Capítulo 5

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Rápidamente cada una de las muchachas que revoloteaba por el salón, corrió a sentarse en su respectiva silla. Un hombre mayor de calva prominente, se abrió pasó en el salón ubicándose junto al tablero. Vestía de saco y corbata, con zapatos a juego. Ocupaba un par de gafas con una montura algo anticuada, que en conjunto con su mirada de pocos amigos, le daba un aspecto severo. O eso creía ver. Porque la miopía y el astigmatismo juntos, a veces no ayudaban mucho.

— Wen ¿y ese quién es?

—Nuestro querido y amado coordinador—respondió con un toque de sarcasmo en sus palabras.

Ya con todas ocupando su puesto, el silencio se hizo en el salón. El hombre aclaró su garganta y comenzó a hablar. Saludó, se presentó y nos dio la bienvenida al nuevo año, por segunda vez, para la mayoría, que habían estado en la ceremonia de bienvenida. No como la morena en frente mío y yo, que como ya sabrán, la evadimos.

—Bueno señoritas. Como pudieron notar a primera hora del día, este año las cosas han cambiado un poco. Lastimosamente en este nuevo ciclo escolar la profesora de matemáticas no nos acompañará, como estaba predispuesto...

Mire enseguida a mi mejor amiga, quien en su momento, aseguró que nos tocaría con ella.

—Esa no me la esperaba—murmuró entre dientes, bastante confundida.

El resto, reaccionó diferente. Hubo uno que otro murmullo por parte de algunas personas, pero en general, permanecieron serenas. Quizás esa noticia era más que conocida para el resto, pero definitivamente, por nosotras no.

—Eso pasa por saltarnos la ceremonia—le reñí.

El hombre calvo siguió.

—Es una noticia que como institución, nos entristece, ya que la profesora estuvo trabajando de nuestra mano durante más de diez años...

Una de mis nuevas compañeras que se sentaba atrás, chasqueó su lengua.

—Ja, como si fuera cierto. Se sabía que el coordinador la odiaba a morir—comentó a la chica junto a ellas, con evidente molestia.

—Exacto, viejo ridículo—agregó la otra, en voz baja—. Estoy segura que él provocó todo esto. Siempre chocaron, porque ella no dejaba que él la molestara.

—Sí, era de las pocas que le hacía frente a este señor con delirios de rector—mencionó una tercera—. Ella me caí tan bien.

—A mí igual—añadieron a la par las otras dos.

Vaya, vaya, olía a que había drama. Porque lo que comentaban mis compañeras, no parecía que la relación entre esos dos fuera buena.

—En fin...—se acomodó las gafas— Debido a la situación actual, fue que durante la ceremonia de ingreso, este curso aún no tenía profesor titular—explicó el hombre—. Sin embargo, actualmente pudimos solucionar el inconveniente...

Hizo una pausa.

—¿Será un profesor nuevo?—pregunté a Wendy.

—Probablemente...Aunque según me enteré, este año solo ingresaron dos profesoras nuevas, y ambas son para primaria. O eso fue lo que mi amiga entendió—respondió—...se quedó dormida.

Yo reí.

—Por eso, estimadas estudiantes—comenzó a caminar en dirección a la puerta—. Permítanme presentarle a su nuevo profesor—y tras abrir la puerta, hizo un par de señas indicando a alguien que ingresara.

Todas las chicas —incluyéndome—, estábamos atentas a cualquier movimiento. Se escuchaban algunos murmullos, muy bajos, pero comprensibles. Las chicas de atrás especulaban sobre quién podría o no ser el siguiente profesor. Todas teníamos curiosidad por saber quién sería el reemplazo de la profesora. A mí, particularmente, no me afectaba mucho el cambio, porque ni la conocía. Pero de cualquier modo, me intrigaba. Segundos después, un hombre mucho más joven que el coordinador ingresó a nuestro salón de clases.

Pure Love [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora