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Apenas llegaron al departamento, los padres de Monae habían organizado una pequeña celebración a petición de Maya. Todos estaban muy contentos por el logro de Monae, aunque su madre no del todo, para ella era importante que sus hijas tuvieran una carrera digna, un empleo estable y seguridad económica, si bien no les iba mal, ella quería aún mucho más para sus hijas.

Todo iba perfecto en la celebración, William había horneado una exquisita tarta de vainilla con ayuda de su esposa. Todos estaban degustándolo en el comedor.

—¿Ya pensaste cómo organizarás tus horarios, Mon? Será algo difícil tener dos empleos tan demandantes. —Dijo Alexa haciendo una mueca.

—Espero que se acomoden perfectamente, el lunes será el primer día —Sonrió—. Sé que será difícil pero siempre soñé con esto y haré lo que sea necesario para que funcione.

—Bien. Solo te pediré una cosa, Monae —Dijo su madre un poco más severa—. Estoy muy contenta por ti, pero no eches por la borda todos tus años de estudio. Sé que la danza ha sido parte de ti toda tu vida, pero eres adulta ahora y debes actuar con responsabilidad.

El ambiente se había tornado un poco tenso en sólo minutos. Monae se encontraba algo dudosa debido a las palabras de su madre. Miró a Harry con un poco de vergüenza y sonrió, este le devolvió la sonrisa al instante.

—No te preocupes, mami. Todo estará bien, si en algún momento siento que no puedo más, estaré feliz de haber vivido mi sueño, y seguiré adelante con mi carrera en el hospital —Sonrió con nostalgia.

Hubo un pequeño silencio incómodo, solo se alcanzaban a oír los cubiertos que usaban al comer. Al ver que Monae no decía nada más, Harry tomó la iniciativa para evitar más conflictos.

—Debería retirarme, es algo tarde y me parece que es momento de dejarlos celebrar en familia —Sonrió levantándose de su asiento y estrechando la mano de los padres de Monae.

Después de despedirse, Monae lo acompañó hasta la puerta.

—Lamento si te pareció incómoda la situación, mi madre a veces es un poco estricta respecto a estos asuntos —Suspiró. Harry acarició su mejilla y la obligó a mirarlo a los ojos.

—No tienes que disculparte, cariño, entiendo perfectamente. Todo está bien —Sonrió—. Estoy muy orgulloso de lo que hiciste hoy. Y no me dijiste que bailarías una de mis canciones, fue una estupenda sorpresa.

Monae se sonrojó. —Me alegra que te haya gustado. No tenía idea de que podrías entrar a verme, temí ponerme nerviosa, pero fue todo lo contrario, me diste mucha seguridad ahí dentro.

Harry sonrió con orgullo antes de besar cortamente los labios de su novia —Ser Harry Styles tiene sus ventajas —Guiñó un ojo y rió provocando a Monae rodar los ojos divertida—. Te dejo, amor. Ve con tu familia.

Era la segunda vez que la llamaba así. Monae asintió sonrojada y se despidió de él con un tierno beso, lo vio partir por el ascensor y regresó adentro con su familia.

—Ma...—Suspiró—. ¿No pudiste esperar a reprenderme en privado? Fue completamente vergonzoso con Harry, él fue quien me ayudó a seguir mi sueño en primer lugar.

—Lo lamento, Monae. Pero necesito que aterrices, que tus pies estén bien clavados en la tierra, tienes una carrera ya, no puedes dejarlo todo por algo que probablemente sea solo momentáneo. No desperdicies tu intelecto.

—Tampoco es justo desperdiciar mi talento —Susurró cabizbaja.

—Basta —Habló por fin su padre y se dirigió a Alexa, su esposa—. Cariño, Monae es adulta ya, debemos dejarla tomar su desiciones, no la dejamos seguir su corazón cuando era más joven —Suspiró—. Pero nuestro deber como padres es apoyarla ahora, mejor tarde que nunca.

Su madre bufó acercándose a ella para tomarla de los hombros. —Bien...estoy muy contenta por tus logros, hija. Y pase lo que pase estaremos aquí para apoyarte —Suspiró.

Monae sonrió agradecida hacia su padre, y abrazó brevemente a su madre; sentía sus ojos humedecerse, pero no lloraría, debía demostrar lo fuerte que podía ser. Al separarse su madre volvió a hablar.

—Solo ten mucho cuidado, ¿está bien? —Monae asintió confundida—. Hija sé que estás enamorada de Harry, desde niña —Rió—. Pero como madre, es mi deber preocuparme y protegerte. Es un buen muchacho, se nota a kilómetros, pero...hay algo que no me gusta, no me huele bien, no sé si solo son celos de madre, o si es algo en él —Suspiró—. No quiero que sufras jamás, sus mundos son diferentes y tarde o temprano caerán en cuenta.

—Ma...no te preocupes, sé que Harry no me haría daño, me lo ha dicho y si en algún momento nuestra relación tiene que terminar, yo lo aceptaré con madurez, te lo prometo.

Alexa besó la cabeza de su hija menor y la abrazó brevemente. —Te amo, hija.

—Te amo también.

Más tarde sus padres partieron a su departamento, Monae a pesar del "apoyo" de su madre aún sentía algo de dudas por lo que había dicho anteriormente.

—Mon, ¿estás bien? —Maya la observaba desde el umbral de su habitación. Monae asintió y palmeó su cama indicándole que la acompañara a sentarse.

—¿Crees que podré hacerlo?

—Ya lo hiciste, estás dentro. ¿Qué es lo que te preocupa?

—Mi trabajó en el hospital —Suspiró—. No estoy segura de ser capaz de poder mantenerme firme y cumplir con ambos trabajos, mamá tiene razón, son muy demandantes y...

—Para —Interrumpió Maya—. Antes de que mamá dijera algo tú no tenías ninguna duda de poder hacerlo, no dejes que te meta dudas como lo hizo siempre con la danza. Es tu sueño y es momento de que sigas tu corazón.

—Lo sé, y quiero hacerlo. Pero será difícil, no tendré mucho tiempo libre y estaré agotada cada día más. Podría ser contraproducente para mi salud también.

—¿Recuerdas cuando estudiabas la universidad? —Monae asintió—. No quisiste dejar la danza, y a pesar de eso jamás descuidaste tus estudios, ¡Te graduaste con honores! Y hasta hiciste una especialidad. Puedes con esto y más Mon, lo sabes. Y si las cosas se ponen demasiado complicadas, siempre tendrás la oportunidad de elegir lo que más feliz te haga. Piénsalo, la enfermería será parte de tu vida toda la vida, igual que la danza, la diferencia es que los músculos y los huesos envejecen, elige sabiamente. —Guiñó un ojo, besó la cabeza de su hermana y salió de su habitación dejándola completamente absorta en sus pensamientos.

Maya tenía razón, su carrera como bailarina en cualquier momento podría acabar, por alguna lesión o simplemente porque podría ser demasiado mayor para seguir, en cambio siempre habría más por estudiar siendo enfermera. Dejaría fluir esta semana con esta nueva experiencia, intentaría adaptar sus horarios lo mejor posible, pero daría prioridad a su salud y seguiría su sueño. Ahora lo sabía, amaba y respetaba a su madre, y sabía lo mucho que podría enfurecerla por la decisión que probablemente estaba a punto de tomar, pero tal como su padre había dicho: era una adulta responsable, y sabía lo que su corazón necesitaba.

BROKEN DREAMS | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora