Infinite Rose

cruda realidad

Un incómodo y largo silencio se formó entre ellos, Saga y Sakura miraban impactados a sus antecesores, ¿Que estaba pasando?, aunque eran ellos tenían puesta una cloth de su signo completamente negra y lo más extraño era que tenían una venda roja en los ojos, Todos los Shinobi miraban a estos cuatro sin entender la situación pero antes de escuchar alguna respuesta por parte de los atacantes, Aspros elevó su cosmo preparando su técnica definitiva.

— ¡PROTEJAN LA ALDEA! — gritó Naruto al ver aquel ataque pero cuando intentó usar su modo Kurama le fue imposible como a Sasuke usar sus habilidades oculares, todas asustados por eso empezaron a correr sin saber que hacer.

Sakura volvió en sí frunciendo el seño, no debían perder el tiempo, según a sus lecturas Aspros era un prodigio y si les daba de lleno esa explosión de galaxias no aseguraba que la aldea o los aldeanos salieran vivos de esa. Como una estrella fugas sus armaduras llegaron para protegerlos mientras la Sapuri de Minos aparecía también.

— ¡SAGA, EL CAMPO DE FUERZA AHORA, MINOS QUE NADIE APARTE DE SAGA Y YO ESTÉ AFUERA! — exigió la pelirosa al ver aquello.

— ¡claro que no!, ¡No voy a esconderme lucharé a tu lado! — le contestó decicido.

Los hombres se miraron mientras la pelirosa caminaba hacia los atacantes, elevaron sus cosmos para cumplir lo pedido, Saga buscó entre sus ropas los sellos de Athena mientras Minos desplegaba sus alas para tomar altura y así atrapar  a las personas y llevarlas hacia el interior antes de que Saga usara el campo.

—¡MARIONETA CÓSMICA! — los hilos aparecieron en sus dedos mientras el volaba, atrapó a todo el mundo y los dejó en la entrada, ante la mirada de sorpresa de todos.

Saga al darse cuenta de que no habían civiles lanzó los talismanes contra ellos creando una fuerte barrera que cubrió toda la aldea, Naruto y Sasuke se miraron sin entender que había pasado, ¿De qué valía tanto poder si no podían usarlo ahora?. Los aldeanos asustados se apoyaron en el campo de fuerza para ver lo que pasaba, aunque ahí llegaron todos los conocidos de la pelirosa temiendo lo peor, Sarada había huido de su madre ahora ser testigo de lo ocurrido como los demás niños.

— ¡EXPLOSIÓN DE GALAXIAS!

— ¡SAKURA!

todos gritaron asustados al ver que la que estaba en el camino de aquel ataque era la pelirosa, justo cuando estaba por impactaría esta elevó su cosmo, ella no huía, no era su estilo.

— ¡ROSAS PIRAÑA!

Miles de rosas negras salieron en dirección a el violento y poderoso ataque que al colisionar crearon una violenta expansión que levantó una enorme colina de polvo, lentamente está pasó dejando ver a la pelirosa intacta pero frente a ella estaba Lugonis, algo no estaba bien, podía intuirlo.

— Maestro, jamás pensé que nos encontraríamos en estas condiciones — comentó la pelirosa con tranquilidad pero los dos hombres podían denotar el tono triste de trasfondo.

El pelirrojo no dijo nada, levantó su mano invocando una Rosa sangrienta, él no jugaba, sus órdenes eran claras y no estaba para nada mas.

— ¡SAKURA SAL DE AHÍ!
— Gritó Minos preocupado por ella.

De la nada algo atrapó al juez, eran unas cadenas doradas que lo sometieron lanzándolo a tierra mientras era arrastrado, su Sapuri empezaba a mostrarse afectada.

— ¡MINOS! — gritó la chica dispuesta a ir por él esquivando por milímetros el ataque del mayor pero este rápidamente usó rosas piraña para alejarla del Albino.

Saga no estaba mejor, Aspros era muy rápido, parecía inagotable su energía y solo usando su habilidad de moverse a la velocidad de la luz pudo esquivar la explosión de galaxias aunque algunas si había dado en su blanco, la velocidad que estos usaban los superaba y eso era imposible, ¿Que les estaba dando aquel poder tan abrumador?.