fragmentos y fantasmas del pasado

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Salir del tártaro era una odisea, ella no sabía el camino por lo que estaba en manos de aquel hombre, tenían que ser invisibles pues habían encontrado con varias sombras por lo que intuía que lo que tuvieran que hacer estaba relacionado con la batalla que se debía estar realizando en Konoha. Luego de salir del oculto pasillo llegaron a una antesala enorme llena de pilares y en el fondo se veían escaleras  dirigidas en  diferentes direcciones  hacia lo que parecía la superficie, eso le recordaba la entrada al inframundo que usaba Pandora desde el castillo Heinstein, había tantas opciones que sin duda podrían perderse, claro que el hombre tenía la ventaja pues parecía conocer todo a cabalidad, eso la llevó a tener más curiosidad de su identidad, era extraño, todo en su encuentro y demás estaba cubierto por el misterio. Justo cuando iban a empezar el ascenso tuvieron que esconderse detrás de unos pilares, el trataba de esconderla detrás de su cuerpo, sabía que podía llamar la atención, se podía escuchar los pasos apresurados de algo o alguien que venía justo hacia ellos, aunque podía ser más de un ser por el sonido de las pisadas.

— ¡No pudo haber desaparecido así como si nada! ¡No es bueno tener a esa maldita mujer usmeando por aquí! ¡ENCUENTRE LA ANTES DE QUE NUESTRO SEÑOR SE DE CUENTA!.

Varios guerreros pasaron frente al pilar donde se ocultaban, por lo oscuro del lugar fue difícil distinguir que eran, los enemigos ya se habían alejado y por ello pensaron que ya estaban a salvo, grave error no contaron con que los verían debido a que algunos cabellos rosas habían quedado al descubierto, cuando se dieron cuenta de su error quisieron golpearse, habían sido tan descuidados.

— ¡Ahí están!

La chica tuvo que fruncir el seño, su armadura no estaba con ella y el problema era que no podía resistir ataques cósmicos sin ella, por más poder que tuviera sin la armadura no serviría en el campo de batalla pero aunque la adversidad estuviera frente a ella no iba a retroceder, por sus ideales sería capas de aplastar las estrellas si era necesario. Estaba por salir a dar la cara y enfrentarlos pero el hombre la detuvo mientras miraba a las sombras correr hacia ellos, no era conveniente pelear en ese momento, él lo sabía, si ella agotaba sus energías el plan se iría por el caño.

— lo siento Sakura pero tendremos que huir, no nos conviene agotar energías.

¿Huir?, Tuvo que voltear a verlo pues no creía que había escuchado bien, al verlo tan serio se dio cuenta de que sus palabras eran verdaderas y todo se hizo más extraño.

— ¿Porqué?, Lo siento pero no planeo morir, tengo que volver y salvar a mis amigos, tengo que volver y salvarlo... Yo..

Minos, además de acabar con el enemigo necesitaba verlo una vez más, su pecho dolió tanto que las ganas de llorar se apoderaron de ella pero no hubo tiempo para él sentimentalismo, él la tomó de la mano emprendiendo la huida por la escalera más cercana, las sombras los seguían de cerca, aunque él era rápido no era suficiente, les estaban pisando los talones por lo que eran propensos y un gran blanco a un ataque pero ella sabía que solo tenían una posibilidad, un caballero dorado podía correr a la velocidad de la luz, aunque eso requería de su cosmo pero valía la pena.

—¡ oye nos alcanzan, tengo un plan si te cargo en mi espalda podré usar la velocidad de la luz y salir de aquí!

Era una buena idea si no supiera que eso reduciría el cosmo de la chica y sus planes faltarían si no tenía la fuerza suficiente, frunció el seño al darse cuenta que por lo cargado del ambiente los enemigos estaban preparando un ataque, si eso les daba estaban perdidos y aquellas escaleras de espiral  parecían infinitas.


Maldición


Aldea de la Arena

El nerviosismo era palpable, aunque no entendían el funcionamiento de lo que ellos llamaban cosmo eso no evitaba que sintieran el poder que se estaba liberando, incluso aunque estuvieran lejos los mega ataques usados se veían, eso los puso nerviosos, la mayoría solo pensaba en la seguridad d ella pelirosa, la impotencia de no poder ayudarle, el miedo de perderla para siempre, la angustia de no saber qué sucedía pero algo estaba claro para cada Shinobi, el mal sería vencido y la verían de nuevo, triunfante.

Infinite RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora