primer movimiento

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Gracias al cosmo de los dioses el portal pudo volverse a abrir, Hades y Athena tuvieron que ir junto a Shion para alertar a los demás y traer refuerzos, Naruto por su parte tuvo que dar el parte a los kages para evitar algún ataque sorpresa y aunque no tenían amenaza directa era mejor prevenir que lamentar.

Sakura no había salido de su casa, ni para recibir a los demás ejércitos, eso tenía preocupados a todos pero muchos sabían que era natural, así había sido con la muerte de su maestro, era lógico que fuese así con el amor de su vida, Nike había sido su fiel compañía, no dormía sin él ni comía sin él, no quería alejarse del animal por ningún motivo y él tampoco quería dejarla, llevaban ya un mes en esa situación donde ya no sabían que hacer para poderla sacar de su aislamiento.

Los ninjas, espectros y santos unieron sus fuerzas para la vigilancia de las cinco aldeas, se habían dividido en grupos para tener relevos y vigilar las venticuatro horas al día, pero no había pasado nada más allá, se notaba que aquel Titán amaba jugar con ellos pero nadie bajaba la guardia, veían estar preparados pues con una amenaza latente en cualquier momento la situación cambiaría y no sabían si a su favor o podría jugarles en contra. Así pasaron dos meses largos, en el primer mes todos respetaron el alejamiento de la chica pero en el segundo mes ya preocupados intentaron hablar con ella recibiendo una negativa rotunda, por mucho la única que logró verla fue Perséfone y eso que fue solo por cinco minutos, así supieron de su condición actual lo que los preocupó más pero sabían que no podían presionarla, por ahora confiaban en que hiciera lo correcto y apareciera pronto.

Era un nuevo día, uno vacío para una pobre pelirosa que buscaba alejarse un poco de su realidad, de esa dolorosa y cruda realidad, por ello después de haber comido algo salió al patio de su templo llevando una muy fina botella de vino, un regalo de Camus que había guardado para casos especiales y se sentó al borde para ver el paisaje desde aquellas alturas, se sirvió la primera copa y con la mirada ausente y apagada miró todo desde su posición y los recuerdos la golpearon de repente, ya estaba acostumbrada a eso, la muerte siempre fue un tema recurrente en su vida pero jamás creyó que perdería de esa forma tan injusto a su amado, al amor de su vida y la luz de la misma, quizás por estar tan elevada fue que se sorprendió con lo que pasó a continuación.

Él no era de dar ánimos, no, a él no le importaba nadie más que su esposa pero cuando se dió cuenta ya estaba caminando por aquel campo hacia la melena rosa que ondeaba a lo lejos, un sentimiento extraño se apoderó de él pensando en lo peor, quizás era porque se sentía responsable, quizás era porque ella le recordaba a su amada esposa en aquellos años donde la cortejaba o las injusticias que habían cometido con su existencia, jamás sabría la razón solo que terminó sentándose a su lado mientras ella lo miraba con sorpresa. Hades después de unos minutos de haber estado mirando a la nada se permitió ver el rostro de la chica, sin duda a pesar de su alta belleza se podía ver los resultados de la mala práctica de vida que había adoptado, se veía que no estaba durmiendo bien, estaba más pálida d elo normal y parecía ausente, volvió a ver al frente al igual que ella.

— sabes, llorando y lamentándote no lo traseras de vuelta.

Quizás había sonado mal pero él no era de endulzar las cosas, la chica se permitió verlo por un momento para después volver a ver hacia el frente.

— lo sé, se que debo levantarme y afrontar todo con la madurez que corresponde pero... No sé cómo hacerlo ni de dónde sacar fuerzas, este dolor me está consumiendo y temo elegir el camino equivocado...

No sabía porque le hablaba de esas cosas pero sentía que solo el la podría comprender, extraño pero nada ennsu vida ya tenía sentido.

— tienes dos opciones, una es quedarte como la pobre víctima y dejar que acaben con todo dándole el placer a Kairos de verte así y no solo a él sino a todos los que jamás dieron por hecho de que no eras fuerte o dos, tomar todo eso que sientes como una fuerza y motivo para levantarte y pelear como la guerrera que eres para no hacer que su muerte fuera en vano, morir por alguien que amas es una muerte honorable, no manches tan puro acto desperdiciando la oportunidad que se te a dado.

Infinite RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora