Relapse ★ Bucky Barnes

El a cargo

Marlena, Mason, Wanda y Bucky estaban apiñados en el enorme sofá de la sala de estar de Greyson. The Martian se estaba reproduciendo en el televisor de pantalla plana que colgaba de la pared, aunque solo dos de los cuatro estaban despiertos para verlo.

Wanda y Mason estaban profundamente dormidos. Mason yacía pegado a Marlena; estaba acurrucada al lado de Bucky con sus brazos envueltos firmemente alrededor de su hermano pequeño. Wanda estaba colocada en el lado opuesto de Bucky; sus pies estaban en el regazo de Bucky, para su desesperación, mientras que el resto de ella se extendía hacia el final del sofá. Estaba en una posición aparentemente incómoda, en opinión de Marlena y Bucky, por supuesto, pero no parecía haber nada que pudiera despertarla, así que decidieron dejarla en paz.

Marlena pasó la mano por el cabello de su hermano mientras dormía, sin mirar nada más que a él. No pudo evitar pensar en lo agradecida que estaba de tenerlo. Pensar en perderlo la asustó hasta la muerte; Mason era prácticamente el único miembro de la familia de sangre que le quedaba aparte de Wanda. Si alguna vez le pasaba algo, dudaba que fuera capaz de manejarlo. Demonios, ella todavía estaba tratando de manejar la muerte de su madre y aun así apenas se las arreglaba a causa de eso. Sin embargo, hizo crecer su amor por su hermano pequeño, sin mencionar su tristeza.

Ni Bucky ni Wanda le habían contado sobre el incidente que había tenido lugar después de que Mason saliera de la escuela; incluso el propio Mason se negó a decirle nada. Mason no quería que su hermana mayor se preocupara, y definitivamente no quería que ella se aventurara a buscar a los chicos que se habían burlado de él y lo habían empujado hacia abajo como él creía que lo haría. Bucky y Wanda respetaron sus deseos lo suficiente como para no decírselo a ella tampoco, y fue por eso que los dos habían estado dejando que sus mentes divagaran en cualquier otro lugar menos en ese caso en particular. Mason había intentado hacerlo, pero sus esfuerzos con respecto al asunto fueron bastante inútiles.

Sólo una hora después de que los tres hubieran regresado a la casa, Marlena había descubierto la verdad, aunque se abstuvo de hablar de ello con nadie. Todo lo que hizo fue preparar a Mason su comida favorita para la cena y ofrecerle un maratón de películas para que se sintiera mejor, lo cual él había aceptado con gusto.

-Creo que voy a dejar que no vaya a la escuela por unos días-, dijo Marlena, atrayendo la atención de Bucky.

Él la miró, frunciendo el ceño en interrogación. -¿Por qué?-

-Porque no soporto saber que lo ridiculizan por no tener padre-, respondió ella, mirándolo.           -Será mejor que te alegres de que no estuve allí hoy, de lo contrario estarían limpiando los restos de esos tres idiotas del exterior de la escuela-.

Bucky dejó escapar un suspiro y negó con la cabeza. -¿Cómo lo supiste? Intentamos con todas nuestras fuerzas ocultártelo-.

-Lo sé, pero la mente de Mason no está tan desarrollada como la tuya y la de Wanda. Es difícil que su mente permanezca concentrada en una cosa a la vez; va a la deriva, le guste o no-, le dijo Marlena.

-Seguro que sabes mucho sobre la mente humana-.

-Bueno, soy un telépata-.

-También eres una listilla-, comentó Bucky. -Pero estoy de acuerdo. Ojalá hubiera hecho algo hoy, pero probablemente no hubiera terminado bien para ellos o para mí-.

Marlena se rió entre dientes y volvió a mirar a su hermano. -Me alegro que no lo hayas hecho, especialmente frente a Mason. Él te adora, y no te ofendas, pero realmente no quiero que piense que está bien salir y destruir a todos los que considera una amenaza-.

-Eres tan mala-, se rió Bucky, abrazándose a su costado. -Pero realmente amo este lado maternal tuyo; hace que estar contigo sea aún más asombroso-.