Inusual

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Un mes después de los incidentes Sakura fue liberada de su castigo, ahora ella se encargaba de los mandados de su maestro, claro que ya no iba con Milo o Angelo, después del fiasco de la vez anterior su maestro buscaba que no volviera a estar sola con esos dos por malas influencias, la verdad era gracioso como los sacaba volando usando una escoba, tenía tal fuerza y puntería que llegaban a los escalones de sagitario y ni porque usarán la excusa de que venían a pedir perdón los dejaba entrar, no pudo evitar reír ante ese recuerdo.

— veo que te ries de la nada, ¿Recordando alguna travesura?

Se detuvo para ver a quien le andaba encontrándose con el caballero de Aries, Mu le sonreía de una manera tan tierna que la hizo sonrojar levemente por ser atrapada.

— no es eso, recordaba como mi maestro juega golf con Milo y Angelo - le contestó aguantando la risa.

— bueno es un recuerdo muy gracioso así que te acompaño en tu risa - le contestó el caballero riendo un poco.

Ahora que lo recordaba era la primera vez que hablaba con el caballero fuera de lo reglamentario de su templo, Mu se la pasaba encerrado en su templo y según los demás era por su labor de reparar armaduras, algo muy importante así que el tener ese encuentro era inusual.

— ¿estás aquí por orden de tu maestro? - le escuchó decir.

—si, necesitamos algunos víveres especiales ya que es su "viernes de repostería" - comentó emocionada.

Desde que ella vivía con su maestro los viernes eran "viernes de repostería" dónde el mayor le hacía sin fin de delicias y se las comían todas en un hermoso picnic nocturno en el jardín, hablaban sin parar y bromeaban de todo, amaba tanto esos momentos dónde su maestro pasaba a ser aquel amigo que la animaba y aconsejaba.

— la verdad que sí es un motivo para emocionarse, Afrodita hace el más delicioso pastel de chocolate y fresas que e probado - comentó — aunque ya no nos comparte como antes. Vamos yo también voy para el supermercado

Los dos empezaron a caminar, ella entendía un poco la razón del alejamiento de su maestro, según a lo que pudo indagar después de ser revividos y de que "aclararan la situación" los que habían errado sufrieron mucho para perdonarse lo que habían hecho, incluso si los demás los habían perdonado el dolor del fallo era realmente difícil dejarlo  atrás y eso llevaba a qué se alejaran de todo. Poco a poco las cosas volvieron a la normalidad pero aunque Afrodita lo intentaba e incluso les daba de sus creaciones, de repente se alejaba de todos y no se acercaba creando un auto aislamiento, la razón detrás de esto era algo simple, se solía decir que un piscis cuando estaba herido se alejaba hasta estar bien y la situación emocional de su maestro en ese entonces lo llevó a eso, claro que ahora se veía mejor y sin duda se veía con más ánimos.

A la mañana siguiente se levantó temprano, había guardado unas porciones de los pasteles de su maestro para dejarlos en los templos, le pareció un buen detalle para sus guardianes así que se apresuró a meter todo en la canasta sin percatarse de que la observaban.

— ya que vas para Aries Necesito que lleves algo por mí.

Tan concentrada estaba que no lo sintió llegar por lo que saltó pegando un pequeño grito girándose rápidamente para ver a su maestro, este estaba apoyado en el marco de la puerta mirándola con diversión.

Por fin había llegado al primer templo del zodiaco, se había tardado porque algunos guardianes la habían saludado y habían terminó una agradable conversación con promesas de volver, la verdad tenía curiosidad de conocer ese templo y la labor de Mi, había leído como hacia para reparar las armaduras pero jamás lo había visto, miró hacia atrás alcanzando a ver la caja de la armadura de piscis, si el favor de parte de su maestro era llevar la armadura a un mantenimiento.

Infinite RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora