18. Make Me Go Coo-Coo

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18. Make Me Go Coo-Coo

Cuando finalmente agendamos más salidas, en lugar de estar en los pacíficos alrededores, los chicos tomaron la oportunidad para sacar a la luz sus sarcásticas observaciones sobre el mundo exterior. Al principio, yo estaba escandalizado. Un pueblo tan pequeño significaba que todos se conocían. Quería decir que ya estaban mirando a los nuevos con fascinación. La provocación solo alimentaría los rumores. Temía ser eliminado y volver a una comunidad llena de caras burlonas, listas para asaltarme cuando estuviera solo.

A los chicos no les gustaba la atención extra, y muchas de nuestras salidas incluían al menos una pelea verbal con algún extraño. Zayn era especialmente mezquino con cualquiera que amenazara a Niall o Liam, al primero usualmente no le importaba, y el segundo estaba constantemente intentando disculparse por Zayn. Supongo que Zayn no me incluía en su aquelarre de patitos porque conocía lo suficiente a Louis como para predecir lo sobreprotector que el mayor era conmigo.

Louis se rehusaba a dejarme salir solo en las noches desde la vez que llegué a casa con los nudillos raspados. Intimidaba verbalmente a todos los hombres y mujeres que me miraban seductoramente. Quitaba de un manotazo todas las manos que me tocaban inapropiadamente.

Louis empezó siendo la persona con la cual yo siempre me escudaba. Continuó siendo mi escudo cuando los fans me jaloneaban como a una muñeca de trapo sin importar lo pequeño que él era en comparación a mi estatura después de mi racha de crecimiento. Él seguido los odiaría porque veía los moretones en mis brazos y no podía soportar el pensamiento de no haber sido lo suficientemente fuerte para defenderme.

La noche de nuestro aniversario de primera semana como 'familia' salimos. A pesar de que mi madre insistió en que evitáramos los bares, fuimos a uno, queriendo celebrar propiamente. La semana siguiente sería crucial y queríamos disfrutar una última noche antes de realmente concentrarnos. Así que fuimos a una mesa y bebimos cerveza. Bueno, solo cuatro lo hicimos. Esa semana había sido una montaña rusa de altos y bajos y todos estábamos felices de llevarnos bien, estar fuera y disfrutar de la libertad.

Louis y Liam encontraron que tenían en común el estar más interesados en nuestra preparación. Lo que empezó siendo su punto de rivalidad terminó siendo su pasatiempo mutuo. Supongo que luego de aparecer junto a su cama, disculpándose con la mirada baja, Liam rápidamente le agarró cariño al impulsivo chico de Doncaster.

Eran polos opuestos, Liam, frío y calculador, y Louis, ingenioso y salvaje. Pero estuvieron ambos de acuerdo en que los demás necesitábamos orientación y ellos estaban dispuestos a compartir el puesto. Comenzaron a trabajar con nosotros individualmente para reconocer mejor nuestras fortalezas.

No supe qué fue lo que Liam le susurró a Louis el día en que expresé mi deseo de no trabajar con mi compañero de cuarto. Todo lo que supe fue que Louis cedió fácilmente. No se opuso. Solo me dedicó una mirada triste y un asentimiento de comprensión. No guardó rencor. No lo trajo a discusión cuando nos acurrucamos en la cama. No odió a Liam por haber ganado esa ronda.

Aun así, sabía que le molestaba. Sabía que aún e dolía su error. Él pensaba que no confiaba en él, cuando la realidad era que no podía soportar el decepcionarlo. Quería hacer que se sintiera orgulloso. Quería que solo escuchara el resultado final porque quería impresionarlo. Llámenme inmaduro, pero, para mí, incluso en ese punto, él era una linterna al final de un camino difícil.

En caso de que hayan olvidado el tema—ciertamente yo lo hice—estábamos hablando sobre nuestra noche de semanaversario. Y, como dije, comenzó con cerveza, bromas y música. Nos provocamos como hermanos y no seguimos nuestro propio consejo, tomando una cerveza tras otra de amarga dicha. Liam siguió tomando limonada, obviamente.

Fetus | Larry Stylinson | Jayme Dray - Traducción oficialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora