nuestra relación, si Harry es feliz, entonces sus fans también lo son. Una pequeña lágrima rodó por mi mejilla, sonreí al momento que la limpiaba con mis dedos, me sentía tan afortunada de estar aquí. Dios mío, ¡Que sensible!

Finalmente el concierto terminó y todos nos encontramos en el Backstage para felicitar a Harry y a su equipo por una era más que finalizaba. El éxito era algo que estaría en sus vidas por siempre, estaba segura.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora