Conspiración y reclamos

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Inframundo, salón del juicio primera prisión

Lune estaba preocupado, su señor estaba bastante decaído después de aquella fiesta en el santuario, eso era extraño más si estaba el hecho de que había compartido con aquella chica de la que todos hablaban pero lo entendía, sabía la razón de su tristeza y ese era el punto, ¿Cómo podía competir con eso? Minos era una de las personas más importantes de su vida y verlo así no le gustaba pero sabía que esa carga en sus hombros no era fácil de quitar y no podía buscar ayuda porque seguro lo castigaría... Vaya dilema.

Echado en el jardín de la segunda prisión estaba Minos, pensativo y perdido en sus pensamientos y recuerdos, aceptar que Sakura le gustaba era fácil, el problema era que hacer con eso, ya no podía ser lo mismo que antes, no quería pasar por el dolor de la pérdida o quizás ser rechazado, aunque sabía que todo se refería a su traumática niñez nunca había podido con el tema romántico, quizás era culpa a ella, su madre, la razón y el epicentro de su odio y vida de libertinaje, quizás temía ser como su padre, la otra causa de su desgracia, Sakura no merecía conocer esa basura, porque esa parte oscura de su ser, aquella parte humana que de negaba a desaparecer era un verdadero monstruo y no sabía si podría protegerla de eso. Frunció el ceño tapando su cara con una de sus manos, la cabeza le empezaba a doler, debía decidir pero estaba tan confundido y por primera vez en su vida tuvo miedo de sus desiciones.

A lo lejos Radamanthys y Aiacos lo vigilaban, ya había pasado una semana de la fiesta y desde entonces el alegre Minos había desaparecido dejando al despojo que estaba ahí, ellos eran sus hermanos por eso estaban preocupados, al inicio pensaron que estaba enfermo pero después de tanto creían que algo más pasaba y la conclusión era Sakura pero no podían ir de la nada y pedirle a la chica que les aclarara, no, debían buscar a la única persona en la cual sabían que Minos confiaba más que en ellos, sonrientes desaparecieron de la zona.

Santuario de Athena, templo de Escorpio

No podían creerlo, ¡Era inaudito!, Esa clase de cosas no solía pasarles a ellos, no entendían como demonios había pasado eso y era por eso mismo que tenían esa reunión secreta.

— Milo si no dejas de caminar como perro enjaulado te voy a atar a un pilar, ¡me estás mareando! — bramó irritado Shura.

— ¡Pero era su cumpleaños!, Me siento un maldito

— esta vez me uno al bicho, me siento igual — susurró Aioria

— no podemos culparnos, fue decisión suya ocultar ese dato — comentó Dohko.

— si pero ya deberíamos saberlo, después de todo ya es una de nosotros — susurró triste Aioros

— dejen de lamentarse y veamos cómo celebrarlo, quizás algo sorpresa

Todos miraron a su diosa para después empezar a aportar ideas, querían hacerla sentir especial pues se lo merecía.

Otra pensativa era Sakura, aquella conversación y los eventos de esa noche la dejaron con más dudas de las que su pobre cabeza podía soportar

"veo que no te decides pero lo tenés claro, deberías de no mentirte, todo mejorará si lo haces, no puedes engañar a tu corazón — le dijo con seriedad la deidad sorprendiendola"

"— ¿de que habla? — susurró confundida"

"— de que aunque intentas escapar y negarte tu corazón ya lo a elegido, si sigues así solo te lastimaras más, aprende de tus errores pasados e intenta mejorar, de eso se trata el amor"

Entendía que debía aceptar que Minos le gustaba pero tenía miedo, volver a pasar por todo el proceso nuevamente le aterraba y más el quedar lastimada nuevamente aunque no sabía si sería correspondida pero sentía que no, Minos era genial, divertido, alegre y tan guapo pero ella en verdad sentía que no tenía nada que ofrecerle así que seguro pasaría lo mismo que con Sasuke, vaya dilema.

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