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Los shows de Harry iban de maravilla, según lo que él le contaba cada noche mientras charlaban por videollamada. Habían pasado 3 semanas ya y desde entonces no habían perdido contacto para nada, aunque claro que no eran charlas constantes, ambos tenían cosas que hacer y lo entendían perfectamente. Esta noche Harry se encontraba notoriamente algo nervioso, lo cual confundía a Monae, ¿Acaso hoy no quería platicar con ella?

—¿Estás bien? Haz estado algo...callado —Preguntó alzando una ceja—. ¿Pasó algo?

Harry apretó sus labios y miró fijamente a la cámara, Monae podía sentir el calor de su mirada aún a través del cristal del celular y con varias millas de distancia.

—E-Es...—Tartamudeó—. Quiero invitarte a venir —Soltó más tranquilo—. En una semana me presentaré en París, quiero que vengas a París conmigo ese fin de semana.

Monae quedó sin habla y sus ojos —como es costumbre ya— estaban tan abiertos que le producía dolor.

—Harry yo...—Suspiró—. Me encantaría pero, no sé si podré costearme el viaje, no he ahorrado mucho, en casa hay muchos gastos y...

Harry interrumpió.

—Dije que quiero que vengas —Sonrió—. Jamás dije que tendrías que pagar algo. Vamos, quiero invitarte a París.

—No podría aceptar algo así, sería como aprovecharme de ti, y no creo que sea lo correcto.

—No lo pediste tú, te lo pedí yo, quiero invitarte. Envié tu boleto desde Noruega por la tarde, seguramente mañana temprano estará en tu puerta —Sonrió satisfecho, pero suspiró apretando los labios—. No te sientas presionada, eres libre de pensarlo.

—Muchas gracias Harry, no debiste molestarte.

—Quiero verte, tenía que hacerlo.

Después de una larga charla, decidieron que era momento de terminar con la llamada. Monae había pensado en la invitación de Harry toda la noche, no sabía si debía aceptar, París era su ciudad de ensueño, y ver a Harry era algo que ahora sentía necesitar. Él tuvo razón, su boleto de avión llegó muy temprano la mañana siguiente, pero dado a que aún no había tomado una concreta decisión, lo metió en un cajón y trató de ignorar el hecho de que estaba ahí. Al regresar del trabajo ese día, se tumbó con cansancio al sofá, encendió la televisión y comenzó a cambiar de canales.

—Hola pez, te ves terrible. ¿Como te fue hoy?

—Me fue bien, solo que no dormí muy bien anoche —Resopló.

—Estuviste platicando con Harry, ¿no?

Monae sonrió, era imposible como el solo escuchar su nombre le cambiaba el animo por completo.

—Si. Me invitó a pasar el fin de semana en París con él.

—¿Bromeas? ¡Tienes que ir!

—No Maya. Lo pensaré, aún no sé si es lo correcto.

Maya estaba a punto de refutar, pero Monae alzó un dedo haciéndola callar inmediatamente, tenía la mirada fija en la televisión. Era Harry, Harry estaba en televisión, repetían en un programa de chismes el video de una entrevista que dio más temprano en uno de esos programas europeos para promocionar su trabajo, pero claro que a las entrevistadoras no se les escapaba la oportunidad para sacar información de su vida privada.

—Harry vimos las fotografías con la chica misteriosa, no es la primera vez que te vemos acompañado de ella. ¿Están saliendo? ¿Es famosa?

Harry apretó los labios.

—Bueno...salgo con ella, pero es una amiga, muy especial para mi.

—¿Solo una amiga o tal vez algo más? —Inquirió el entrevistador con ojos intuitivos.

Harry sonrió.

—Bueno, no lo sé aún, quién sabe, tal vez si, tal vez no.

—Oh vamos, tus ojos brillaron al solo decir eso.

—Es una chica muy especial, solo diré eso.

La entrevista paró ahí y las conductoras del programa seguían hablando, pero Monae ya no podía prestar atención, estaba anonadada por haber escuchado a Harry decir tales cosas.

—¡Monae! —Maya parecía haberle estado hablando por horas, pero su hermana sólo tenía ojos y oídos para la televisión.

—¿Acaso escuchaste? Harry hablaba de mi.

—Escuché. Lo ves, no deberías tener dudas, ve a París con Harry.

—Los medios ahora lo tienen en la mira, será muy difícil pasar desapercibida mientras esté con él.

—Harry sabrá qué hacer, él lo dijo, quiere estar contigo, en algún momento tendrán que enterarse de que la chica misteriosa eres tú y aceptar tu amistad con Harry.

—Ir a París...con Harry —Suspiró—. Eso debería ser ilegal, por Dios es un sueño.

—Él te invitó Monae, no dejes ir la oportunidad.

Monae negó notablemente frustrada ante la situación al no saber qué hacer.

—Iré a bailar un poco, y por la noche charlaré con Harry. Tomare una decisión.

Al estar en el estudio y después de marcar los primeros pasos, se sintió relajada por primera vez en el día, después de dos horas regresó a casa, tomó una ducha, se colocó su pijama y bajó a cenar con su hermana. Agradeció que no volviera a tocar el mismo tema, aunque sabía que era cuestión de minutos para que Harry llamara.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora