Infinite Rose

Solo un poco más

Templo del patriarca

Siempre le había gustado esa imagen, la luna reflejada en el hipnótico campo de rosas rojas que protegían las escaleras de llegada que conectaban a Piscis con su templo, esas rosas misteriosas y hermosas que le recordaban tanto a él, a Albafica, era algo extraño el pensar que su alma aún estaba en este mundo y aún más raro el ver ahora la cara de una mujer, pero Sakura poco a poco se había ganado su puesto y respeto lo que lo hacía sentirse orgulloso, ya no sufriría como en su anterior vida y aunque no quería admitirlo la sobreprotegia, el miedo de perderle lo hacía actuar irracional pero no podía contenerse, no quería quedarse cruzado de brazos y ver cómo aquella flor se marchitaba ante sus ojos, lo más horrible del tema era que estaba empezando y aunque no tenía todas las variables sabía que todo era para atacarla a ella pero ¿Porque un Dios se tomaría tantas molestias para dará de tal manera a un santo de Athena?, Shion no pudo mas que levantar la mirada al cielo rogando por ella y que todo saliera bien.

Salida principal, Santuario de Athena

— bien, es hora.

Kanon se concentró un poco hasta abrir un portal frente a ellos, a la distancia Dohko y Saori los miraban atentamente.

— ¿Como sabes que nos llevará a mí maestro? — preguntó con curiosidad.

— el cosmo deja un rastro, lo abrí justo donde sentimos su cosmo por última vez, ahora entra.

Ella no necesitó más, caminó con desición hacia el portal cruzandolo, justo detrás de ella pasó Kanon dejando a las autoridades solas.

— vamos, necesitamos alertar a Shion, algo no está bien...

Las palabras de su señora le hicieron tener lo peor, solo esperaba que esta vez no fuera una masacre.

Luego de pasar el portal llegaron a la entrada de una pequeña aldea cerca a unos expendidos viñedos, en lo más alto había una hermosa mansión que destacaba en todos los sentidos, esto era una vista realmente hermosa para la pelirosa, las tonalidades de color y lo exótico de la vista eran realmente asombrosas.

— vamos, tengo un conocido aquí que seguro nos ayudará.

Las palabras de el Géminis le dieron esperanza, se moría por saber el paradero de su maestro y poder verlo sano y salvo. El camino era hermoso, rodeado de ramilletes de uvas maduras y algunas farolas estilo francés que le daban un toque vintage, no tardaron el llegar a la mansión donde un hombre alto de cabello negro sostenía en sus manos una copa de vino los esperaba en la entrada, sonriendo al verlos.

— cuando me dijeron mis ninfas que vieron a un guapo hombre con una belleza rosada no les cría, solo recordaba a una belleza rosada exótica que pude ver de lejos en el festejo anual, es extraño que los caballeros de mi hermana aparezcan en mis terrenos pero son bienvenidos — comentó en tono jovial — sobre todo tú Kanon.

— Gracias por su visto bueno Dionisio, aunque me gustaría esto no es una visita de placer, le sucedió algo a un camarada y quizás usted pueda ayudarnos.

La sonrisa de  Dionisio se convirtio en una mueca de preocupación, el chisme de lo que encontraron Athena y Hades ya estaba corriendo por ahí y aunque el odiaba las guerras amaba a la humanidad como su hermana, esperaba que nada malo fuese a pasar.

— bien, vamos a hablar.

Entraron después del anfitrión, la mansión tenía un aire griego que sin duda le quedaba perfecto, los llevó hasta la sala donde se sentaron, el Dios sacó algunas fotos y mapas sentándose también.