imagina

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T/N...

Hace mucho tiempo en un lugar del mundo, existió el reino de una mala humanidad, reino gobernado por una adolescente llamada (T/N). Tenía muebles lujosos, vestidos lujosos, vida lujosa y un sirviente con un rostro similar al de su alteza. Todo lo que quisiera lo podía conseguir. Si alguien se atrevía a oponerse a su alteza la reina, debía considerarse muerto de eso se encargaba aquel sirviente fiel.

Arrodillense todos ante su reina.

Jimin...

Mi querida princesa yo siempre estaré para ti tu sirviente fiel soy yo, hermanos de corazón, vine al mundo para darte total protección, mi vida por ti daré sin importar el precio que cueste hacerlo.

Nacimos juntos bajo el cielo azul, aquel gran reloj marcaba las 3:30 pm. Las campanas sonaron al vernos llegar a este mundo, y cuando creí seríamos inseparables nuestra familia se encargo de separarnos a los dos, la codicia de ellos causó nuestro futuro dividido. Sin importar cuantas cosas el destino nos traerá, hasta el final de mis días mi alma te cuidará y verte feliz siempre anhelaré.

T/N...

Tomando mi corona y convirtiéndola en solo mía comencé reinando aquel país que me correspondía. Las personas se acercaban a mi pidiendo ayuda pero quién era yo para atenderlas??? Una niña junto a su madre decidió venir a implorar por mi ayuda, al parecer no había escuchado que yo no ayudaba gente, al repetirle "gentilmente" que eso a mí no me correspondía aquella señora mal agradecida de mi gentileza levantó la voz haciéndome molestar y que podía hacer mire a mi fiel sirviente el cual solo asintio, aquella niña de cabellos pelirrojos quedó huérfana por culpa de la falta de respeto de su madre y yo como una respetada reina hice lo que tenía que hacer.

Olvidado aquel suceso y paseando por las calles que rodeaba mi reino note a un chico y como si fuera una niña mi corazón cayó rendido ante los pies de un príncipe azul el cual sabia su reino estaba del otro lado del mío, aquel chico era el que debía acompañarme mientras ambos portabamos las coronas seríamos reyes de mi reino y el suyo, seríamos un unión de ambos reinos y seríamos ambos felices, sin embargo, el ya estaba comprometido con la princesa de su pueblo vecino una chica tan amable y linda yo no podía permitir que te fueras con ella lejos de mi, nuevamente el camino sucio tendré que tomar.

Jimin...

Cuando realizaba un viaje por otro país conocí una linda chica que llamo mi atención, fue su sonrisa lo que más me agradó. Una chica de la realeza era por quién mi corazón se encendía, una hermosa princesa tan pura de alma, sin duda me había enamorado de ella, sin embargo, al recibir tu llamada llena de envidia y celos mientras escuchaba que tus deseos con esa chica eran distintos a los míos, a esa chica no querías verla nunca más, cumpliré tus deseos para que así tú puedas ser feliz, fui a aquel reino que me pediste incendiar y así fue como notaba a todas las personas incluyendo aquella princesa ser quemadas, mis manos estaban manchadas de sangre solo por ti y si hice lo que me pediste por qué no puedo parar de llorar???

Algún día éste país justicia tomara y el enfado del pueblo no se podrá controlar, si no hay otra opción a lo que el destino preparará no tienes por qué preocuparte mi culpa siempre será.

T/N...

La muerte de aquella princesa del pueblo al otro lado de mi reino llegó a los oídos de todos, el plan de mi condena comenzaba a recorrer todo el lugar, dudando de el odio que mi pueblo retenía hacia mi lo deje pasar en fin era yo la que les había dado lo que tenían no me dejarían morir de aquella manera. Mis pensamientos fueron completamente equivocados al notar a una adolescente liderando la guerra, aquella chica pelirroja que me había implorando piedad por su madre la cual no me importó y mandé a que la mataran siendo acompañada de aquel lindo capricho azul, aquel príncipe azul buscando al responsable de la muerte de su prometida. Aquellos rebeldes que con ayuda de mi pueblo y de mi servidumbre dejaron que me atraparan y me encerraran en el calabozo donde planearían mi condena a muerte.

Jimin...

No permitiría tu muerte mi pequeña princesa, como jure desde el día de mi nacimiento yo siempre te protejere, si quieren apreciar la muerte de alguien lo tendrán, aquella gente malvada jamás te comprenderá. El plan a cabo se iba a llevar apresurate usa mi ropa escapa y no mires atrás, todo estará bien somos similares, no me pasará nada y debes dejar de llorar.

Mi querido princesa tomaré tu lugar, el destino decidió juntos no debemos estar, si tú fuiste malvada no te preocupes yo tomaré tu castigo, tu sangre en mi estará el malvado morirá.

Hace mucho tiempo en algún lugar, existió un reino de mala humanidad y en ese reino solo podía reinar mi querida y dulce hermana y aún que el mundo vaya contra ti tu siempre a mi lado estaras nunca olvides que yo siempre te cuidare, verte feliz siempre deseare, mi alma te protegera.

T/N...

A Las 3 de la tarde las campanas comenzaron a sonar, la anunciada hora de mi muerte se había presentado, la antes llamada princesa se creía estaba por salir del calabozo. Dos hombres encargandose de tomarla por los hombro y llevarla a aquella guillotina donde la gente gritaba lo mucho que querían ver a su princesa muerta. Tu miraste al público con una sonrisa bastante sádica pero cuando tú mirada se pozo en mi sonreíste amablemente para darme seguridad, mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas demostrando lo mal que me sentía y entonces pasó a las 3:30 pm tu cabeza se encontraba rodando por el pavimento, la gente gritaba de felicidad ya que al fin se hizo justicia. Aquella adolescente pelirroja tomo mi corona para posicionarla en su cabeza y yo me retire aún con mi cara cubierta de lágrimas y pensar que había sido aquel día a la misma hora en aquella misma iglesia donde habíamos nacido y ahora era el final de uno de nosotros.

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