3. Make Me Baby Boy's Girl
"Bien, niño vómito," llegó su seca respuesta.
"¿Tienes un nombre?" Intenté ignorar su golpe verbal porque me sentía muy culpable como para estar molesto.
"¿Siempre vomitas sobre las personas o soy especial?"
"Eres especial," gruñí, sacudiendo mi cabeza.
"Wow, Harreh, me sonrojo," se burló.
Me rendí con un suspiro. Mis 'baby cheeks' seguían de un rojo cereza, pero me consolé a mí mismo con el pensamiento de que no volvería a verlo de nuevo. Comencé a restregar las toallas de papel contra mi camisa impacientemente, preguntándome si podría traer a mi mamá aquí para arreglarla, pero eso sería tener que decirle.
Tiré las toallas sucias en el bote de basura. Me enfadé. Genial, sería el que cantaría con vómito en su camisa.
"Únete al club," dijo él, "Sí, dijiste eso en voz alta."
"¿Vas a cantar?" Pregunté, alzando mucho las cejas.
Por alguna razón no podía imaginármelo cantando. Su voz cuando hablaba era extraña, por decirlo de una manera, diferente. Podía pensar en su voz armonizando melódicamente bien. Pero después de que lo escuché una vez, hombre, no podía pensar en él haciendo cualquier otra cosa. Después de que cantamos juntos por primera vez, no podía escucharlo alcanzando las notas altas sin que me dieran escalofríos. Así es la voz de Louis para ustedes, tan cautivadora, cautivándote con ese bizarro acento.
"Coincidencia, ¿huh? En una audición de x-factor, una oportunidad de una en un millón."
Podía prácticamente ver el sarcasmo, exudando de nubes rosa brillante. Siempre pensé en Louis como un rosa brillante—su aura parecía ser de ese color. Rodé mis ojos frente al espejo. El azul contrastó abiertamente con mi rostro escarlata. Suerte la mía por vomitar sobre alguien, sobre la persona que no me dejaría olvidarlo.
Escuché la puerta abriéndose mientras él salía perezosamente. Sus pantalones se ceñían en sus caderas, pero su camisa blanca colgaba de su brazo. Miré boquiabierto su delgado torso porque, por alguna razón, me lo había imaginado musculoso. Porque mi yo más joven, ya saben, iba por la vida imaginando a hombres musculosos desnudos—dios, era un twink—¿cómo es que me soportaban?
"Sí, ¿quieres mirarme un poco más?" Murmuró, flexionando los músculos que realmente no tenía en su pecho.
Ahora estaba oficialmente avergonzado. Quería huir.
"No estaba—"
"Seguro, seguro," canturreó, interrumpiéndome para que no tuviera suficiente tiempo para recuperar mi equilibrio, o dignidad en ese caso, "¿Entonces me vas a dar tu camisa, o qué?"
Caminó hacia mí con un poco más de rebote. Se sentía bien sobre sí mismo. Yo había acariciado su ego, como siempre hice con Louis. Siempre le hacía muchos cumplidos mientras él me decía cursi y rodaba sus ojos. A pesar de que intentaba ocultármelo, pero siempre me daba cuenta de sus sonrisas y de la manera en la que desfilaba frente a mi antes de los shows, buscando seguridad. Louis era tan presumido como era inseguro. Y nunca era constante con su imagen personal, lo que hacía difícil el apoyarlo con su particular mal genio.
Comenzó a lavarse las manos. Nuestras miradas se encontraron en el espejo. Teníamos mucho en común con nuestro aspecto—ambos con rostros suaves y cabello largo y castaño—pero yo era la mejor versión. Esto, me convencí pronto, y me ayudó en muchos momentos en los que sentí que él fácilmente podría eclipsarme porque él era el paquete completo, no yo. Era él por quién los fans reían, en quien se enfocaban, no en mí. Él era la estrella, el líder, la roca en el medio... definitivamente no yo.
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Fetus | Larry Stylinson | Jayme Dray - Traducción oficial
Fanfiction"Él tenía una voz chillona, un horrible corte de cabello, el cuerpo de una chica de trece años y la mente de un chico de trece años. ¿Qué tenía para siquiera enamorarse de él?" Historia original de Jayme Dray, el autor de Confessions of a Gay Disney...