Infinite Rose

causa y efecto

No importaba las veces que eso ocurría, no importaba cuánto buscará evitarlo, la sensación al estar entre sus brazos era tan abrumadora que era inútil evitar sonrojarse. Lentamente se reincorporó sin dejar de abrazar las compras.

— bueno creo que la costumbre de atravesarte en mi camino es tuya — contestó la chica examinando que todo estuviera intacto.

— o es el destino que ama vernos juntos, lo que sea es divertido — expresó el hombre mientras no dejaba de verla.

— si, lo que digas — Susurró la chica sin siquiera verlo.

Su plan era un cruce breve de palabras e irse, claro si Minos no fuese tan insistente pues antes de que pudiera hacer algo sus bolsas aparecieron en las manos del juez, no pudo evitar sorprenderse ante ese acto.

—¿Qué? ¿Porque me miras así? Podrás ser fuerte y ser aspirante a ser un dorado pero solo tienes dos manos, un poco de ayuda no te va a matar — explicó sus razones mientras abría la puerta de la florería.

Era un buen punto, no podía objetar nada ante eso, solo suspiró entrando en el lugar, seguida por él.

— ¡bienvenida señorita Sakura! — expresó una alegre voz infantil.

Algo curioso de ser una estrella del infierno era que recordaba cada fragmento de sus vidas pasadas y esa niña jamás pudo irse de su mente, aquella fiel admiradora de su enemigo la niña de la rosa, no pudo evitar mirar con curiosidad la interacción de esas dos, Sakura era amable con la pequeña lo que hacía que la chiquilla se emocionada y sonriera de felicidad absoluta, no supo jamás como era la interacción de Albafica con aquella niña pero si estaba seguro de que si hubiese sido como la de Sakura con la pequeña esa niña hubiese muerto de felicidad.

Ella quería enfocarse solo en sus deberes, sentía la penetrante mirada del juez y la verdad no quería lidiar con eso, almenos no por el momento.

— Aquí está el pedido señorita, espero que le guste — exclamó la niña dándole la bolsa.

— gracias Sasha, mi maestro estará muy feliz — le dijo la chica.

Ya con todas las compras en sus manos salió de la florería seguida de cerca por el juez.

— así que en esta vida se llama Sasha... — comentó el juez como quien no quiere la cosa.

— ¿A qué te refieres con eso? — exigió la chica deteniendo sus pasos para verlo.

— ella es la reencarnación de alguien que conocí hace dosientos años...

Era extraño, nunca había visto la nostalgia en la cara de ese hombre, siempre era tan sonriente y daba la sensación de que todo en el estaba en paz pero ahora...

— no se cómo se llamaba pero era una niña florista, amante de las rosas...

Aquellas palabras fueron ecos, lentamente aquellas frases volvieron a su mente  mientras tomaba su cabeza con una mano buscando calmar el fuerte dolor

"es mentira, el señor Albafica no pudo haber muerto ¡Te odio! ¡Idiota!"

"El espectro que asesino a mi compañero decidió destruir está villa y vine a impedirlo"

"¡Albafica/ señor Albafica!"

"¿ Te quedan fuerzas para pelear? Albafica de piscis... hum, me sorprende que sigas convida, pudiste haber muerto pacíficamente junto a toda tu belleza. No importa cuántas veces peleemos, aquellos que no tienen poder siempre terminan como marionetas, eres patético, eres tan hermoso pero tan lleno de sangre y lodo... Ya no me apetece matarte"