34. Make The Faustian Deal
Simon lo notó a pesar de que intenté poner una sonrisa permanente en mi rostro cuando trabajaba con él. Supongo que notó la manera en que Louis se posicionó lo más lejos posible de mí. Al principio, no supe cuáles eran sus intenciones. Me preocupaba que mi estado de ánimo perjudicara mi desempeño. Lo habíamos estado haciendo bien y no podía arriesgarme a una mala noche. Pero en retrospectiva, Simon tenía más preocupaciones que una estúpida competencia de x-factor, preocupaciones de la vida real. Había encontrado la pequeña luz que él creía sería su camino hacia los billones.
"¿Todo bien, Harry?" Preguntó una vez que me pidió que me quedara luego del ensayo.
"Sí, sí. Asombroso," respondí, poniendo una sonrisa falsa en mi preocupado rostro.
"Wow. Eso fue casi convincente," remarcó de manera seca.
"Solo estoy estresado, supongo," mentí, "por los... shows."
"¿Por qué? Ustedes lo están haciendo muy bien. Las cosas se ven bien."
Me encogí de hombros. Él me había llamado para sacarme de mi engaño y yo me estaba poniendo más y más a la defensiva. Simon tiene una manera de asustarte hasta la mierda porque nunca sabes qué expresiones está intentando mostrar. Intentando, siendo la palabra clave. Solo puede mostrar una, la de no estar para nada impresionado y decepcionado de alguien que lo ha visto todo.
"Yo no—"
"¿Esto tiene qué ver con Louis evitándote como si fueras la plaga?" Me cortó Simon.
"No, señor," respondí rápidamente, demasiado rápido.
"¿En serio?" Me rodeó como un tiburón.
"En serio."
"No me mires como si estuviera a punto de ordenar tu ejecución," rio.
Me había congelado en mi lugar, con los ojos muy abiertos. Mis mejillas estaban rojas por la vergüenza. No quería estar teniendo esta conversación con él. Sonaba mezquino. ¿Cómo podría decirle que estaba molesto por una pequeña y estúpida pelea cuando él nos estaba ofreciendo nuestro sueño? Los shows, los resultados, eso importaba. Esto era personal, esto era trivial. Los sentimientos estaban en segundo lugar. Estábamos aquí para cantar, no para hacerla de patéticos actores en un falso reality show de la TV.
"Lo molestaste, ¿huh?" Presionó, a pesar de poder ver lo incómodo que yo estaba con el tema.
"Tuvimos una pequeña... pelea... algo así... no en realidad," dudé, "nada grande, lo prometo."
Quería decirle que el grupo seguiría fuerte. Él debía saber que yo no haría nada para poner en peligro la salud de One Direction. Supongo que no necesitaba confirmar eso. Él podía verlo tan claro como el día porque podía leernos a todos como libros abiertos y controlarnos como a títeres. Yo aún debía desarrollar la resistencia y después fue demasiado tarde. Ya me tenía; nos tenía a todos. La resistencia llegó demasiado tarde. Es demasiado tarde, dijo Úrsula en La Sirenita, y sí, era demasiado tarde para la pobre, pequeña y sometida Ariel.
"Tú y Louis, ¿qué hay ahí?" Preguntó Simon casualmente.
"Somos cercanos," repetí la misma frase que decía cada que esa pregunta salía.
"¿Qué tan cercanos?" Presionó, sus ojos asombrados y brillosos.
"Cercanos. Realmente cercanos," solté, odiando lo que él estaba haciendo.
"Como—"
"Tan cercanos que compartimos una cama. Tan cercanos que me preocupo por él. ¡Tan cercanos que odio que esto esté pasando!" Solté impulsivamente.
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Fetus | Larry Stylinson | Jayme Dray - Traducción oficial
Fanfiction"Él tenía una voz chillona, un horrible corte de cabello, el cuerpo de una chica de trece años y la mente de un chico de trece años. ¿Qué tenía para siquiera enamorarse de él?" Historia original de Jayme Dray, el autor de Confessions of a Gay Disney...