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El viaje de regreso a corea que en un momento Jimin pensó que sería uno muy memorable, fue solo eso, un viaje.

Ambos chicos no se habían dirigido la palabra desde que Jimin lo corrió del cuarto, solo hasta el punto en el que Jungkook le pidió su maleta por qué ahí estaba su ropa y algunas cosas más que necesitaba para entrar al avión, por qué sí, Jimin y Jungkook se regresaron al día siguiente por la mañana, en el cumpleaños del rubio, fue que se hablaron.

"Señoras y caballeros, hemos llegado a su destino, por favor~

Jimin quién iba a unos dos asientos adelante que Jungkook, sacó su maleta, y salió del avión.

Después de unos minutos Jungkook hizo lo mismo y con cuidado, fue detrás de él.

Al ya estar afuera, Jungkook vé como Jimin toma un taxi y se sube en éste, sin antes de darle una mirada, transmitiendo lo que ambos ya sabían, tristeza, dolor, y... decepción por parte del mayor.

Llendose así el taxi.

–Eres un grandísimo idiota Jungkook...¿Ahora que harás?

Preguntandose eso se subió a un taxi y se dirigió a su departamento. Ya en él, se dio un largo baño y se tiró a su cama, no tenía ganas de trabajar.

No tenía ganas de hacer nada, todo lo que había planeado en algún momento junto a Jimin ya no servía, ya no estaban en Japón y ...por lo que entendió de la discusión, ya no estaba junto a Jimin.

Sin poder evitarlo, sus ojos comenzaron de llenarse de lágrimas, así, dejando salir todas al ver el anillo a juego que se había comprado junto al de Jimin, solo que se le pasó en decirle que también se había comprado uno.

Acurrucandose mejor, dejo caer todo su peso, dolor, y llanto, sin más, se quedó dormido.

En otro lugar

¡Todo esto debe de ser una mentirá! ¡Mentira mentira y mentira!, ¡Ese asqueroso chico no ha podido volver! –Tiró el desayuno.– Pero me va a escuchar...oohh si ..que me escuchará...

Su rostro mostraba maldad, maldad pura.

Las nuevas fotos que se encontraban sobre el comedor, donde salía ese chico castaño oscuro junto a un moreno la traían loca. ¿Desde cuando había vuelto?, ¿Tenía pareja nueva?, Eso no le importaba en lo absoluto, solo sabía que él y su hijo no podían verse.

¡No!, ¡No podían!, La señora, como desde un principio dije, no era tonta, esa vez, después de mucho años que se encontró con su hijo en la habitación de su otro hijo Jungkook, cuando habían discutido por hablar sobre ese maldito gay, vió su dolor en las palabras, el odio que sentía hacía ella por hacer semejante cosa.

Ella lo sabía, sabía que su hijo por más que quisiera ocultar sus verdaderos sentimientos con el hecho de casarse con una mujer, no ocultaba que aún seguía pensado en el castaño, que aún no amaba como aquella vez que lo dejó ir en el hospital.

–Pero ya verás ... Si ahora me tendré que deshacer, bien, pero muy bien de ti junto a ese asqueroso gay rubiesito, lo haré... Sin duda lo haré...

Mientras tanto, un chico rubio estaba en un restaurante junto a su padre que lo había llamado bien llegó a Corea para desayunar juntos.

–¿Y? ¿Te fue bien? –Preguntó el señor Park comiendo de su desayuno que consistía de un jugo de Zanahoria con un pan de trigo embarrado con algo de las mejores sarsamoras molidas.–me enteré que tu y Taemin salieron, por lo que sé, te llevó a Japón, ¿Cómo estuvo tu japonés?

–Estuvo genial, si tengo un poco más de práctica hasta podría comenzar a escribir oraciones más largas..

–Me parece maravilloso –Hizo una pequeña pausa para morder algo del pan de trigo.– y bueno... Me alegra que lo tuyo con Taemin vaya de maravilla... ¿Que dices hijo?, ¿No crees que es tiempo de dar el siguiente paso?

Jimin que estaba viendo su plato de desayuno sin algún apetito, subió su mirada para conectar con la de su padre, sus ojos estaban picando.

El no quería dar ese gran paso, nunca, no con Taemin.

Sabía que había discutido con Jungkook por lo que pasó hace horas atrás, pero recapacitando bien, no le había preguntado cómo fue que en realidad se había sentido. Quizás ese sentimiento de querer hacer algo pero el no poder porque esa persona especial está involucrada detuvo sus acciones.

Porque Jimin sabía que Taemin no era cualquier persona, el era alguien importante para Jungkook, ahora lo sabía a la perfección.

Si, le gustaría ser también así de especial como para poder sido defendido, pero también tenía que ponerse en el lugar de pelinegro.

Jimin lo conocía, sabía que sin dudarlo hubiera hecho algo al respecto, no sabe con exactitud por qué no lo hizo en su debido momento, pero tenía que hablar con Jungkook.

El hombre con el que sí estaba dispuesto a casarse.

–Papá...yo nunca amé a Taemin, yo estoy enamorado de Jeon Jungkook, el hijo de los Jeon, si nuestra competencia, pero más que eso, el amor de mí vida, hemos estado saliendo hace ya un tiempo, se que hice mal... No tuve que engañar a Taemin, no es algo que necesite discusión tampoco, no me arrepiento de nada.. hace poco tuvimos un pelea, pero iré y lo escucharé... Yo se que apesar de ese pequeño error, el me ama... Y yo estoy dispuesto a todo con el... Y si... El es el único hombre con el que pienso casarme


M.A💜

J̶U̶E̶G̶O̶S̶ D̶E̶ E̶M̶P̶R̶E̶S̶A̶R̶I̶O̶S̶  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora