¿Como había llegado a ese punto? En qué momento se había dejado arrastrar a esa cadena de desgracias, no pudo evitar mirar al causante de todo esperando herirlo aunque fuese un poco de esa manera.6 horas antes de la "tragedía"- Santuario de Athena
La rutina en el templo de piscis iniciaba en la madrugada, según su maestro los rosales y demás plantas del invernadero necesitaban recibir agua y sus diferentes abonos antes de los primeros rayos del sol, por ese motivo estaba ella ahí, con un grueso suéter, bufanda y un gorro regando cada planta en piscis por orden directa, no le molestaba en lo absoluto, las fragancias de las flores y la frescura del ambiente le alegraban la madrugada, claro que había sus desventajas pero lo manejaba bien después de adquirir su responsabilidad hacia unas semanas.
Cuando todo terminó ya había salido el sol dándole la más hermosa vista de todo el lugar, claro que todo se hacía más hermoso con una taza humeante de té, cortesía de su maestro. Luego de un descanso y un desayuno balanceado volvían a los entrenamientos pero ese día sería diferente.
Estaba sentada en la sala esperando de nuevo a su maestro, extrañamente se había ido sin decirle a dónde después de desayunar y después de hacer unos pocos deberes sin más que hacer se sentó allí mirando a la nada, claro así fue hasta que sintió un cosmos acercarse por lo que se levantó rápidamente para ir hacia la entrada del templo.
— solicito permiso para entrar este templo - una suave voz llenó el lugar, ella jamás espero que algún día la fuese a escuchar.
Recordaba las charlas con Milo, un vez le comentó sobre los caballeros dorados, según el Shaka era reservado y muy metido en su estilo de vida, no solía salir si no era algo muy necesario así que verlo ahí frente a ella le sorprendió.
— bienvenido a Piscis señor Shaka... Mi maestro no se encuentra en el momento pero si gusta puede pasar a esperarlo - se apresuró a responderle regalndole una tenue sonrisa, ese hombre tenía un aura poderosa que la ponía nerviosa, además de su hábito de tener los ojos cerrados pero claro no lo demostraría.
— agradezco la invitación pero no vengo por él, e venido a verte a tí - respondió el rubio de manera tranquila mientras iniciaba la marcha hacia la zona privada del lugar.
Él no era de meterse en asuntos ajenos pero desde la llegada de la chica su curiosidad despertó, todo en ella era un enigma sobretodo su alma y el pasado de esta, había hablado con su reencarnación sobre Albafica y la aparición de este era aún más misteriosa de lo que contaban y esperaba descubrir el enigma.
Sakura se apresuró a buscar una taza de té volviendo rápidamente para atender la visita que estaba sentado de manera muy formal en el sillón individual.
— gracias, por favor siéntate - le pidió mientras tomaba la taza llevándola a su boca para darle una probada.
— disculpe pero, ¿Porque viene a verme? No es que quiera ser irrespetuosa pero... - no sabía como decirlo, se sentó frente al mayor buscando las palabras adecuadas.
— entiendo tus dudas no necesitas decirlo, se que no es normal verme ante ti pero eres un enigma que me apetece conocer - dejó la taza de lado para enfocarse en la mujer.
— lo dice por lo que dicen de mí, quiere asegurarse de que sea un beneficio y no una amenaza - no necesitaba preguntarlo por eso lo dijo como si lo afirmara.
— te equivocas, no pienso de esa manera hacia tu persona, un alma que a vivido para Athena no es una amenaza, pude que pierda el sendero a causa de terceros pero siempre vuelve a su lugar - le expuso ladrando su rostro.
ESTÁS LEYENDO
Infinite Rose
FanfictionSakura Haruno harta de su ciclo de auto destrucción decide dar un paso y avanzar para olvidar a Sasuke pues este al volver de su viaje rompe su corazón, con lo que no contaba era que aquella estrella fugaz había oído sus suplicas pues un día una ver...