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Durante los días después de esa visita al barrio a las afueras de la ciudad, Antonio y Monae empezaron con su lucha a favor de los niños. A ella no le había costado mucho encariñarse con ellos, eran niños realmente encantadores y estaba dispuesta a luchar por ellos hasta conseguir igualdad de oportunidades.

Al regresar a casa ese día, había recordado parte de su conversación con Antonio: desaparición, posible rompimiento, película. Eso había despertado su curiosidad, en todas estas semanas apartada de todo lo que tuviera que ver con Harry, ahora se debatía entre investigar o no. Tomó su celular al momento que sonó, dio un respingo y abrió sus ojos con sorpresa.

—Dios mío, si esta es una señal, entonces la tomo —Suspiró aún anonadada.

Pulsó su pantalla para responder la llamada con un leve: Hola. Nadie podría brindarle mejor información.

—¿Manae? ¡Por Dios, Monae! Por fin respondes, te he tratado de localizar el último mes. ¡Creí que tal vez estarías muerta!

—Estoy viva —Respondió a su broma soltando apenas una risa—. Lo siento, Sarah yo...realmente quería alejarme de todo.

—No, yo lo lamento. Te extraño tanto, Mon. Te juro que no sabía nada, pero debí saberlo, después de todos los focos rojos que veía en Mitch. Él...lo sabía.

—Era de imaginarse, esos dos son como uno mismo, no creo que tengan secretos —Suspiró—. Honestamente, creí que hasta tú lo sabías. Me sentí como la burla de todos ahí.

—Jamás podría burlarme de ti. Te considero mi amiga, te he echado de menos. ¿En dónde estás?

—También te he extrañado, Sarah. Y espero que entiendas que no puedo decírtelo —Bufó—. No quiero que él...

—Él no está aquí —Interrumpió.

—¿Sarah?

—Quieres saber sobre él, ¿no? —Soltó una leve risa—. Vaya, chica masoquista.

—Supe algo sobre una...¿desaparición? O algo así. Me dejó un poco consternada, ¿E-él está bien?

—Regresó hace apenas unas semanas. Pero nadie sabe a dónde fue o por qué se fue tan apresuradamente —Hizo una pausa—. Se encerró con Jeff una tarde en el estudio y de repente dejó todo y solo se fue, sin decir nada. Yo no lo he visto, es solo por lo que me he enterado de Mitch. Regresó exactamente un mes después, y...

—Y... —Monae se impacientó ante la larga pausa—. Vamos, Sarah.

—Y todo parecía normal, aceptó la película, se mudó a Los Ángeles y parece ser el mismo Harry de siempre.

—Aceptó la película —Dijo más como afirmación que como pregunta. Cerró los ojos con fuerza limpiando rápidamente una traviesa lágrima que logró colarse. Harry había seguido con su vida sin rastro de remordimiento por haber lastimado a otra persona.

—¿Monae? ¿Sigues ahí?

Aclaró su garganta. —Estoy aquí. Es obvio que todo estaría bien, como si nada hubiera pasado, jamás fue importante para él, solo le importa su fama. Qué equivocada estaba ¿no?

Escuchó a Sarah suspirar.

—Mitch y yo nos distanciamos, después de enterarme que él también estuvo mintiéndome a mí por no decirme lo que pasaba en realidad con Harry —Hizo una pausa—. Pero escucha Mon, no habría aceptado seguir con él si no me hubiera afirmado que Harry no quería esto.

—No pueden defender lo indefendible, Sarah. Harry lo sabía desde el inicio y aún así decidió seguir con la farsa. Mintió, y no importan las circunstancias que lo hayan orillado a eso, debió ser honesto, tal vez yo...lo habría ayudado —Bufó—. No sé, al menos así no me habría enamorado como una estupida.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora