Capítulo 50

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Agente Jones.



El día comienza en mi despacho. Hoy tengo que interrogar a Lyam para sacarle la mayor información posible. Preparo la sala de interrogación, coloco la cámara y comienzo a grabar justo cuando el agente Tom trae a Lyam.

Las cadenas a las cuales está atado le imposibilitan caminar perfectamente.

— Toma asiento, por favor — Lyam toma asiento, mientras que yo le hago una seña al agente Tom para que se retire. Asiente y sale de la sala.— Muy bien, comencemos.

— ¿Qué quiere saber? — pregunta Lyam.

— La verdad — respondo.

— Trataré.

— ¿Crees en Dios?— le pregunto — tomaremos la "Promesa divina"

— Si, si creo.

— Muy bien— saco la biblia que traje en mi maletín — coloca la mano izquierda sobre la biblia y levanta la derecha.

Se le hace casi imposible hacerlo, pero de alguna manera lo consigue.

— Antes los ojos de Dios — comienzo a decir — ¿prometes decir la verdad y solamente la verdad?

— Si, prometo decir la verdad ante los ojos de Dios— responde.

— Muy bien, cuéntame como organizaste el secuestro de Arlet.

— ¿Me reducirán la pena si lo hago? — pregunta.

— Si — miento. esto no lo beneficiará cuando el juez lo condene — el Juez puede que tenga misericordia contigo y te rebaje a la mitad de la condena que debes pagar.

El brillo de felicidad en sus ojos comienza a hacerse visible.

— No soy tan estúpido para creerle, agente.

— Pues, te quedarás con la duda — me levanto de la silla — ya veremos cómo te va en la cárcel con los otros reclusos. Me han dicho que les gustan los jovencitos malos.

— ¡Espere! — dice justo antes de que agarre el pomo de la puerta para salir — le diré.

—Muy bien — me vuelvo a sentar.

— Todo comenzó el día en que me enteré que Abril, Derek, Daniel y Arlet irían a Towmorroland — comienza a relatar Lyam.

— ¿Cómo te enteraste?

— Derek fue quien me avisó.

— Muy bien — tomo nota en mi libreta — continúa.

— Derek me dijo que habían convencido a Arlet a ir — dice — cabe aclarar que, para ese entonces, Arlet y yo ya habíamos terminado. Habíamos quedado en los mejores términos. Pero eso a ella le afectó bastante. Entonces, Abril la convenció de ir para que despejara la mente y se olvidara de lo que había pasado entre nosotros y sí que funcionó.

Hace una pausa para tomar aire.

— Compré mi boleto y viajé el mismo día y en el mismo avión en que ellos lo hicieron — continua —Derek me ayudó a pasar desapercibido en el avión para que Arlet, ni Abril, ni Daniel me vieran. Cuando llegamos, lo primero que hice fue buscar hospedaje en la habitación que quedara cerca de la habitación de Arlet, y así lo hice. Mi habitación quedaba solo a dos puertas de la habitación de Arlet.

— ¿No crees que eras como muy Tóxico? — pregunto — te estabas volviendo un acosador.

— No, no me estaba volviendo. — responde — ya era un acosador y lo siego siendo.

Arlet - (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora