Infinite Rose

Siempre seremos los mismos

Un nuevo día se hacía presente, Naruto se encontraba en su oficina dándole una revisada a su montaña infinita de papeles por firmar, claro todo sería mejor si la preocupación que tenía lo dejara en paz pero era imposible, sus dos mejores amigos estaban en un limbo existencial y no sabía cómo ayudarlos, Sakura por su parte estaba sufriendo y aunque había intentado acercarse ella parecía más lejana que antes, manteniendo un muro entre lo que sentía y todos a su alrededor y Sasuke... Que decir de este, un cabeza dura obstinado que a pesar de todo se negaba a dejar ir sus sentimientos. Unos toques en la puerta lo hicieron dejar sus pensamientos para conceder sin mucho ánimo el permiso de entrar, vaya que la vida era bastante curiosa pues quien había entrado era Sakura, está portaba aquella armadura, él aún se sentía orgulloso por ver lo que ella con mucho esfuerzo había logrado.

- buenos días Naruto, te traje el informe - le comentó con cordialidad mientras se acercaba a él.

- buenos días Sakura- chan, ¿Pudiste obtener más información? - le preguntó de forma amigable mientras tomaba el pergamino en sus manos.

- no, aún no pero creo que hablaré con un experto al respecto.

Con aquellas palabras se giró en su lugar y estuvo por irse pero quedó estática en su puesto, sabía que Naruto la estaba mirando con tristeza, aunque tenía en cuenta que este no tenía la culpa de lo que había pasado y que su actitud con ellos estaba de mas no podía evitarlo, era inmaduro y no estaba a la altura de su posición contradiciendo su actuar pero no quería encarar esa parte de realidad, fue difícil levantarse para volver a caer pero tampoco era una cobarde injusta para no asumir sus errores, Naruto había estado cuando más lo necesitó, por ello se giró para verlo mientras soltaba un profundo suspiro, este la miró sin entender aquella expresión enigmática.

- ¿Te apetece un buen tazón de ramen? - preguntó con una sonrisa sincera pero tenue dejando impactado al rubio.

Dos razones humeantes estaban frente a ellos, después de agradecer empezaron el consumo del alimento, Naruto estaba de mejor humor, por ello empezó a comer velozmente mientras ella mantenía su actitud refinada, esto no pasó desapercibido para ningún hombre a su alrededor, estaba más hermosa que nunca, todo en ella era un conjunto de cosas únicas que resonaban en armonía dando un espectáculo maravilloso a la vista. Después de cinco razones por parte del rubio hokage y solo dos de la chica este decidió hablar.

- tú no cambias, siempre queriendo hacer las cosas a tu estilo Sakura - chan - le comentó mientras dejaba de lado los palillos y miraba el tazón frente a él - ocultas tus sentimientos verdaderos tras un muro de cordialidad y sigues como si nada pero las heridas no se van, solo se hacen mas grandes... Entendí lo de Sasuke en su momento pero ahora con esto, ¿Crees que no se que estás muriendo de dolor? Se que tiene sin deber pero...

- ¿Si es así como planeas evitarlo? - le interrumpió de repente la chica mientras su mirada permanecía oculta - Naruto entiendo lo que quieres decirme, se que te preocupa lo que siento y mi dolor pero te aseguro que ese es nuestro menor problema, Minos y yo solo somos dos granos de arena en esta inmensa disputa que abarca más de lo que te imaginas, mi perdida o sea lo que esté pasando es nada comparado a lo que no conocemos de este rompecabezas.

- ¿A que te refieres con eso?.

Los dos amigos miraron hacia la entrada de Ichiraku, allí permanecía de pie Sasuke mientras su gélida mirada escudriñaba el rostro inmutable de la chica, Naruto los miró con sorpresa, sospechaba que algo pasaba pero pensaba ser más sutil que eso. Sakura sin decir más sacó dinero de su bolsillo y pagó la comida levantándose con elegancia, sin decir nada más se dirigió a la salida seguida de las miradas inquisitiva de los dos hombres, después de avanzar unos metros se detuvo mirándolos por el rabillo del ojo, estos entendieron perfectamente que debían seguirla y no tardaron en hacerlo.