Infinite Rose

lo que faltaba...

Después de ser encontrados en esa confusa situación fueron todos llevados al santuario directamente al salón del trono, lo que no esperaban era que Pandora estaba ahí, con cara de muy pocos amigos al enterarse de los hechos.

La tensión era tanta que hasta respirar era difícil, Shion tenía cara de que se los quería comer vivos a todos y con justa razón pues por una estupidez la paz por la que se había luchado tanto estaba a nada de perderse y no era el único con esa expresión, Dohko estaba igual.

— ¡No puedo entender que pasa con ustedes, ¿Creen que es divertido jugar con algo tan delicado?! Parece que aman ver el mundo arder con su estupidez y eso es quedarse corto, ¿Les gusta sufrir y ver cómo sus camaradas mueren en guerras sin fin? ¡en qué idioma se les tiene que hablar!- bramó iracundo el patriarca.

Daba miedo, enserio tenía miedo de la expresión de ese hombre y por las caras de los demás implicados no era al única, al parecer no podían ni ocultarlo.

— Minos, Radamanthys y Aiacos, denme sus versiones - pidió la heraldo con un tono de voz que aunque aparentaba tranquilidad ellos conocían muy bien, querian correr pero sus piernas no respondían.

— nosotros estábamos en la tienda de costura, al terminar la encomienda salimos del local pero de repente algo líquido cayó sobre nosotros y las telas, al momento sentí que algo cayó sobre mi tirándole al suelo, cuando pude verificar la armazona estaba sobre mí - intervino rápidamente Minos hablando sin titubear.

Todas las miradas cayeron sobre la pelirosa, en ese punto la chica estaba maldiciendo a los dos dorados que la habían arrastrado a esa situación pero si salían de esa los iba a castigar con toda su ira.

— jamás lo imaginé de ti, Sakura, bien dame tu versión y no quiero mentiras, no trates de salvar a nadie - ante ese tono de mando por parte de Shion solo pudo tragar saliva.

— como ordene excelencia. Estábamos en Rodorio con mi maestro comprando víveres y arreglando unos asuntos, cuando estábamos en la florería me sentí un poco mareada y los caballeros de escorpio y cancer se ofrecieron a  llevarme a tomar un poco de aire, subimos a los tejados cuando de repente los escuché susurrar y me levanté a ver qué sucedía pero me enredé y me caí. Al levantarme me di cuenta de que había caído sobre el señor juez Minos de grifo y que el señor juez Radamanthys perseguía a Milo y Angelo, mi maestro llegó después de eso.

Sintió el nerviosismo de sus camaradas pero no podía hacer nada, sería peor si mentía descaradamente  y la verdad ya había ocultado algunas cosas a propósito para darles opciones de escape. Shion parecía conforme con la información así que miró a los implicados de manera fiera.

Las deidades se retiraron dejándolos solos, nadie quería hablar ni tenían el valor para hacerlo pero de repente Sakura salió de la formación parándose frente a los jueces ante la sorpresa de los mismos.

— señor Minos le ofrezco una disculpa por el golpe, lamento las molestias causadas por mis superiores - dijo mientras le ofrecía una sutil reverencia.

¿Enserio esa chica era una armazona? Nunca esperaron que en algún momento se fuera a disculpar, eso no era propio entre las dos ordenes, aunque minos iba a contestar fueron interrumpidos por la llegada de las autoridades por lo que rápidamente Sakura volvió a su lugar.

— bien, Milo de Escorpio, Angelo de Cancer in paso al frente - pidió Shion en voz de mando.

Los nombrados hicieron caso tratando de aguantar su terror.

— es claro lo que sucedió, aunque Sakura no dió todos los detalles los conozco muy bien para saber a qué punto llegan así que su castigo fue decidido por la señorita Pandora y por mí, aunque esto ameritaba ser azotados y después encerrarlos en Cabo sunion finalmente decidimos que lavarán a mano las telas finas que afectaron para después ser encerrados en las prisiones de castigo por tres días. Sakura para ti queda prohibido salir del santuario en un mes - finalizó la máxima autoridad ante las expresiones de terror de los condenados y la cara de burla de los jueces, la nombrada solo suspiró resignada.