Infinite Rose

un motivo y el inicio del fin

Nadie podía decir nada, no sabían si quiera que hacer, para Naruto ver a su hermana en ese estado era doloroso, ¿Acaso era que ella estaba destinada a sufrir siempre? No podía creer eso, Minos le había agradado tanto, se sentía el amor que tenía por ella, tuvo la ilusión de que él sería el esposo perfecto para su Sakura pero ahora...

Sasuke no sabía que sentir al respecto, aunque odiaba la idea de perder a la pelirosa por aquel hombre jamás hubiese deseado eso, él sabía lo que se sentía perder lo más amado y aunque lo sabía no podía consolarla, no sabría cómo.

La diosa no la había soltado, a pesar de que ya Minos había desaparecido y la Sapuri estaba a su lado la chica no se había movido, claro hasta que el Nike apareció y con su cabeza le acarició la cara, ella lo abrazó soltandose de la diosa.

— Nike... ¿Ahora que haremos?... — le susurró con dolor la chica al animal

Saga se apresuró a ayudar a la diosa para que pudiese pararse, lo que fue agradecido por la misma. Los de Konoha se sentían inútiles y fuera de lugar, aunque no entendian mucho de lo que pasaba, prefirieron darle el espacio a la chica para calmarse aun más.

De repente algo cubrió el sol y sobre ellos apareció una estructura, algo que los santos reconocieron bien, el santuario apareció suspendido en el aire, Sakura dejó de abrazar a Nike, frente a ellos aparecieron las deidades y los santos, quienes estaban tan sorprendidos como ellos.

Antes de que nadie hiciera o dijera algo Hades se acercó  para ver la Sapuri, después miró a la pelirosa, está no fue capaz de sostenerle la mirada, se sentía bastante culpable y destruida, quizás por ello del acto del dios del averno que para sorpresa de todos la abrazó, no dijo nada solo le brindó apoyo de esa forma por un momento para después soltarla e ir con su esposa, él no era de afectos pero Minos era su sobrino, una verdad que no muchos sabían y su muerte era una tragedia aunque podía decir que fue una muy honorable.

— pero miren quiénes están aquí, mis dos basuras favoritas favoritas.

Los santos rápidamente se colocaron frente a todos para hacerle de barrera al oír aquella voz, Shion al reconocerlo frunció el seño.

— vaya vaya, ¿sigues vivo Aries? Jajaja qué sorpresa.

—Yōma de Mephistopheles, kairos  — escupió con ira el patriarca.

Hades cubrió a su esposa esperando un ataque, todos se pusieron alerta pues sabían quién era ese ser, la reencarnación del Titán hermano menor de Cronos, este estaba suspendido en el aire sonriendo de una manera diabólica, jugando con su sombrero.

— ¿Qué pretendes ahora? — preguntó Athena mientras apretaba el agarre sobre su báculo.

— jajaja es muy pronto para que lo sepas, por ahora disfruten de su nuevo hogar, pronto la segunda parte de mi Show dará comienzo

Entre risas el sujeto desapareció sin dejar rastro, nadie entendía lo que pasaba pero algo estaba claro, la aparición de ese ser no traía nada bueno.

— creo conveniente que las autoridades se reúnan a hablar — dijo de pronto Sakura — queramos o no esta es nuestra realidad ahora y el inicio de una nueva guerra.

Todos se miraron entre sí, era verdad ahorita debían reorganizarse y planear una estrategia.

— vamos a mi oficina, allí hablaremos con más calma — propuso Naruto.

No se opusieron, lo mejor era poner las cartas sobre la mesa, Sakura le dió indicaciones al grifo para que la esperara en su templo, la Sapuri desapareció y todos los presentes siguieron al rubio hacia el interior de la aldea. Los aldeanos estaba bien, por suerte solo había sido el susto, aunque los cercanos a la pelirosa deseaban estar en la reunión no les fue permitido, ya tenían suficiente con los eventos del día como para aguantarles.