21. Make It Make Sense

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21. Make It Make Sense

Ya me había quedado dormido sobre Louis al momento en que llegamos a casa. Ninguno quería caminar, así que tomamos un taxi a pesar de que la distancia era relativamente cerca incluso a pie. No sabía si era el alcohol en mi sangre, el cansancio emocional o el calor encerrado en el taxi lo que me hizo colapsar. Pero sé que en el momento en que me acomodé en medio sentí mis ojos pesados.

Liam, el único sobrio, se sentó al frente para guiar al conductor mientras el resto de nosotros nos apretujamos en la parte trasera como sardinas. Zayn tomó el asiento de la ventana porque se mareaba en algunas ocasiones y no queríamos arriesgarnos a tener un accidente, especialmente luego de una noche de copas. Ya había lidiado con suficiente vómito para satisfacerme por el resto de mi vida.

Los demás después me informaron que terminó con la cabeza colgando de la ventana todo el tiempo mientras Niall sobaba su espalda. Louis me dijo que se alegraba de que Zayn sintiera náuseas, porque eso distrajo a Niall lo suficiente para que no estuviera sobre mí, lo cual era la mayor molestia de Louis y todos lo sabíamos.

El momento en que nos sentamos, Louis colocó su brazo a mi alrededor y el movimiento del auto me ayudó a dormir contra su cálido cuerpo. No parecieron importarle mi peso sobre su pecho o mis manos en su regazo. Él jugó con mi cabello mientras miraba hacia el frente con una mirada de concentración que me dijo que estaba preocupado. Sabía que no dejaría pasar lo que fuera que había pasado en ese bar. Eventualmente tendríamos que hablar de ello pronto, al menos para calmar las aguas sobre mi sexualidad.

Yo ya estaba esquivando el tema y tenía que evitar pensar en ello o entraría en pánico. No sabía qué decir en caso de que me preguntaran. No quería parecer estar en negación, pero no iba a mentir y admitir algo que podría cambiar en el futuro cercano. Lo cierto es que no estaba seguro de mi orientación sexual, pero estaba seguro de una cosa y era no alejar a Louis.

No podía hacer que se distanciara solo porque creía que esos actos inocentes previos ahora estaban cargados de culpa. No podía dejar que pensara que yo... estaba intentando algo con él. ¡No lo estaba! No me sentía de esa manera por él—toda la experiencia en el bar fue un ebrio desliz, pensamientos experimentales, irracionales.

Louis era lo más cercano que tenía a un mejor amigo desde hace tiempo, casi un hermano. Así que no podía explicarme por qué me sentía tan confundido en cuanto a él. Me di cuenta de que no sabía nada más que el hecho de que no iba a perderlo bajo ninguna circunstancia. Haría lo que fuera. Esa mentalidad se quedó conmigo mientras las cosas cambiaban—terminó haciéndome fuerte y débil mientras nuestra relación era atacada vilmente por los medios. Si me enfocaba en Louis, entonces podía lidiar con todo el odio. Si repetía que aún estaba conmigo, entonces ganaba, no importaba si lo perdía por algunas horas cada día por Simon o Eleanor. El consuelo es importante cuando ninguna nube es gris y todas las nubes son tormentosas.

Louis me despertó gentilmente cuando llegamos a casa. Me ayudó a salir del auto y a subir las escaleras. Me negué a ponerme el pijama, así que él terminó quitándome la ropa y dejándome dormir en bóxer. Mi mente idiota me proporcionó otro pensamiento inaceptable cuando lo miré de rodillas, ayudándome a quitarme los calcetines.

Por un momento, él miró hacia arriba y no había notado mi hambrienta mirada hasta que sus ojos se dilataron en respuesta, emparejándose con los míos. Tuve que esforzarme para alejar mi mirada de sus clavículas. Relamí mis labios y deseé estar saboreando su piel. Y luego de todo, me reprendí tan severamente que no pude ver lo que estaba frente a mí, alguien igual de excitado y dispuesto.

La cama se sintió tan suave como algodón cuando me hundí en ella. Aun así, no pude dormirme hasta que él estuvo junto a mí. Me removí sobre las sábanas, incómodo y molesto, mientras él fue al baño y a checar a los demás. Sabía que él estaba siendo responsable—debería haber estado feliz, orgulloso—pero solo podía reunir fuerzas para estar molesto. Sentí una inexplicable molestia por no tener su atención. Como si fuera un niño, lo quería ahí conmigo—no con ellos. ¡Era absurdo!

"¡Louis!" Grité cuando me cansé de estar esperando.

Mis ojos estaban cerrados y mi rostro contra la almohada, así que no me di cuenta cuando entró y las luces se apagaron. Sus brazos se colocaron alrededor de mi cuerpo mientras se acostaba, el colchón se hundió para acercarme a él.

"Estoy aquí, Harry," dijo innecesariamente, pues sabía que era él.

¿Quién más podría hacerme sentir esa burbuja de tanta seguridad?

Sonreí, acurrucándome más entre sus brazos, sintiendo de inmediato como si el dolor de cabeza no me estuviera matando y las náuseas no quemaran en mi estómago. La oscuridad dejó de girar. Él podía cuidar de mí siempre y cuando estuviera ahí, porque así no estaba asustado. No me había decepcionado aún.

"Siempre estaré aquí," susurró contra mi mejilla unos respiros después.

Yo estaba intentando determinar si había pensado en voz alta, pero decidí que él solo estaba elaborando su primera declaración. Sus manos se sentían calientes y ásperas contra mi piel desnuda. Su frágil camiseta parecía de papel entre nuestros cuerpos. Mi mano lo buscó y lo encontró de manera torpe. Mis dedos se aferraron a él tan fuerte como un recién nacido. Él rio contra mi cuello y yo tuve la misma sensación caliente recorriendo mi cuerpo. ¿Qué diablos?

"Gracias," murmuré, apenas moviendo mis labios.

Estaba cerca de perder la conciencia y él me estaba arrullando para dormir.

"Cuando quieras," murmuró, apretándome más fuerte por unos segundos, como para asegurarme que lo decía en serio.

Antes de dejar que la oscuridad me consumiera por completo, hablé una última vez porque tenía un último pensamiento preocupante en mente.

"¿Lou?"

"¿Mhmm?"

"No soy gay," murmuré, pero soné aterrorizado y pequeño, como si recién hubiera despertado de una pesadilla y estuviera buscando que alguien me dijera que todo había terminado.

Lo escuché suspirar pesadamente. Lo sentí exhalar contra mi línea capilar. Me hizo rodar para quedar frente a frente, con su brazo aún alrededor de mis hombros. Abrí los ojos solo cuando sus dedos tocaron fugazmente mi mejilla. No podía ver mucho por la repentina oscuridad en la habitación, pero podía notar que sus ojos azules me estudiaban. Estaba mordiéndose el labio y mirando la piel rosada muy cerca de mi rostro, tuve ese horrible pensamiento de nuevo.

"¡Bésalo!" Gritó mi estúpida mente, inmediatamente contradiciéndose a sí misma, "¡No eres gay!"

Su aliento cayó sobre mis labios mientras murmuraba, "puedes ser lo que quieras ser, cariño."

Besó mi frente y me acercó a su pecho. Mi respiración se sentía temblorosa contra su torso. Supongo que él supo que no tenía que esperar una respuesta, por lo que dejamos de hablar y, por primera vez, yo fui el que durmió sobre su pecho. Creo que esa fue la noche en que realmente me enamoré de él.

Fetus | Larry Stylinson | Jayme Dray - Traducción oficialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora