49. Make Me Beautiful
No estaba incrédulo cuando perdimos. Lo había esperado casi demasiado. Creí que haber llegado a la final era suficiente. Ya no había nada más para nosotros en la casa de x-factor. Simon seguía repitiendo que éramos ganadores y que él sabía que éramos especiales. Nos dijo que había un brillante futuro esperando justo afuera con los fans que gritaban, que atesoraban cada foto que tomaban de nosotros.
Louis después me dijo que Simon sabía que éramos máquinas de dinero desde aquél primer día en que nos puso juntos. Había visto así de lejos en el futuro. Había visto a cinco chicos ordinarios y descifrado cómo vestirlos para ser los muñecos de porcelana perfectos. Louis dice que no importaba si podíamos cantar o no, o si éramos los mejores. Lo que importaba era que alcanzábamos la marca y podía hacernos florecer.
Supongo que solo lloré porque la aventura había terminado. Después de largas semanas de reír y gritar, habíamos llegado a un final de libro, algo literal, también es el final de este. Yo no estaba triste. Me sentía casi nostálgico. Había una parte de mí que sabía que era el final de algo grande, una parte de mí que iba a extrañar y que nunca volvería, quizá el tonto y sonriente yo que corría por los pasillos y hacía videos estúpidos en las habitaciones. Era lo último que verían de los rizos saltarines y sonrisas genuinas y los verdaderos detrás de escenas. La burbuja había explotado. La larva estaba lista para convertirse en mariposa.
Mirando a las personas aplaudiendo y gritando me tocó. Sonreí a través de las lágrimas, feliz sobre todo, sin arrepentirme de nada. Louis acarició mi estómago gentilmente, consolándome. Quería abrazarlo, pero me contuve por miedo a aferrarme demasiado y nunca querer soltarlo.
"Nada cambiará," susurró por lo bajo.
Asentí porque quería escucharlo. Aún no sabía que todo cambiaría. Nunca seríamos tan despreocupados como en esos días en que pensábamos que obtener vistas en nuestros videos de YouTube era asombroso. Ahora si aparecía en público, estaría en YouTube en segundos. Luego Louis me había declarado su ganador una y otra vez y eso siempre se sentía especial. Ahora, se me recuerda mi estatus todos los días y eso no puede hacerme sentir ni un poco orgulloso. Oh, bien, las cosas definitivamente habían cambiado.
Louis y yo salimos a caminar alrededor de la casa mientras los demás empacaban. El auto nos estaba esperando y finalmente iríamos a casa después de semanas de haber estado lejos de nuestras familias. Me arrastró por la manga hasta que estuvimos en nuestro lugar usual, el lugar en que nos habíamos peleado, besado, hecho cosas inquietantes el uno al otro. Pensé brevemente que lo extrañaría.
Cuando volvimos a cantar en the x-factor al año siguiente, establecidos y seguros, personas completamente nuevas, di un paseo hacia ahí yo solo, únicamente para tocar esa pared. Era una pared estúpida y ordinaria, un gesto ordinario, pero igual lo hice, porque me dio la esperanza de que, en el fondo, debajo de las capas de ropa cara, yo solo era un pequeño niño con shorts estilo cargo y camisetas de A&F.
"Esto será duro," admitió Louis mientras caminábamos esa última noche.
"¿Tú crees?" Murmuré, feliz de no tener qué debatir y solo ver las estrellas.
"Solo se pondrá más difícil," continuó, frunciendo ligeramente el ceño.
"Supongo..." me corté, realmente no queriendo enfrentar el problema cuando el más prominente era el cómo no extrañar a Louis hasta la próxima vez que lo viera.
"Es por eso que nunca quise entrar," admitió para que yo dejara de hablar.
"¿Te vas a echar atrás ahora?" Lo confronté, frunciendo el ceño, "¿A dónde estás yendo con esto, Lou?"
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Fetus | Larry Stylinson | Jayme Dray - Traducción oficial
Fanfiction"Él tenía una voz chillona, un horrible corte de cabello, el cuerpo de una chica de trece años y la mente de un chico de trece años. ¿Qué tenía para siquiera enamorarse de él?" Historia original de Jayme Dray, el autor de Confessions of a Gay Disney...