bandos

1.2K 102 20
                                    


Cada habitante del santuario miraba con sorpresa la aparición de aquel ejército, se notaba que eran órdenes de Ares que había vuelto a la vida, Athena rápidamente elevó su cosmo creando una barrera al rededor de la villa y el santuario protegiendo a todos dentro de ella.

— Shion prepara la contraofensiva, está vez nuestras acciones son respaldadas, no resguardamos el santuario, esta vez será una batalla a la antigua.

Sin decir más la deidad se marchó la estatua de Athena, algo le decía que era necesario usar su armadura.

Inframundo

Hades, Perséfone y los dioses gemelos miraban el avance de las tropas enemigas, no demoró en llamar a sus espectros para responder el ataque pues hasta su esposa se preparó para defender su territorio, era extraño que un dios intentase algo contra el señor del inframundo pero les dejaría en claro porque era el más temido, todos los espectros estaban en posición, esperando la orden de ataque.

Después de la emotiva historia de Minos, caminaron hasta la ciudad para tomar un chocolate caliente y pasar el rato.

—¿Enserio pasó eso? Vaya me lo esperaba de cáncer o Escorpio pero alguien tan serio como capricornio...

— es ahí donde vemos que Angelo es mala influencia, el pobre de Shura no pudo ganarle a Camus bebiendo tequila y terminó besando uno de sus pilares, incluso bailaba la Macarena

Los dos se miraron antes de estallar en risas, las cuales desaparecieron al instante al sentir aquel cosmo iracundo que bañó la tierra dando una clara declaración, los dos se miraron llegando a la misma conclusión, era una declaración de guerra. No tardaron en volver al santuario, desde el templo de Piscis se podía ver como aquellos atacantes intentaban romper el muro rodeándolo por completo, en el santuario todos corrían preparándose para la batalla, aunque Minos temía por la seguridad de su amada entendía que no podía reprimir la, debía apoyarla y rezar porque esta vez pudiesen superar este nuevo obstáculo. Estando de pie detrás de ella se esforzó a imaginar el peor escenario y la verdad le daba miedo, no quería perderla pero era uno de los riesgos de la vida de un guerrero.

— están atacando el Inframundo, también debo de ir a la batalla — susurró.

Eran guerreros, la élite de sus bandos por lo que Sakura sabía que era algo que se debía hacer, por ello entrenaban sin descanso, proteger sus ideales y a sus dioses, al igual que Minos ella temía por un resultado de muerte pero su causa era otra cosa, superaba sus deseos personales y los dos lo aceptaban, era hora de demostrar su valía, lentamente se giró para verlo, admirando cada razgo, cada tramo de su hermoso y varonil rostro terminando en aquellos bellos ojos grises, él levantó si mano acariciando el rostro de la chica con ternura, ella por su parte cerró sus ojos para guardar en su memoria la sensación de su caricia.

— lo sé, yo debo de luchar pero sé que eres fuerte así que cuando todo esto termine nos veremos de nuevo — expresó con seguridad la chica.

Él le sonrió orgulloso, pudo ver la desición en su rostro, por ahora lo mejor era dar todo de ellos para acabar con la amenaza.

— esa es mi chica, así se habla, ni se te ocurra perder, me debes una cita que no es cita.

Después de un apasionado beso desapareció dejando sola a la chica, decir que no tenía miedo de perderlo sería una mentira pero con fiaba en sus habilidades e inteligencia, tanto como él confiaba en ella así que sin más se puso su armadura y se dirigió a la casa de Aries, era hora de mostrar su verdadero poder.

— por Athena, por ti maestro...

Inframundo

Al llegar a su prisión se apresuró a colocarse su Sapuri e ir a buscar a su tropa para organizarlos, ya en sus posiciones se reportó con los altos mandos para darles un panorama de lo que sucedía en la tierra.

Infinite RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora