"Pase lo que pase, nunca dejare de amarte".
. . . en el cual están rotos y maltratados, pero su amor mutuo es lo que les impide desmoronarse por completo.
[LIBRO DOS]
Esta historia no me pertenece , es solo una traducción del inglés al español para...
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Marlena y Wanda se sentaron juntas a la mesa de una cafetería en una parte relativamente pequeña de Lagos. Natasha se sentó a varias mesas de distancia, mientras Sam estaba encaramado en la parte superior de un techo en las cercanías, sus ojos escudriñando el área en busca de algo que pareciera estar fuera de lugar. El trabajo de Steve era prácticamente el mismo, aunque permaneció escondido dentro de un complejo de apartamentos.
La ira de Marlena había alcanzado su punto máximo ahora que estaba a poca distancia de Rumlow. Sin embargo, su paciencia se estaba agotando. No quería nada más que encontrarlo y acabar con él de la forma en que había acabado tan injustamente con su amada madre. No solo quería justicia para su madre y su familia, sino que quería un cierre, y si matar a Rumlow le concedía ese cierre, entonces estaba lista. Su muerte nunca podría quitarle el dolor de extrañar a su madre, por supuesto, pero esperaba que ayudara a aliviar su conciencia.
Mientras Wanda vertía su pequeño paquete de azúcar en su té, su mente se desvió hacia la intensa ira que sentía por Rumlow, aunque no dejó que se mostrara en su expresión como lo hacía Marlena. Quería a Rumlow muerto tanto como Marlena; había asesinado a su tía ya su figura materna sin remordimientos, y eso era algo que Wanda no se tomaba exactamente a la ligera. Estaba cansada de perder a su familia por la maldad del mundo; sintió que ya era hora de que la maldad del mundo conociera su lugar.
-Está bien, ¿qué ves?-.La voz de Steve sonó a través de las comunicaciones.
Marlena tomó un sorbo de su bebida mientras Wanda respondía. -Policías estándar, estación pequeña, calle tranquila, es un buen objetivo-.
-Hay un cajero automático en la esquina sur que significa ...-
-Cámaras-, lo interrumpió Marlena, poniéndose la gorra de béisbol en la cabeza.
-Esas calles transversales son de una sola vía-.
-Entonces, rutas de escape comprometidas-, respondió Wanda, rascándose el labio superior.
Marlena miró los periódicos que tenía delante, todos los cuales mostraban el rostro del hombre al que no podía esperar para terminar. -A él no le importa que lo vean, y definitivamente no le importa hacer un lío al salir-, exhaló, su ira crecía mientras continuaba mirando el artículo de noticias.
-¿Vieron ese Range Rover a la mitad de la cuadra?-. Steve cuestionó.
Las dos fijaron la mirada en un Range Rover rojo aparcado en la mitad de la calle, tal como había dicho Steve. Marlena tomó su taza mientras miraba y la apretó contra sus labios, sorbiendo el amargo líquido del recipiente.
-¿El rojo?-.Preguntó Wanda. -Es lindo-.
-También es a prueba de balas, lo que significa seguridad privada, lo que significa más armas, lo que significa más dolores de cabeza para alguien, probablemente nosotros-, sonó la voz de Natasha.
