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Los aplausos podían oírse tan fuertes que aún cuando sabía que probablemente estarían ovacionando al participante que acababa de terminar su presentación, Monae sentía que eran para ella, para su danza; aunque podía estar segura de un par de manos aplaudiendo solo para ella: las de Harry.

Habían pasado dos meses ya desde que inició con su nuevo trabajo, Harry la acompañaba cada vez que podía, y eso era la mayoría del tiempo. Cada noche que se presentaba y cada performance que Monae tenía, los dedicaba exclusivamente a él, amaba que la viera bailar tanto como él amaba admirar su danzar.

Dos semanas después de iniciar con esta nueva experiencia, Monae sintió que era demasiada presión, su cuerpo comenzaba a doler e incluso a debilitarse, no rendía en ninguno de sus dos empleos, temía decepcionar a Richard, a Harry y sobretodo, a su madre. Pero siguió su corazón y basándose en la plática que había tenido semanas antes con su hermana decidió dejar el hospital. Al tomar su decisión, Alexa, su madre, partió en llanto, e incluso fue tanto su coraje que estuvo molesta con ella por días, Monae jamás quiso decepcionarla y su padre la alentaba diciéndole lo orgullosa que estaba de ella por seguir sus sueños. Pocos días después, William ayudó a recapacitar a su mujer, y Alexa, a pesar de la decisión que Monae tomó, sintió alegría por ver a la menor de sus hijas haciendo lo que más feliz le hace, verla triunfar, lo que siempre quiso lograr.

—¡Estuviste impresionante hoy! —Harry corrió tras bastidores para reunirse con su novia apenas el show terminó.

Monae rió y besó la mejilla de su novio en agradecimiento. —Cada noche que vienes a las presentaciones lo dices. Gracias por estar aquí.

—Eso es porque cada vez lo haces mejor y mejor —Sonrió y estrechó a Monae en sus brazos—. Me encanta verte bailar, mi amor.

Monae se sonrojó como cada vez que Harry la llamaba así. Alzó su rostro para estar a la altura de sus labios, aunque la diferencia de altura era notable, Harry sabía que ese gesto significaba querer besarlo, extendió una media sonrisa por su rostro y cedió ante el gesto de su novia, rozando sus labios romántica y profundamente. Estos últimos meses los habían disfrutado mucho, su relación estaba en su mejor punto, incluso a las admiradoras de Harry les agradaba su elección de pareja, cada vez eran más comentarios buenos que malos. También habían salido bastantes fotografías de ellos, y por la calle algunas veces lograban reconocer a Monae, al principio la incomodaba muchísimo, pero ahora lograba soportarlo.

Al separar sus labios ambos sonrieron aún con los ojos cerrados, no les importaba quien pudiera estarlos viendo.

—¡Consíganse un cuarto! —Escucharon que alguien decía entre risas. Era Bette una de las compañeras de Monae junto a algunos otros amigos del grupo. Monae rió sonrojada junto a Harry.

—Consíguete un novio, Bette. Déjame disfrutar a la mía —Dijo Harry entre risas, consiguiendo un leve codazo en las costillas de parte de su novia, lo que lo hizo soltar una carcajada—. Vamos, cariño. Te llevaré a celebrar.

Harry tomó la mano de Monae y la escoltó hasta su auto, condujo por la ciudad hasta llegar a un pequeño restaurante. Ambos bajaron y enseguida ordenaron sus platillos.

—Debería avisar en casa que llegaré tarde.

—No es necesario, cuando pasé a buscarte hoy antes de tu presentación, Maya fue quien abrió la puerta y avisé que saldríamos a cenar —Sonrió.

Monae alzó las cejas divertida.

—Ustedes dos planean mi vida mejor que yo.

Harry rió y se rascó la nuca como signo de nerviosismo. —No es esa nuestra intención, pero tengo que decirte algo.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora