Resopló al dejarse caer sobre su cama aún con el cabello húmedo. Apenas llegó a casa del trabajo tomó una ducha para arreglarse para su cita con Harry. Su día había sido agotador, pero cancelar sus planes no era opción, Harry vino a su mente y sonrió, inmediatamente se levantó de la cama para seguir con su cabello. Minutos después llamaron a su puerta.
—Mon, llegó Harry —Sonrió—. Te espera en la sala.
—Gracias Maya. Voy enseguida.
Monae se dio un último vistazo en el gran espejo de su habitación, llevaba jeans, una blusa de un rosa muy pálido con mangas y tenis, hacía un día agradable, y escogió ropa cómoda para disfrutar del concierto en la noche. Salió de su habitación y bajó hasta la sala, sonrió al ver a Harry y Maya charlar animadamente. Al ver a Harry sintió cómo su energía subió al instante, todo cansancio se había esfumado de repente.
—Mon, hola —Harry sonrió y se acercó a ella para besar su mejilla, Monae solo sonrió.
—Por fin bajas, pez, creímos que estarías dormida ya —Rió.
—¿Pez? —Harry rió.
Monae se sonrojó, nunca se había sentido más avergonzada del apodo que su familia le había dado desde pequeña. Se había ganado ese apodo ya que cada vez que hacía un berrinche de niña o simplemente se enfurecía, fruncía la boca, sus padres reían y desde entonces la comparaban con un pececito.
—E-eh, mi familia me puso ese apodo —Rió nerviosa.
—Hace boquita de pez cada que se enfurece, así que se ganó el apodo a pulso —Rió ahora Maya. Monae volteó a verla con ojos sugestivos, haciéndola callar de inmediato.
—Es un lindo apodo —Sonrió y acarició la mejilla de su novia—. Eres un lindo pececito.
Monae se sonrojó.
—¿Estás lista para irnos?
—Súper lista —Sonrió y abrazó a su hermana—. Regreso más tarde Maya.
—Que se diviertan, tórtolos.
Harry y Monae salieron del edificio tomados de la mano, al llegar al auto Harry abrió la puerta para ella, ayudándola a subir, rodeó el auto y se situó junto a ella.
—¿A dónde iremos? —Preguntó curiosa.
—Es una sorpresa —Harry la miró a los ojos y no pudo resistir acercarse a sus labios dándole un corto y lento beso. Al separarse sonrieron y Harry empezó a conducir—. ¿Cómo estuvo el trabajo hoy?
Monae suspiró y recostó su cabeza en el asiento —Muy cansado, tuve una larga mañana, pero todo bien.
—¿Segura? ¿Preferirías quedarte en casa a descansar? Podría quedarme contigo.
—Por supuesto que no —Sonrió—. El verte me ha recargado la energía, no te preocupes.
Él asintió y siguió conduciendo, después de un rato llegaron a su destino, Harry volteó al asiento de Monae y la vio con los ojos cerrados, seguramente dormida. Sonrió al ver lo tierna e indefensa que se veía, bajó del auto hasta su lado, abrió la puerta y acarició su mejilla.
—Mon. Mon, llegamos —Besó su mejilla y ella comenzaba a moverse.
—¿Harry, llegamos? —Dijo abriendo sus ojos lentamente—. Dios, ¿me dormí? Que pena, disculpa.
Harry rió —Me alegra que descansaras un ratito —Sonrió y besó su sien—. Vamos, baja.
Monae hizo caso. Se encontraban en un grande campo, a lo lejos podrían observarse globos aerostáticos.
—¡Harry mira! —Señaló Monae uno de ellos—. Se ve tan pequeño a lo lejos —Rió emocionada—. Jamás había visto uno real.
Harry rió y tomó su mano para llevarla más adelante. Monae estaba tan distraída viendo hacia el cielo maravillada que no se dio cuenta de lo que pasaba al rededor.
—¿Estás lista? —Preguntó Harry de repente.
Monae regresó su vista a él —¿Lista para q...—Antes de poder terminar su pregunta se dio cuenta y abrió los ojos, estaban parados frente a un globo esperando a ser abordado—. Harry y-yo...
Harry rió —¿Te da temor? —Monae asintió, él tomó sus mejillas acariciándolas—. Estaré contigo, no pasará nada, te gustará.
Monae sonrió y con el simple tacto de Harry se sintió más segura, asintió dejando a Harry tomar su mano para ayudarle a subir, esperaron instrucciones del personal y unos minutos después se encontraban volando sobre la bella Londres. Monae sentía mucho temor, pero con la compañía de Harry y la perfecta vista poco a poco se fue relajando.
—Que vista tan preciosa —Dijo asombrada. Se giró hacia Harry y lo abrazó—. Gracias por todo lo que haces, Harry. Tus sorpresas son las mejores.
Harry acarició su cabello —No es nada, es un placer para mi.
Se quedaron abrazados observando la vista por largos minutos, Harry sentía a Monae titiritar de repente, la temperatura estaba bajando conforme la tarde caía.
—Estás temblando, cariño —Harry se quitó su chaqueta de punto y la colocó sobre los hombros de Monae, de inmediato sus fosas nasales se impregnaron con el exquisito olor que desprendía la chaqueta de Harry.
—Harry no, tendrás frío, puedo aguantar —Sonrió, pero Harry negó dándole un beso en la frente —Gracias entonces.
La tarde caía, y el globo descendía lentamente, el paseo había llegado a su fin, y la arena los esperaba. Harry condujo rápidamente hasta llegar al lugar del concierto. Entraron hasta el camerino para que Harry se cambiara y vocalizara un poco, Sarah acompañó a Monae todo el rato mientras sus compañeros se alistaban, ella era una persona realmente agradable, y juntas habían entablado una amistad que seguramente perduraría.
—Estás muy enamorada ¿no? —Dijo Sarah riendo al percatarse hacia dónde Monae tenía su vista perdida.
—¿Eh? —Se sonrojó como si la unieran descubierto haciendo algo indebido—. Bueno, es muy pronto para considerarme enamorada —Rió—. Pero a una persona como él es difícil no adorarlo.
—Harry es una persona increíble, gentil, amable, tiene un corazón enorme —Sonrió.
—Estoy de acuerdo, es por eso que algunas veces siento que no es real lo que tenemos, porque siendo sincera, ¿cómo pudo haberse fijado en mi? Es irreal.
—Hey, no pienses en eso, a Harry jamás le ha importado el estatus de una persona, si es famosa o no, él se guía por los sentimientos y explora más allá del físico, si te eligió a ti después de tanto tiempo soltero, es porque algo especial tienes, y hasta yo puedo verlo Monae, solo tienes que verlo tú misma.
—Es hora chicas —Dijo Mitch saliendo rápidamente hacia el escenario.
Sarah guiñó un ojo dejando a Monae pensando en sus palabras.
Tal como en el último concierto al que asistió, Harry le dio indicaciones de no moverse de su lugar a Monae, y pidió a Rob cuidarla ante cualquier situación. Durante el concierto Harry lanzaba miradas a Monae, sonreía y hasta guiñaba su ojo hacia ella, lo que la hacía sonrojar, pero también la ponía nerviosa al estar rodeada de tantas fans que pudieran darse cuenta.
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BROKEN DREAMS | H.S.
FanfictionMonae Lladza vuela y sueña por una nueva vida a Londres, consiguiendo un trabajo en uno de los mejores hospitales del país como enfermera. Desde pequeña amó la danza y su pasión, además del ballet, fue ser fan de la exitosa boyband "One Direction" e...