Capítulo 4

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Mi cerebro vuelve a funcionar con normalidad, haciéndome despertar de un largo sueño. Cuando abro los ojos me doy cuenta de que no estoy en el festival, no estoy con Abril, Derek ni Daniel… ¿Por qué?  Me encuentro en… ¿Una ambulancia? ¿Por qué?, intento mirar hacia los lados para confirmar de que es cierto, voy en una ambulancia.

En mi intento de ver que en realidad voy en una ambulancia, esta pasa por un resalto haciendo un brusco movimiento de arriba abajo y estremeciendo mi cabeza, lo que hace que suelte un quejido.

— ¡Despertaste! — escucho decir a alguien. Levanto mi cara para poder ver a la persona que hablaba. Era un paramédico.

— ¿Qué pasó? — pregunto.

— Tuviste un accidente — responde.

¡Accidente!, claro. Lo recuerdo, pero lo único que no recuerdo es a la persona que me sacó de ahí.

— ¿A dónde vamos? — vuelvo a preguntar. Aunque es una pregunta absurda porque si es una ambulancia, debe de estar conduciendo hacia algún hospital, pero eso no es lo que dice el paramédico.

— Al hotel— dice él colocando una luz en mi ojo derecho, lo cual me hace cerrarlos de golpe.

— ¿Hotel? — pregunto confundida.

— sí, vamos al hotel donde te alojas — dice el paramédico — al igual que tú, hay más personas lesionadas por la pelea que se desató en el festival y el hospital ha quedado sin camas móviles disponibles.

No digo nada, solo proceso la información por un rato. Luego siento como la ambulancia se detiene y alguien desde afuera abre las puertas, haciendo que los rayos de sol impacten con mis ojos débiles.

Cuando la persona que está afuera de la ambulancia abre las dos puertas, puedo ver a Abril ahí parada junto a Daniel y  Derek.

— Arlet, por fin despiertas — dice Abril mientras los paramédicos me bajan en camilla de la ambulancia. Una vez abajo, ella se acerca a mí y toma mi mano y sigue a los paramédicos.

Cuando los paramédicos me suben por el elevador, me conducen hacia la habitación donde me están esperando Marcos, Sebastián y… Simon. Estaban dentro de mi habitación que me toca compartir con Daniel solos, no había rastros de sus supuestas novias.

Una vez que los paramédicos me adentran a la habitación del hotel, todos se quedan esperando al dictamen final, mientras que una enfermera que no sé de donde salió me conecta a una máquina.

— Pueden pasar a verla, pero recuerden que debe de descansar por lo menos 8 horas. — escucho decir al paramédico cuando sale de la habitación. Todos esperan a que la enfermera salga para poder entrar.

Minutos después, la enfermera termina de conectarme a la máquina y sale de la habitación, pero no se va del hotel. Cuando sale, todos los que estaban detrás de la puerta entran rápidamente y se acomodan alrededor mío. Abril y Daniel se sientan en la cama, mientras que los demás se quedan de pie rodeándome.

— Alguien me puede decir ¿Cómo salí de ahí con vida? — digo entre risas

— Todo se lo debes a Simon — responde abril tocando mi pierna izquierda.

No me esperaba esa respuesta, lo que hace que me sonroje. ¿Qué? ¿Simon me salvó?

— ¿Cómo? — Pregunto — ¿Cómo supo?

— resulta que él iba saliendo del baño de al lado de donde estábamos nosotros y escuchó cuando grité tu nombre, para ese momento la botella ya había impactado en tu cabeza, salió hacia ti, pero la multitud lo empujaba hacia atrás impidiéndole el paso, al igual que a mí. — Responde Abril entusiasmada — pero al final logró abrir paso en medio de la multitud y quitar a las cinco personas que habían caído encima de ti.

Arlet - (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora