"Pase lo que pase, nunca dejare de amarte".
. . . en el cual están rotos y maltratados, pero su amor mutuo es lo que les impide desmoronarse por completo.
[LIBRO DOS]
Esta historia no me pertenece , es solo una traducción del inglés al español para...
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★ ★ ★
Los pájaros piaban ruidosamente fuera de la ventana del dormitorio de Marlena, molestándola un poco. Se tapó la cabeza con el edredón como para bloquear el sonido de los molestos animales. Cuando llegó por primera vez a la casa de los Clints, le encantaba escuchar a los pájaros en lugar de escuchar autos, camiones y repugnantes bocinas. Pero ahora que estaba tratando de dormir, no podía soportarlos. Ella juró que lo hicieron solo para enojarla, y si ese era el caso, definitivamente estaba funcionando.
Después de varios minutos más de escuchar a los molestos pájaros "cantar", la puerta de su dormitorio se abrió. Permaneció boca abajo en su colchón, sin molestarse en mirar hacia arriba y ver quién entraba en su habitación. Pensó que era Clint, ya que apenas podía escuchar sus pensamientos. Sus habilidades estaban comenzando a aparecer lentamente nuevamente, y eso era molesto pero beneficioso para Marlena.
-Levántate y brilla, magdalena-,sonó la voz extrañamente alegre de Clint.
Marlena gimió y se tapó la cabeza con el edredón, no estaba del todo lista para levantarse. No estaba segura de qué hora era, pero no le importaba. -Vete, Clinton-,murmuró en su colchón.
Clint se rió entre dientes y se acercó a ella, quitando la manta de su cuerpo. -¿Esa es alguna forma de hablar con tu padre temporal?-.
-Tengo veintiuno, Clint-,dijo Marlena mientras levantaba la cabeza para mirarlo.
-Sí, pero si cambias el orden numérico, en realidad tienes doce, así que lárgate, jovencita-,exclamó Clint mientras intentaba representar el papel de su figura paterna. -Tengo un trabajo para ti hoy-.
Marlena se sentó y miró a Clint, frunciendo el ceño cuando vio su atuendo. Parecía como si estuviera a punto de entrar en algún tipo de torneo de pesca, que fue una gran transición de su atuendo de Vengadores. -¿Qué llevas puesto, Clint?-.
Se rió entre dientes y cruzó los brazos sobre el pecho. —Un chaleco de pesca, querida. Laura y yo vamos a llevar a Cooper y Lila a pescar en la casa del lago, y necesitamos que cuides a Nathaniel mientras no estamos-.
-Solo digo que sí porque amo a ese pequeño apestoso y Wanda estará aquí para ayudarme-,respondió Marlena mientras se levantaba de la cama.
-Sobre eso. . .—Clint se calló, rascándose la nuca con torpeza. -Wanda irá con nosotros, así que me temo que estás sola por el día. Lo siento, chica-.
Marlena se burló y negó con la cabeza, moviéndose hacia su tocador para agarrar algo de ropa para el día. -¿Pesca con Wanda? Eso es algo que nunca pensé que vería-.
-Yo tampoco-,se rió Clint. -Pero la intrigó, así que decidí dejarla ir-.
Marlena sacó una de sus viejas franelas, así como un par de zapatillas antes de volverse hacia Clint. -¿A qué hora se van?-.
