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Horas Antes

–Buenos días Señor Jeon –Dice la recepcionista.– hoy luce reluciente

–Buenos días Lisa, muchas gracias tu también

–Gracias –Responde la pelinnegra de cabello corto.

–¿Y se puede saber por qué tanta felicidad? – Se acerca una chica con cabello castaño, bien hermosa.

–Oh, Jennie, la mejor doctora de Corea, hermana del mejor cirujano Kim Namjoon, pero dígame ¿Que la trae por aquí? –Dice Jeon girando a verla.

–Oh..ya sabe.. aún es un momento difícil para mí hermano

–Si, lo entiendo

–Pero he venido ya que –Revisa su reloj.– me dijeron que a un tal ...

–¡Verdad! El señor Soobin requiere de sus cuidados en este momento, se encuentra en el piso 8, pasillo 2

–Esta bien, hasta luego –La pelinegra ve como la doctora sexy-, digo, como la doctora Jennie corre hacía el ascensor y ambas chocan miradas.

–Bueno... –Dice Jungkook.– ella no es imposible, ruda en algunas ocasiones, pero no imposible 

Le guiña un ojo a la pelinegra y ésta se sonroja.

Jungkook sube por el otro ascensor y se dirigir a su oficina.

Ya al estar en su gran silla, se pone sus lentes y comienza a leer algunos que otros informes que antes tenía acomulados.

–Ah... Terminé –Dice y se estira de brazos en su silla.– mm.. –Mira su celular.– y si... ¿Llamo a mi bebé? – Agarra el aparato y lo prende.– no creo que esté taaan ocupado..

Busca en sus contactos y elige el de Jimin. Ya al saber que está timbrando se queda esperando a que su bebé conteste, de la nada el el sale esa típica vocera que dice que el celular está fuera de servicio.

–Supongo que iba a contestarme pero se le apagó el celular..

Suspira una vez más y sin ganas vuelve hacer su trabajo.

En otro lugar

Una puerta, detrás de ella hay unas escaleras que guían hasta un cuarto, dentro de ese cuarto sucio con telarañas y mucho polvo, se encontraba un cuerpo inconsciente tirado en el suelo, su brazo...bha.. todo el tratamiento que había estado teniendo se fue directo a la basura, ahora tomaría meses, años, o quizás se quedaría sin utilidad de por vida.

Su rostro estaba pegado al sucio suelo, el golpe que había recibido en su nariz quizás se la habían fracturado, o no, no se sabe porque la abundante sangre aún se desliza de ella, manchando todo su rostro, al igual que su ropa.

–Usted díganos cuando empezamos señora Jeon

Habló el hombre más alto que cualquiera adentro de esa habitación.

La mencionada sonrió.

–Ahora..


En otro lado.

Poco a poco sus parpados fueron abriéndose, todo le marea pero tenía que despertar.

–A-Ayuda..

Formuló con dificultad.

–Ayuda

Está vez su voz sonaba preocupada.

–¡AYUDAAA!

Está vez estaba dispuesto a salir de este lugar.

Gritando y gritando comenzó a moverse en la silla para poder quedar liberado, pero era imposible, sus manos estaban atadas, sus pies igual.

No tenía escapatoria.

–¡POR FAVOR! ¡SAQUEN ME DE AQUÍ! NECESITO IR ADVERTIRLE A JUNGKOOK –Sus ojos volvieron a ponerse llorosos.– ¡NO PUEDE VIVIR LO MISMO QUE YO! ¡NO LO VOY A PERMITIR!

Ya desesperado sin ninguna otra opción se tiró para atrás con mucha fuerza y rompió la silla. Moviéndose y moviéndose pudo llegar hasta sus propias manos y desatarse, luego hizo lo mismo con sus pies.

Ya acabando, se levantó del suelo y corrió hasta la puerta.

–¡MIERDA! – Grito frustrado. La puerta estaba cerrada.

–P-Por favor... ¡Abran la puerta!

Lloraba desconsolado, no podría imaginar a su hermano menor pasar el mismo dolor al perder a la persona que tanto amaba.

Mientras que al otro lado de la puerta estaba un grupo de sirvientas llorando de desesperación, no sabían si abrir la puerta o no, ellas también temían por sus vidas.

–¡Por favor! ¡No queda tiempo! ¡Los escuché!, ¡Se dónde están!, Llame-

Y la puerta fue abierta.

Taehyung salio y miro a las asustadas sirvientas, tomo a una de sus brazos y habló:

–Llamen a la policía, dígales que vallan a las afueras Busan, en la casa negra, la que se la conoce por dejar cadáveres, ¡Ahora!

Y se fue corriendo.


M.A💜

J̶U̶E̶G̶O̶S̶ D̶E̶ E̶M̶P̶R̶E̶S̶A̶R̶I̶O̶S̶  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora