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Esta mañana Monae despertó por el sonido de su celular, le había llegado un mensaje. Desvió su mirada al reloj de la mesita al costado de su cama, era temprano; sonrió al recordar su cita del día anterior y tuvo la sensación de que había sido solo un sueño, pero sabía que había sido real. Se estiró un poco haciendo tronar algunos huesos de su cuerpo y se levantó de la cama, tomó su celular y observó los mensajes que tenía, sonrió solo al leer su nombre, era él, Harry.

"Buenos días, ¿Es muy pronto para pedirte una segunda cita?"

No podía ocultar su sonrisa y sin dudar respondió.

"Buenos días, no lo es."

Su celular sonó con la respuesta de Harry apenas unos minutos después de haberlo enviado.

"Perfecto, paso por ti a las 2."

Tenía tiempo suficiente para preparar el desayuno, ducharse y arreglarse. Fue hasta la cocina, preparó panqueques y café, estaba a punto de terminar cuando Maya llegó a acompañarla.

—Huele delicioso, buenos días.

—Buenos días, hice panqueques —Sonrió y sirvió el café en tazas—. Tengo una cita hoy.

—¿Hoy? ¿Con quién?

—Harry vendrá por mí a las 2, pero no me dijo a dónde iremos.

—¿Con Harry? Creo que va en serio, Dios. ¿Qué harás Mon? ¿Estarías dispuesta a mantener una relación con él?

—Maya, no. Es muy pronto, nos estamos conociendo, solo está siendo amistoso, podríamos ser buenos amigos.

—Tienes razón, pero cómo ignorar el hecho de que estás enamorada de él desde los 12 y Harry lo sabe, ¿no te parece incómodo?

—Estoy conociendo a la persona que está detrás del artista, no lo sé, tal vez la persona de la que me "enamoré" ni siquiera es la persona que he idealizado con el paso de los años. —Dijo haciendo comillas en el aire con sus dedos—. Creo que podremos ser sólo muy buenos amigos.

—No quisiera que salgas lastimada Mon, en algún momento tendrá que regresar a su vida de artista, aún tiene que terminar su gira.

—Lo sé, Maya. No me queda más que disfrutar el poco tiempo que pueda pasar con él —Sonrió y abrazó a su hermana por los hombros—. No te preocupes, estaré bien, además Harry no se fijaría en mi.

—Basta de decir eso, Harry tendría suerte de estar con alguien como tú. Su mundo es diferente, pero tú eres auténtica y muy bonita aunque no lo quieras ver.

—Bueno, pero no será así, solo somos amigos —Suspiró—. Mejor ayúdame a elegir mi atuendo, vamos.

Después de elegir las prendas que vestiría, se duchó, arregló su cabello y aplicó una fina capa de maquillaje. Harry estaría a punto de llegar, se sentía nerviosa porque no sabía cuáles eran sus planes, pero también sentía más tranquilidad al solo saber que era a él a quien esperaba. Cuando el timbre sonó, tomó su bolso y se dirigió a abrir. Lucía tan jovial como siempre, al ver su sonrisa sintió a su corazón dar un vuelco.

—Hola Monae, luces muy bella —Sonrió y la saludó con un fugaz pero tierno beso en la mejilla—. Traje esto para ti, espero que te gusten las flores.

—Gracias Harry, es preciosa —tomó la delicada flor entre sus manos y la olió, de inmediato el aroma le impregnó la nariz y sonrió—. Me encanta, ¿quieres pasar? La pondré en agua, después podremos irnos.

Harry asintió y pasó. Saludó a Maya, charlaron animadamente y esperó pacientemente que Monae diera la señal para irse. Finalmente, salieron juntos por la puerta hasta el auto de Harry, él condujo por la ciudad mientras charlaban y reían como era costumbre ya.

Harry entró en una calle con grandes mansiones y lugares que se veían extremadamente lujosos, Monae dudó en preguntar a donde se dirigían, a pesar de tener la duda desde que subió al auto, no pudo más y tuvo que hacerlo, justo cuando disminuía la velocidad del auto.

—Harry, ¿a dónde vamos?

Harry solo se limitó a sonreír, abrió el garage de una de las mansiones y aparcó el auto. Bajó y lo rodeó para abrirle rápidamente la puerta a ella. La tomó de la mano y frenaron frente a una gran puerta de cristal.

—Es mi hogar, quería que lo conocieras, tú me abriste las puertas del tuyo, es justo que haga lo mismo. No es algo que haga a menudo pero...—Ladeó una sonrisa y desvió su mirada hacia abajo—. Tu me brindas mucha confianza.

Monae posó su mano sobre el brazo de Harry y dio un ligero apretón, obligándolo a verla.

—Gracias Harry, aprecio que confíes en mi.

Sus miradas estuvieron fijas en los ojos de ambos por varios minutos, el aire se sentía más ligero, la conexión que tenían había sido casi inmediata.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora