Abril
La mañana por fin pasa, Daniel y yo salimos del salón y lo arrincono antes de bajar las escaleras.
—¿Porqué le has dicho lo de Arlet a la directora? —pregunto, con un poco de enfado—. Te había dicho que nosotros lo resolveríamos.
—Vamos Abril, por Dios — responde él — tu y yo sabes que son ayuda de la policía va a ser imposible encontrar a Arlet.
Puede que tenga razón, pero mi orgullo no lo aceptará.
—Claro que la encontraremos.
—¿A sí? —pregunta —¿Encontraste alguna pista o al menos saber por dónde comenzar a buscar?
No digo nada.
—Lo sabía—dice — un poco de ayuda no nos vendría mal.
—Exacto, la ayuda ya viene en camino. Solo que…. Tuvo un pequeño incidente.
—Ah, hablas de Sebastián, Marcos y Simon. Si, en efecto ayudarán muchísimo —dice y puedo notar un tono sarcástico en su voz.
—Ya lo veremos—. Me limito a responder.
Bajamos las escalera y caminamos por el pasillo que nos conduce a la salida. Cuando salimos, nos despedimos y Daniel se va. Derek me está esperando en el auto. Camino y me monto.
—¿Cómo te fue en tus clases?—le pregunto.
—Cómo siempre — responde.
Una respuesta inusual en él.
—Como siempre—digo—¿Así nomas?
—Si.
—¿Qué te está pasando Derek?
—Nada.
—No, si te está pasando algo y quiero que lo digas. — protesto y el arranca el auto — Desde esta mañana estas súper raro. No me has dado un beso en la boca, te la has pasado nervioso, y ahora que te pregunto que como te fue, simplemente respondes con un estúpido como "siempre."
—Ya te lo he dicho. Solo es preocupación por lo de Arlet.
—Ay, por favor. Sabes muy bien que no estas preocupado en lo más mínimo.
Mi teléfono suena en mi bolso. Lo saco y puedo ver que es una llamada de Sebastián. Derek mira la pantalla del móvil a ver quien es la persona que me llama y por el rabillo del ojo puedo ver que se tensa aún más cuando ve el nombre de Sebastián. Aprieta el volante más fuerte.
—Es Sebastián — le informo.
Contesto la llamada antes de que sea demasiado tarde.
—¿Hola? —digo.
—Abril, que bueno que contestas— dice él y la alegría es evidente en su tono de voz — te tengo buenas noticias.
Por fin, buena noticias. Lo que necesitaba después de todo lo que ha sucedido en lo que va del día. Ya era hora.
—¿Cuáles? —pregunto evidentemente alegre.
—El plan sigue en pie, los exámenes de Simon salieron a las perfección. No tiene nada. Simplemente algunos raspones y listo.
—¡Que buena noticia! —digo emocionada.
—Eso si, el doctor dijo que debe de guardar algunos días de reposo.
—Está bien, claro. Debe recuperarse a la perfección—Digo— ¿Cuándo tomarán el vuelo hacia aquí?
—Dentro de poco, solo estamos esperando que el doctor firme la salida de Simon y listo.
—Muy bien, aquí los esperamos.
—Abrí, espera—añade —tengo almo más que contarte.
Se escuchan unos pasos.
—Ahora que salí de la habitación estoy más seguro—continúa—Lo que te voy a decir no sé lo puedes contar a nadie más.
—¿Qué pasa? ¡Me estas preocupado!
—Si, es de preocuparse.
—Dime ya.
—¿Quién sabe sobre nuestro accidente? —pregunta. Una pregunta fuera de lugar que me saca de quicio.
—¿Qué? —pregunto confundida.
—A quién les has dicho…
Lo interrumpo antes de que vuelva a repetir.
—Si, te había escuchado— añado— solo lo sabe Derek que se lo conté el mismo días y Daniel. ¿Porqué?
—Resulta que recibí una llamada de… Arlet —susurra tan bajo que me da miedo no escucharlo— donde me preguntaba por el estado de Simon.
—¿Cómo sabe ella?
—Eso es lo que yo quiero saber—dice—Se supone que yo solo te lo conté a ti.
—Pero yo no sé lo he contado. No tenía la menor intención de hacerlo. No después de todo lo que debe de estar sufriendo Arlet en manos de Lyam. No puedo darle otro sufrimiento más.
—Pero entonces… si no fuiste tú ¿Quién?
—No lo sé. ¿Tu no pudiste preguntarle a ver quién le había contado?
—Si, ella me había dicho que Samantha le había hablado algo del tema.
—¿Samantha? —pregunto. Derek me mira y se acomoda en el asiento como si estuviera incómodo. Yo lo miro confundida—¿Qué hace Samantha con Lyam y Arlet?
—No lo sé, pero conociéndola como la conozco: No está tramando algo bueno.
Por Dios… pobre Arlet, la deben de estar torturando en estos momentos. La arpía de Samantha debe de estar jugando con sus sentimientos.
—Pero ese no es el caso. El caso aquí es… ¿De dónde obtuvieron esa información?
—Es difícil saber eso. Por mi parte no lo hice y estoy segura que Derek tampoco. Solo nos queda Daniel. Pero tampoco creo que lo haya hecho.
—Muy bien. Hay que buscar de donde sacaron esa información.
—No te estoy entendiendo. ¿Cómo sería eso posible?
—Lo que quiere decir, que hay un traidor entre nosotros— dice — Algunos de nosotros; no, de nosotros no… uno de ustedes, porque yo no se lo he contado a nadie, así que debes de estar segura de eso. También creo que tú tampoco, creo que no querrás arruinar todo lo que estamos haciendo—termina la llamada.
Miro a Derek que aunque tenga la vista sobre la carretera para no chocar, sé que está esperando que le diga todo.
Hay un traidor entre nosotros, las palabras de Sebastián resuenan en mi cabeza. ¿Cómo es posible que haya algún traidor? Se supone que los que estamos en esto conocemos completamente la seriedad del asunto. Además todos son de confianza, o por lo menos Derek y Daniel si, los conozco perfectamente. Derek, es mi novio y un novio no sería capaz de traicionar a su novia. En cuanto a Daniel, él nos ha sido fiel desde antes y más a Arlet. Su mejor amiga.
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Arlet - (En Edición)
Teen FictionArlet y Simon, un par de amigos con sentimientos encontrados, sentimientos que los llevarán a tener más que una amistad, pero que a la vez hará una gran separación en sus vidas. El tiempo es el encargado de unirlos, pero será demasiado tarde. Lyam...