El hogar es donde está el corazón

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La casa de Clint estaba llena, tan llena que Laura había decidido llevar a los niños a la casa de Levi a pasar la noche para que Clint, Marlena y Wanda estuvieran a solas con sus amigos. Todo el grupo se sentó junto a la mesa del comedor; Marlena se sentó a la cabecera con los pies en alto y su diario en la mano, Wanda se sentó a su derecha, Clint se sentó a su izquierda, Bucky se sentó al lado de Clint, Pietro se sentó al lado de Wanda, Steve se sentó al lado de Bucky, Sam se sentó al lado de Pietro y Tony se sentó en la cabecera opuesta de la mesa. No estaba claro para ninguno de ellos por qué habían elegido sentarse a la mesa en lugar de en la sala de estar, pero no pareció importarles. Estaban juntos de nuevo, y eso era todo lo que importaba.

-Tu mano se ha estado moviendo a un ritmo que ni siquiera creo que Ricky Bobby pueda moverse-, le habló Tony a Marlena. -¿Estás escribiendo una novela o algo así? ¿Qué diablos estás haciendo?-.

Marlena se mordió el labio mientras terminaba la última línea de su entrada; era en el que había estado trabajando cuando llegaron originalmente. -¿Y si estuviera escribiendo una novela?-.replicó mientras dejaba el diario sobre la mesa.

Bucky la miró enarcando una ceja. -¿Estás escribiendo una novela? No tienes paciencia-.

-Muchas cosas pueden cambiar en tres meses-,sonrió, cruzando los brazos sobre el pecho. -Pero es solo un diario. La gente lleva diarios, ¿sabes?-.

-Todavía no lo entiendo -,dijo Tony con un movimiento de cabeza.

-Yo tampoco-,intervino Pietro. -Tiendes a reprimir tus sentimientos; escribir un diario es un poco peculiar-.

Marlena puso los ojos en blanco. -Si supieras la razón detrás de esto, entenderías por qué me lo quedo. ¿Podemos dejar de hablar de eso, por favor?-.

Clint juntó las manos. -¡Sí, podemos! Ahora podemos hablar sobre por qué tienes tus zapatos sucios en la mesa de mi comedor-.

-Porque es mi cumpleaños, lo que me permite hacer lo que quiera-,sonrió Marlena.

-No en esta casa, princesa-,se burló Clint. -Al menos quítate los zapatos-.

Marlena pateó la mesa con las botas antes de volver a poner los pies en el suelo. Clint suspiró y sacudió la cabeza antes de agarrar los zapatos y arrojarlos al suelo. -Dijiste que me las  quitara; no dijiste dónde ponerlas-.

Clint miró a todos a su alrededor, la mayoría de los cuales tenían expresiones muy divertidas en sus rostros. -Esto es con lo que he estado lidiando durante tres meses. Cuando te vayas de nuevo, llévatela a ella ya su hermana gemela-.

-Lo haremos-,se rió Sam.

Marlena sonrió y se reclinó en su asiento, mirando a las personas que amaba tanto. Estaba feliz de verlos, aunque deseaba que todos los demás pudieran estar aquí también. No obstante, había resultado ser un buen cumpleaños para ella. No había un solo regalo que pudiera estar a la altura de este, pero no pudo evitar pensar en la "parte dos y tres" de Tony para su presente, el que había escrito en la carta que le había enviado solo. Hace dos días.

-Tony, ¿dónde están las partes dos y tres de mi regalo de cumpleaños?-,le preguntó ella, con los ojos entrecerrados en concentración.

Tony esbozó una sonrisa fantasmagórica y miró hacia la mesa. -En primer lugar, somos la segunda parte. La tercera parte implica que yo los libere a ti y a Wanda para que puedan volver a casa. Me imagino que ustedes dos se han perdido esa linda casa blanca con las contraventanas verdes y su pequeña bola de piel Mason, así que pensé , yo me encargare de borrar tus registros para que estés a salvo. Ross no lo sabe y prefiero que siga así.

Relapse ★ Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora