Relapse ★ Bucky Barnes

Vas a pagar por eso

TRES SEMANAS DESPUÉS

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Fue el primer día del juicio de dos días. La sala del tribunal estaba llena de una gran cantidad de personas, la mayoría de las cuales eran reporteros y cualquiera que buscara que Bucky permaneciera tras las rejas.

Había bastante charla flotando por toda la habitación, aunque Marlena no se atrevía a prestarle atención; su atención permaneció en el piso alfombrado de la sala del tribunal. Estaban hablando con Bucky, tal como lo habían hecho durante las últimas tres horas. Hablaban de su pasado, que era una conversación que Marlena no quería escuchar. Ella no quería escuchar el dolor o el arrepentimiento o la culpa en su voz mientras hablaba de eso, ni quería sentirlo, así que lo bloqueó todo.

Bucky no lo estaba haciendo bien desde que se entregó. Estaba tan acostumbrado a estar con Marlena, Wanda, Steve y Sam todo el tiempo que se encontró en una encrucijada. No le gustaba estar solo, no le gustaba estar confinado en una pequeña celda de la cárcel, pero cuanto más tiempo permanecía oculto del mundo, más permitía que sus pensamientos y las voces dentro de su cabeza lo torturaran.

Pensaba mucho en Marlena y pensaba en Steve, quienes eran sin duda las dos personas más importantes de su vida. Los amaba más de lo que se amaba a sí mismo, lo que significaba mucho para Bucky, ya que en realidad no poseía ni la más mínima cantidad de amor por sí mismo, no creía que lo hiciera nunca. Todo lo que había hecho a lo largo de los años, cada vida que había tomado y afectado negativamente, no le permitiría sentir tal cosa sobre sí mismo. Estaba más allá de él cómo alguien podía amarlo, especialmente alguien como Marlena. Ella era tan pura e inocente a sus ojos, mientras que él no lo era. . .

Bucky era una carga, una carga peligrosa que ahora lamentaba haberle otorgado a las personas a las que decía amar. Se preguntó qué tan diferentes podrían haber sido las vidas a su alrededor si nunca hubiera aparecido. Era algo en lo que pensaba a menudo durante su tiempo dentro de su celda solitaria. Los escenarios que su mente evocaba eran escenarios que deseaba que se hicieran realidad, pero sabía que nunca lo serían tanto como él estaba en la imagen. Era algo que despreciaba, algo que lamentaba profundamente. Odiaba que las personas que más amaba no pudieran ser felices de la manera que querían gracias a él, y si se le presentaba la oportunidad de cambiarlo, lo tomaría sin vacilar. Creía que se merecían algo mejor, mucho mejor que él.

-Sargento Barnes-,sonó la voz del secretario Ross, sacando a Bucky de sus pensamientos.

-¿Eh?-.

-Si terminamos aquí, tengo algo que necesito mostrarte, así que si pudieras quedarte sentado sería fantástico-, le dijo al soldado con una sonrisa sarcástica en su rostro.

Algunas expresiones confusas cayeron en los rostros de los miembros de la audiencia, pero nadie tuvo la oportunidad de cuestionar las intenciones de Ross antes de que él fijara su mirada en Wanda y Marlena.

-Wanda y Marlena-,comenzó, cruzando las manos a la espalda. -Si ustedes dos pudieran subir y sentarse en la mesa de la izquierda, sería maravilloso-.

-¿Qué estás haciendo exactamente?-.Steve interrogó a Ross mientras Marlena y Wanda se dirigían al frente de la sala del tribunal.

Ross le envió a Steve una sonrisa sarcástica. -Ya verás-,respondió mientras las dos chicas tomaban sus asientos, ambas sin prestar atención al monitor de televisión que estaba a solo unos metros de ellas.

Lo que molestaba a las dos chicas de Ross era el hecho de que parecía tan dispuesto y tan decidido. Quería lo que quería cuando quería, y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para conseguirlo. Sabían que odiaba a Bucky y sabían que odiaba más la idea de que él fuera más libre. Las dos no estaban seguras de lo que había planeado para ellas, ni estaban demasiado seguras de querer saberlo, pero por el bien de Bucky y por el bien de proteger a Bucky no se les dio otra opción en el asunto.