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Las fiestas decembrinas estaban más cerca de lo que parecían, Diciembre recién comenzaba y el frío se hacía presente en la mayor parte del día. Harry había concluido con éxito su gira hacía ya un mes, mismo que había disfrutado en gran parte con Monae.

Harry había pasado una semana entera en Holmes con su familia, para luego regresar a Londres con ellas y pasar juntos las fiestas. Quiso sorprender a Monae llegando de sorpresa a verla. Entró a la academia de danza en la que ella practicaba todas las tardes y la vio en uno de los salones principales. Parecía flotar mientras bailaba, Harry la había visto pocas veces antes, y siempre se maravillaba del increíble talento que había en ella. Quiso entrar pero no quería distraerla, ni quería dejar de admirar tan increíble arte en ella. Cuando ya hubo repetido 6 veces más su rutina, la vio ir hacia el fondo del salón a tomar agua, esa era su oportunidad de hacerse presente.

—Me encanta verte bailar —Susurró en su oído mientras la abrazaba por detrás. La sintió respingar suavemente y la giró hacia él riendo.

—Harry... —Susurró llevándose la mano al pecho—. Me metiste un susto de muerte. No te sentí llegar. ¿Qué haces aquí? —Dijo ya sonriendo.

—Quería sorprenderte, fui hasta tu apartamento, Maya me dijo que estarías aquí y no pude resistir en venir —Besó sus labios—. Tu danza es maravillosa, Mon. Tienes mucho talento.

Monae se sonrojó y enredó sus dedos en el suave cabello de Harry.

—Aunque... hay otra razón por la que vine.

—¿Cuál es? —Tragó saliva ante el repentino cambio de Harry.

—Gemma y mamá están en Londres, por las fiestas. Y quieren que cenemos juntos con ellas esta noche.

—¿E-Esta noche? —Monae sintió nervios de repente, sus piernas flaquearon y no supo reconocer si era producto de 5 horas bailando o si se trataba de los nervios.

—Están muy emocionadas de conocerte por fin —Sonrió acariciando su mejilla—. Les encantarás apenas te conozcan, así como lo hiciste conmigo.

Monae se sonrojó por segunda vez y pidió a Harry que la llevara a casa. Al llegar, Maya la notó nerviosa y algo alterada, después de contarle que conocería a la familia de Harry, tomó una rápida ducha mientras su hermana preparaba el atuendo perfecto para una buena primera impresión. Harry llegaría por ella en cualquier momento, cenarían en un elegante restaurante, así que optó por vestir un elegante y sencillo atuendo en colores mate. Se maquilló un poco y moldeó su cabello. Harry llegó unos minutos después que Monae estuviera lista. Luego de un considerablemente largo trayecto se encontraban por fin fuera del lujoso restaurante. Harry abrió la puerta del auto para su novia, tomó su mano y comenzaba a caminar hacia la entrada.

—¿Y qué si no les agrado? —Detuvo su andar, Harry paró junto a ella. Él sonrió tomando su mentón obligándola a verlo a los ojos.

—¿Cómo podrías no agradarle a alguien? — Sonrió y depositó un pequeño beso en su nariz—. Solo sé tu misma, estoy seguro que les encantarás tanto como a mi.

Monae se sonrojó y fue ahora ella quien se acercó a besar sus labios. —Gracias, Harry. Estoy lista.

Ambos sonrieron y siguieron su camino hacia la entrada, Harry paró y dio un leve tirón a sus manos entrelazadas para captar la atención de Monae.

—Mon...—Dio un paso hacia ella sonriendo y sin perder el contacto visual. Acarició suavemente su mejilla corriendo un travieso mechón de cabello—. Luces preciosa, solo quería decírtelo.

(...)

Apenas entraron Gemma y Anne se levantaron de sus asientos para llamar la atención de la pareja. La cena había resultado exquisita, y a pesar de todo el nerviosismo que Monae traía encima, después de unos pocos minutos charlando con la familia de Harry la había logrado calmar por completo. No hubo silencios incómodos en ningún momento, en lugar de eso, la mesa se llenaba de risas y charlas animadas entre todos.

Anne había recibido muy bien a Monae, con los brazos abiertos y una gran sonrisa, de igual manera Gemma, al instante conectaron muy bien.

—Harry nos comentó que eres una gran bailarina, ¿Por qué no te dedicaste a eso?

—Mis padres tienen unas ideas algo antiguas acerca del arte, ellos querían que hiciera una carrera en lo que tuviera asegurado un buen trabajo, fue principalmente por eso, aunque ellos me han apoyado siempre con todo lo de la danza —Respondió a Anne.

—Discúlpenme un segundo, por favor, iré al sanitario —Se excusó Harry levantándose de su asiento después de besar la frente de su novia.

Apenas Harry se perdió de nuestra vista, Anne habló.

—Me alegra muchísimo ver a Harry tan feliz —Sonrió—. Nunca antes lo había visto así, nos ha hablado mucho de ti.

—Mamá tiene razón, aunque también me alegra que Harry haya encontrado una chica como tú, linda y educada, no solo del tipo súper modelos y actrices que frecuenta, algunas no saben ni decir gracias —Bromeó—. Te prefiero a ti, Harry se ve feliz y es lo único que deseo para mi hermano.

Monae se sonrojó. —Harry es una persona increíble, él es quien me hace feliz a mi, yo solo intento regresarle un poco de todo lo que él me brinda. Gracias por aceptarme, y me alegra haberlas conocido.

—Nos alegra haberte conocido también, cariño. Todo lo que tenga que ver con Harry nos importa —Anne tomó su mano sobre la mesa—. Puedes contar con nosotros para lo que desees.

— Vaya, muchas gracias, ustedes también pueden confiar en mi —Sonrió tímida.

Harry regresó del baño y la cena siguió tranquila. La hora de despedirse llegó, Harry llevó a Monae hasta su departamento mientras Anne y Gemma esperaban en el auto para quedarse en su casa.

—Todo salió muy bien —Sonrió colocando un mechón suelto de su novia atrás de su oreja—. Mamá te adora, te lo dije, eres tan increíble que tienes el don de agradar a cualquier persona que te conozca. Así como me cautivaste a mi desde el primer día.

Monae se sonrojó y rió ante el comentario de su novio. —Puedo decir lo mismo de ti, eres tan encantador como un verdadero príncipe —Besó sus labios—. Tu mamá y Gemma fueron realmente amables, me encantó conocerlas, gracias Harry.

Después de despedirse Harry regresó con su familia al auto para conducir hasta su mansión, hablaban acerca de todo lo acontecido durante la cena, y de lo encantadora que les pareció Monae. Harry solo sonreía satisfecho, su madre confiaba en sus decisiones y estaba de acuerdo con cualquier pareja que él llevara a casa, sin embargo, sabía cuando a su madre le disgustaba la presencia de alguien, cosa que había pasado varias veces antes con sus parejas, excepto con Monae.

—Hijo, tu novia es única, es una linda chica, trabajadora, con talento, educada y amable, en sus ojos veo amor y nada de avaricia o ambición como algunas chicas que han estado con Harry Styles —Rodó sus grandes ojos—. Monae vale la pena. Debes cuidar esa relación, está más que claro que tiene un buen corazón, no lo lastimes.

Harry asintió con los labios apretados y los ojos puestos en el camino. Paró en un semáforo y giró hacia su madre.

—Me alegra que les haya agradado, y gracias por siempre apoyarme, las amo y no las defraudaré, a ninguna.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora