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El mes decembrino ya estaba a escasos días de finalizar, al igual que las fiestas a la vuelta de la esquina. Harry y Monae habían disfrutado de todos estos días juntos, con amigos, Maya y la familia de Harry, todos se habían vuelto muy cercanos, casi como una gran familia, y Monae se sentía muy feliz por tener a tantas personas tan maravillosas a su al rededor.

Esta mañana Harry se encontraba desayunando con su novia y su cuñada, en el departamento de estas mismas, la víspera de Navidad estaba a punto de llegar, a Monae le emocionaban estas fechas, le agradaba siempre pasarlas en familia, aunque este año no podía evitar sentirse nostálgica por estar tan alejada de sus padres. Su humor los últimos días había cambiado, y sabía que se debía a la furia de no poder celebrar con su familia como cada año.

—¿Qué planes tienen para mañana? — Harry preguntó sonriente, sacándola de sus pensamientos.

—Quise salir con Monae a cenar a algún buen lugar —Suspiró y miró por el rabillo del ojoa su hermana—. Pero no quiere salir, ni celebrar.

—Pienso que no tiene mucho caso, podríamos cenar aquí y descansar desde temprano, siempre nos quejamos de no dormir lo suficiente, mañana me parece una buena oportunidad para eso —Se encogió de hombros.

—De ninguna manera, mi mamá las espera en casa —Sonrió—. Además tendremos unos invitados especiales, no puedes perdértelo, será divertido.

—Harry, por favor no, agradecemos tu invitación, pero...

—Está decidido —Besó su mano.

Monae bufó, y retiró su mano, comenzaba a ponerse de mal humor, así que solo pensó en ignorarlos y mañana simplemente no iría, después de mandarle un mensaje a Anne disculpándose, por supuesto.

—¿Han hablado con sus padres?

—Cada día, aunque anoche no respondieron, debería llamarlos —Monae se levantó del desayunador con molestia dirigiéndose a las escaleras. Harry la miró divertido mientras Maya miró a Harry disculpándose por la actitud de su hermana.

—Disculpa, ella solo está triste y algo furiosa porque papá y mamá no pudieron venir ni siquiera para las fiestas. No es nada contra ti.

Harry sonrió haciendo un gesto con sus manos, haciéndole saber a Maya que no se preocupara. El timbre sonó de repente, y Maya estuvo a punto de levantarse, pero Harry la detuvo.

—No te preocupes, iré yo, aún no has terminado de desayunar —Harry se levantó de la mesa y gritó hacia las escaleras—. Cariño, creo que la llamada no será necesaria.

Rió y se dirigió a la puerta, Maya lo observaba confundida. Escuchó a Harry abrir la puerta y murmurar algo indescifrable.

—No respondieron, ¡Carajo! —Bajó indignada Monae y se dejó caer bufando en la silla en la que se encontraba desayunando antes—. ¿Qué es todo ese escándalo de Harry?

—¿Qué son esos modales señorita?

Ambas hermanas alzaron la vista y sus bocas casi pudieron tocar el suelo.

—¿¡Qué diablos!? —Monae se levantó de su silla y corrió a abrazar a sus padres, Maya se unió al abrazó y Harry solo los observaba sonriente.

—Mon, qué expresiones son esas —Rió.

Monae cubrió su boca divertida. —Lo siento. Pero ¿Qué hacen aquí? ¿Cuándo llegaron? Por Dios, creí que jamás vendrían.

—Harry fue quien nos hizo venir —Miró sonriendo hacia Harry—. Él nos contactó por medio de la empresa, nos dijo lo mucho que nos extrañabas a tu padre y a mi, quiso darte una sorpresa para Nochebuena.

Monae se colocó frente a Harry y entrelazó sus brazos en su cuello, dándole un fuerte y cálido abrazo.

—Eres maravilloso, gracias —Dijo sobre su cuello y suspiró—. Lamento haber tenido un genio espantoso el día de hoy, no quería ser descortés —Lo miró a los ojos aún sin acortar la distancia entre sus cuerpos—. Te quiero, es la mejor sorpresa del mundo.

Harry sonrió ampliamente y besó la frente de su novia.

—No fue nada, cariño. Sé lo mucho que los extrañaste, y me parece un buen regalo de navidad. —Tocó la nariz de Monae divertido y ella la arrugó—. Los dejaré para que puedan charlar y pasar tiempo en familia, me dio gusto conocerlos y los espero a todos mañana en casa para la cena.

—Muchas gracias, muchacho —El padre de Monae palmeó suavemente el hombro de Harry—. Gracias por cuidar de mi hija, y por organizar esta sorpresa para ellas.

—No fue nada, que tengan linda tarde.

Harry se despidió de los padres de Monae con un apretón de manos, y junto con Monae se dirigió a la entrada para dejar a la familia a solas.

—Harry, te agradezco sinceramente lo que hiciste hoy, me regresaste una felicidad que poco a poco se iba yendo, ver a mis papás era lo que más deseaba últimamente —Sonrió.

—Haría cualquier cosa por verte feliz, cariño. Tus ojos brillan tanto y tu sonrisa es tan grande que no puedo evitar sentirme feliz por ti también.

Monae se sonrojó y dio un corto beso en sus labios.

—¿Cómo los contactaste?

Harry Rió —Investigué sobre la empresa de tu padre, y llamé hace unos días. Fue difícil, tardé algunas semanas en encontrarlo.

Monae lo abrazó tan fuerte que sintió sus brazos doler, le enternecía tanto la acción de Harry que sentía quererlo aún más. Después de agradecerle por última vez su gesto, Monae lo vio partir por el ascensor, suspiró antes de regresar dentro y sintió su celular vibrar. Era Harry.

"Olvidé decirte que también te quiero"

Fue todo lo que dijo, respondiéndole lo que ella había dicho hacía un rato. Su sonrisa no podía ser más grande, este día estaba siendo perfecto para ella.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora