Infinite Rose

choque de perspectiva

¿Cómo habían llegado a eso?, Era la pregunta en la mente del Dios que en contra de sus deseos corría entre las calles liderando el escape, no era un dios cobarde y prefería luchar pero tenía razones que sobrepasaban sus deseos, jamás había tenido a su esposa en tal peligro y el solo pensar que pudiera salir herida lo hacía estremecer, velozmente corrían por cada callejón, esquivando de forma eficaz las explosiones pues ahora las sombras los superaban en numero, la persecución llego hasta el punto donde tuvieron que servír de señuelo y distracción para que los aldeanos con ayuda de los ninjas pudieran estar en un terreno seguro, gracias a Sasuke fueron transportados a la aldea de la arena donde Gaara los esperaba, era un preocupación menos pero a pesar de que era una salida también para ellos era imposible implicar a inocentes, era lógico que los seguirían usando como punto aquella flecha que estaba en la chica. no podían seguir así, evaluando sus opciones solo tenían como recurso a los cinco chicos de bronce, mal que bien se las arreglaban para desviar los ataques que venían en su dirección junto a Athena y su escudo pero eso no serviría por mucho tiempo mas, era momento de contratacar. Gracias  a un ataque del Fenix pudieron tomar cinco minutos de ventaja y ocultarse un momento en un edificio enorme y abandonado, según a lo que recordaba era la oficina del Hokage, rápidamente dejo a la chica en el suelo para evaluar el estado de su esposa, después de estar seguro de que esta se encontraba bien se acercó a su sobrina para poder hablar, a lo lejos del lugar podían aún escucharse los ecos de las explosiones y de la guerra infernal que empezaba a tomarse la aldea, parecía el apocalipsis.

- Athena debemos hacer algo mas, a este paso al ser superados por numero no podremos defendernos si se nos acaban los escondites, además seguro usan la flecha para localizarnos.

La diosa miro a su familiar mientras dejaba su escudo en el suelo y recuperaba el aliento como todos, su tío tenia toda la razón, debian idear una forma de poder dar batalla y salvar a Sakura, su mirada pasó al cuerpo inerte por un momento para después ver de nuevo al Dios.

— tienes razón, la única opción para detener esto es ir directamente contra Kairos y derrotarlo pero es complicado, casi imposible.

Los santos mientras los dioses hablaban se acercaron hacia la chica que permanecía inconsciente, aquella flecha seguía emitiendo esa energía extraña, aunque Shun intentó quitársela le dió una descarga tan potente que le quemó la mano, incluso con la protección de su armadura, por ello.

— hay algo que no entiendo, ¿porqué dijo "traiganme a la poseedora de la vida y la muerte"? — preguntó Shiryu captando la atención de todos los presentes.

Era cierto, aquella frase la había oído antes de salir corriendo, Hades miró a los caballeros y después a su esposa que inútilmente intentaba despertar a la chica, incluso le limpiaba la sangre buscando motivarla. ¿Que era lo que buscaba Kairos con todo eso?.

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Sus párpados temblaron antes de darle paso a la apertura de los mismos, lentamente pudo abrirlos tratando de enfocar su mirada, no sabía dónde estaba, todo era tan oscuro y lúgubre, tardó un poco en acostumbrarse a la poca luz, mientras intentaba procesarlo escuchó unos pasos acercarse a ella por lo que giró su cabeza en aquella dirección, ¿Acaso no estaba en Konoha, justo lista para pelear? ¿Donde estaba?. Tocó la zona donde había entrado la flecha pero no había nada, los pasos se acercaban más y más por lo que intentó levantarse para poderse defender, miró a todos lados una vez más, el pánico quería apoderarse de ella, estaba recostada sobre algunas mantas, veía lo que parecían unas paredes de roca simulando ser un tramo de un laberinto ¿Que estaba pasando?, Se preguntó sin dejar de ver a todas partes.

— no temas, estás a salvo.

Era extraño, aquella voz varonil tenía su aire de paz, apasiguó su miedo dándole el tiempo de calmarse, pronto frente a ella apareció un hombre de rasgos griegos pero de una gran belleza, sobretodo por sus ojos verdes, uno lleno de vida, su cabello negro resaltaba mucho aquel color. El hombre se terminó de acercar hasta que se sentó a su lado ofreciéndole una pequeña la sonrisa, su cara de confusión no se hizo esperar.