36. Make Them Worried Sick
No nos tomamos de la mano y saltamos todo el camino de regreso. Eso habría sido muy sospechoso. Por mucho que disfrutábamos nuestro pacto, yo estaba consciente de que no era flores y corazones. Era una tregua temporal, una distracción, pero era todo lo que necesitaba en ese momento. El miedo de haberlo perdido se esfumó y era un alivio tenerlo a distancia de nuevo.
Caminamos lado a lado, sonriendo y hablando. Me dijo que había dormido en el suelo de la habitación de alguien y que eso había sido muy distinto a dormir en la cama junto a mí. Pude haber sonreído en victoria cuando escuché eso. No iba a admitirlo en voz alta, pero creí que se lo merecía, habiéndome dejado sin dormir cinco noches seguidas, preocupándome por su bienestar.
Nuestra presencia junto al otro era lo suficientemente sospechosa, aparentemente. Las personas nos miraban mientras caminábamos por el pasillo. Las expresiones en sus rostros me decían que no podían esperar a contarle a alguien al día siguiente. La noticia sería servida con el desayuno mañana y, pronto, todos comenzarían un nuevo rumor.
"Me pregunto cómo explicarán esto," rio Louis cuando las puertas del elevador se cerraron, "quizá al final te diste que cuenta que valgo la pena. ¿Valgo la pena, Hazza?"
Supe que estaba bromeando, aun así, no pude evitar que mi mirada se dirigiera claramente a su entrepierna. Él se movió ante mi escrutinio, tronando los dedos y llevando mi atención de vuelta a su rostro. Le sonreí, levantando las cejas. Él apretó los labios, conteniendo una carcajada. Lo hubiera besado ahí en el elevador si las puertas no se hubieran abierto, sorprendiéndonos a ambos. Su mirada cayó al suelo mientras la mía subió a tiempo para ver entrar a un grupo de personas. Me moví rápidamente a donde él estaba bajo la excusa de dejar más espacio para los otros.
"¡Harry!" Exclamó alguien, llevando la atención hacia mí mientras los otros decían hola.
"Hey, chicos," respondí, odiando lo profunda y rasposa que mi voz comenzaba a sonar, "¿cómo estuvo la cena?"
Podía sentir el aliento de Lou en mi cuello. Hacía que la parte trasera de mi cabello cosquilleara en anticipación. Levantó una mano para sostener la pretina de mi pantalón. Me tensé a pesar de que nadie lo notó, considerando lo apretados que estábamos todos. Le di una mirada significativa para detenerlo, pero fue detenida por el brillo travieso en sus ojos azules. Quería retarme, se sentía ansioso.
"Lou," dije, "luego. Esta noche."
Empujó la lengua dentro de su mejilla, simulando una mamada, dejándome asombrado y con vergonzosas respiraciones. Luego se estiró para alcanzar mi altura y susurrar en mi oído, "mata erecciones, todos ellos."
Él estaba sonriendo diabólicamente ante la manera en que mis ojos se agrandaron y cayeron entre nuestros cuerpos aplastados, hacia el área mencionada. Me sonrojé, de repente muy consciente de cómo su entrepierna se apretaba contra mi pierna. Él no tenía una erección y, aun así, yo no podía dejar de sentirla ahora que había llevado mi atención hacia ahí. Estoy completamente seguro de que estaba haciendo todo eso a propósito.
El suspiro de alivio que solté cuando finalmente estuvimos fuera del reducido espacio lo hizo reír. Le hice cosquillas contra la pared a modo de venganza hasta que gimoteó mi nombre, dejándose caer patéticamente al suelo. Me detuve solo cuando me tiró al suelo y luchó conmigo en la alfombra del pasillo. Rodamos, reímos y soltamos amenazas estúpidas. En un punto me llamó 'rasca bolas' y nunca lo dejé olvidarlo. Se sintió genial tenerlo de regreso, pero el ambiente ligero terminó cuando lo jalé de la camiseta hacia la habitación, mientras chillaba que estaba molesto conmigo y que no quería ir.
ESTÁS LEYENDO
Fetus | Larry Stylinson | Jayme Dray - Traducción oficial
Fanfiction"Él tenía una voz chillona, un horrible corte de cabello, el cuerpo de una chica de trece años y la mente de un chico de trece años. ¿Qué tenía para siquiera enamorarse de él?" Historia original de Jayme Dray, el autor de Confessions of a Gay Disney...