45

408 16 2
                                    


Le tomó dos semanas el salir por fin de su nuevo apartamento, y no lo habría hecho si no tuviera que asistir a una entrevista en el Hospital de Madrid. 

Conseguir un nuevo "hogar" le había resultado bastante sencillo y a un precio muy accesible, era lo mínimo que podía pasar ahora, después de haberle ido tan mal. Envió sus documentos vía mail a todos los hospitales que tenía al rededor de su calle, necesitaba empleo, aunque internamente deseaba no encontrarlo pronto, no quería tener que salir al mundo real de nuevo.

Sus padres y hermana llamaban cada mañana, solo para estar seguros de que al menos se levantaba de la cama para levantar el teléfono, ella fingía estar bien y estar disfrutando de su estadía en la nueva ciudad, pero cuando nadie la veía, se encontraba sumida en las lágrimas y la pena que acongojaba su corazón. Deseaba sacar toda su frustración mediante las lágrimas para después, poder salir adelante como una nueva persona.

Monae había leído sobre lo buenos que eran los hospitales en Madrid y lo necesitados que estaban de personal en las unidades de neonatología, su área, por lo que apenas se instaló en su apartamento, tuvo que comenzar con su búsqueda de empleo, obteniendo respuestas dos semanas después, pensó que era demasiado pronto para salir al mundo lejos de la pequeña burbuja que se había creado, pero no podía desaprovechar la oportunidad.

Esta mañana asistió a la entrevista de trabajo, después de estudiar con suma atención el mapa de la ciudad y crearse una ruta para ir a pie, lo que la ayudaría a despejarse un poco.

El hospital era grande, aunque no tan grande como el de Londres, pero había algo en él que le resultaba bastante acogedor.

—Y dígame, señorita Lladza, ¿Cuál fue su motivo de deserción del hospital en el que se encontraba laborando en Londres? —Preguntó Margaret, la directora del hospital con los ojos pendientes en los papeles de Monae.

Monae tragó. —Oh...Bien, recibí una oferta de trabajo que en su momento no pude rechazar. El...empleo no resultó como lo esperé así que quise iniciar de cero en otra ciudad, específicamente en este hospital.

—Entiendo. Por lo que puedo ver en su currículum, tiene muy buenas experiencias laborales así como recomendaciones de su universidad y hospitales de prestigio. Nos será un honor contratarla.

Margaret se levantó de su asiento tendiéndole la mano a Monae. Ella copió su acción y tomó su mano con un ligero apretón.

—Oh muchísimas gracias. Trabajaré muy duro.

—No lo dudo. Inicia este Lunes, ¿está segura que el idioma no será un problema?

—No lo será, mi madre es Mexicana, ella me enseñó desde muy pequeña el idioma, no he practicado mucho los últimos años, pero me ayudará a reforzarlo.

—La veo el lunes entonces.

Monae salió de la oficina de la directora suspirando. Pensó en la suerte que había tenido, temía que la directora se llevara una mala impresión de ella por haber pasado por tantos hospitales, tanto en América como el único de Londres, llegando incluso a pensar que nadie querría contratarla nuevamente. También le preocupaba un poco que pudieran reconocerla por haber sido vista con una estrella internacional, no había tenido el valor de revisar sus redes sociales, pero la atención que le ponían cuando estaba con Harry era innegable, suspiro aliviada al pasar desapercibida lejos de él.

Mientras salía del gran hospital, tomó su celular para llamar a su hermana y darle la nueva buena noticia. Apenas abrió su celular una notificación de mensaje llamó su atención, era Sarah, había estado llamando las últimas semanas pero no había contestado, sabía que ella tal vez no tenía ni idea de la farsa de Harry, pero no quería tener contacto con nada ni nadie que pudiera recordarle a él.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora