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A lo largo de la ruta hacia la sorpresa que Harry tenía preparada, Monae se asombraba cada vez más con cada calle que dejaban atrás, París le parecía un lugar mágico, el clima era maravilloso y sus calles y monumentos simplemente impresionantes. Pronto el trayecto se vio rodeado de árboles y plantas, el paisaje era realmente hermoso, cada minuto que pasaba tenía más dudas del lugar al que se dirigían.

—Estamos por llegar —Harry avisó casi leyendo su mente—. Te encantará, pensé mucho en esto.

Harry detuvo el auto en lo que parecía ser un parque, Monae no veía nada más que pasto, árboles y muy pocas personas que parecían ejercitarse por ahí. Harry ya se encontraba a su lado tendiéndole la mano para ayudarla a salir. Ella tomó su mano, aún dudosa.

—Harry, ¿es seguro? Alguien podría vernos aquí, no quiero meterte en problemas.

—Aún tenemos que caminar colina arriba, solo un poco, nadie podrá vernos hasta allí —Sonrió y de su bolsillo sacó una venda—. Te llevaré yo, confía en mi, cubriré tus ojos.

—¿Estás loco? —Rió nerviosa—. Podría caer, y llevarte conmigo, puede ser peligroso.

—Confía en mi —Repitió.

Monae accedió incapaz de negarse a alguna de sus peticiones y Harry colocó la venda sobre sus ojos. Caminó lentamente, una distancia relativamente corta.

—¿Estas lista? —Harry habló muy cerca de su oído.

Monae sintió estremecerse por su cercanía y asintió, Harry descubrió sus ojos y ella no podía creer lo que tenía a sus pies.

—Harry...

—¿Recuerdas nuestra primera cita? Al llegar a tu casa platicamos sobre lo mucho que extrañabas los picnics que tu padre organizaba para ti —Sonrió—. Espero que no te moleste uno organizado por mi.

—Harry...es maravilloso, no puedo creer que lo recordaras. Gracias —Sonrió y se arrojó a sus brazos, era la primera vez que tenía el atrevimiento de siquiera tocarlo, pero se sentía tan bien tenerlo así.

—Me alegra que te guste, vamos siéntate, hay muchos bocadillos y traje el pastel de zanahoria que tanto nos gusta —Sonrió.

Desayunaron todo lo que Harry había llevado para el pícnic, entre frutas, sándwiches, panqueques y más. Ambos estaban disfrutando mucho, tomaban fotografías del lugar e incluso de ellos, todo iba de maravilla. Harry de repente se levantó de la sábana y tomó la mano de Monae, obligándola a verlo con atención.

—Ven, baila conmigo —Sonrió tirando de ella para ayudarla a levantar.

Monae rió y cedió a su tirón levantándose.

—No hay música —Sonrió confundida, pero aún dejándose llevar por el suave tacto de Harry.

—Puedo cantar algo para ti —Harry sonrió aún sin soltarla. Con su mano libre la atrajo a él por la cintura y lentamente comenzó a moverse llevándola con él de lado a lado ligeramente.

Se encontraban ahí, mirándose fijamente a los ojos mientras Harry tarareaba una suave melodía.

—Mon...—Dijo de repente—. Sé que hace pocos meses nos conocimos, pero me cautivaste desde el primer día —Harry sonreía con nerviosismo—. Quise hacer algo especial para ti porque necesito preguntarte algo.

Harry paró el suave vaivén de sus cuerpos y tomó las manos de Monae. Ella estaba mirándolo atónita, con los ojos incluso fuera de sus órbitas.

—Me agradas Monae...nos conocemos hace unos pocos meses pero me gustaría seguirte conociendo, ahora como algo más que amigos —Sonrió—. ¿Te gustaría salir conmigo? Quiero decir oficialmente.

Monae había incluso olvidado cómo respirar, ¿estaba soñando? ¿Harry Styles en serio estaba preguntando eso? ¿A ella?

—Mon, se mi novia —Dijo Harry finalmente con los nervios de punta debido a la tardanza de Monae.

—Harry...—Miró al suelo y separó sus manos entrelazadas de él—. No sé si sería lo correcto.

—¿A qué te refieres?

—Somos diferentes, tú mundo es diferente al mío. Mereces más que solo una chica común y ni siquiera soy tan linda como las chicas a tú al rededor...

—Basta...—Harry tomó su mentón obligándola a verlo a la cara—. ¿Acaso no lo ves? Eres una mujer extraordinaria, eres tan amable con todos, eres bella por dentro y por fuera, cualquier persona sería afortunado de tenerte —Sonrió—. Estar contigo me ha hecho sentir tan jovial y fresco como hace meses no me sentía.

—Harry yo...

Harry colocó ambas manos en su cintura y la atrajo a él lentamente, acercó su rostro al de ella, sus labios apenas se rozaban.

—Si quieres que me detenga házmelo saber...

En cada palabra sus labios se rozaban aún más, Monae cerró lo ojos por la maravillosa sensación de tenerlo tan cerca. Harry terminó por cerrar el espacio que había entre ellos, besándola de manera lenta y suave, ella le correspondió el beso de igual manera subiendo sus brazos hasta colocarlos sobre su cuello. Después de unos minutos separaron sus labios y aún con los ojos cerrados pegaron sus frentes.

—¿Es un si? —Harry sonrió.

—Es un ¡Diablos, sí! —Rió y se aferró a su cuerpo en un fuerte abrazo. Ambos reían, Harry la tomó del suelo y comenzó a dar vueltas con ella.

—¿Te apetece recorrer la ciudad? Oficialmente siendo novios —Sonrió.

—Me encantaría, pero...¿No es peligroso? Alguien podría reconocerte.

Harry besó fugazmente su frente.

—No me importaría, pero es temprano, tal vez no haya mucha gente. Aunque si lo prefieres, podemos ir solo en el auto, si decides bajar por mi está bien.

Monae sonrió y asintió. Juntos tomaron las cosas que Harry llevó para el picnic y lo llevaron al auto. Ahí iniciaba una nueva aventura, se hallaban en camino a recorrer las preciosas calles de París con un nuevo lazo entre ellos.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora